Lazos Malignos [libro 2] (en Edicion)

35.- El tiempo en contra

FAITH.

–Faith, cariño creo que te estas sobre exigiendo– mamá me miro con preocupación.

–No, puedo hacerlo, sé que puedo hacerlo.

Me concentré mejor en la hoja entre mis manos, intentando ver una imagen, escuchar un sonido, o simplemente ver una palabras que me dijera algo que no se podía ver a simple vista. Bufé frustrada al no recibir nada.

–Tal vez el caso no tenía nada escondido– me animó Tobi desde el sillón.

–O, estoy perdiendo mi don– dejé el papel en el suelo y pasé las manos por mi cabello.

Uno de mis más grandes temores se estaba haciendo realidad con el pasar de los dias, estaba perdiendo mis capacidades de médium, estaba perdiendo lo que me volvía más especial en esta familia.

Mamá y papá me miraron con compasión, el pelirrojo se acercó y se agacho frente a mí. –No lo estas perdiendo, Faith. Naciste con ese don y nadie puede quitártelo.

–Amón me lo está quitando, lentamente lo está haciendo desaparecer de mi– mis ojos comenzaron a picar.

–No es así, pequeña– acarició mi cabello – pronto todo esto terminará, estoy seguro.

Mi familia había aumentado sus esperanzas después de que Colin les contara como habíamos hablado con Octavius Hayward, tristemente, Amelie, Rainer y yo conocíamos la verdad de la laguna de mi maldición, y es que encontrar a un alma pura no es tan fácil como todos piensan, muchos creen que las almas puras son aquellas que no han cometido pecado alguno, pero en realidad son mucho más que eso, y para mi desgracia, son pocas las personas que nacen puros de alma, asi que la idea fue descartada desde el primer momento, pero les pedí a ambos seres poderosos que no comentaran nada, prefería que todos tuvieran más esperanzas, mientras la mia solo se reducía a ellos dos.

Fingí la mejor sonrisa que pude. –Tienes razón, papá.

El hombre me ayudó a levantarme del suelo, le tendí en documento. Se me hacía extraño no poder ayudar a papá con un caso policial, pero estaba claro que mis dones no estaban del todo conmigo en estos momentos.

Leandra bajo las escaleras mientras tenía la vista metida en el libro de hechizos y rituales que mamá y papá le habían devuelto. Mi hermana estaba aprendiendo muchas cosas gracias a Kendrick, quien la estaba instruyendo para llevar mejor en el arte de la hechicería avanzada, claro que bajo la autorización de papá. Tobías también había querido aprender, pero mamá se lo negó rápidamente, argumentando que aún es muy joven.

–¿Tienes algo interesante que hacer hoy, hija? – preguntó mamá para cambiar un poco el ambiente del lugar.

–Pues, tenía entendido que hoy nos reuniríamos todos para haber sobre mi… situación y sobre la criatura.

–¿Amelie y Rainer ya tienen un plan? – pregunto mi hermanito.

–Lo más seguro, pero no hemos hablado mucho sobre eso– sonreí levemente–, pero por lo que sé, les gusta dar sorpresas, Kendrick y Cameron lo dicen siempre.

–Hablando de ellos… ¿Cómo lleva Mayra todo esto de ser compañera de un licántropo? – prosiguió mamá con curiosidad.

–Lo lleva mejor de lo que me esperaba– reí. –Es como si ella siempre lo hubiera sabido, ella no lo admitirá por ahora pero, esta embaladísima con Cameron.

–Quien diría que Mayra Bennet sería parte del mundo sobrenatural de igual manera, de no haber venido contigo ese día, ni ella ni Jia sabrían sobre nuestro secreto.

–Tal vez los Dioses no lo vieron de la misma manera. Ambas han estado conmigo a pesar de todo, por muy raro que fuera– sonreí levemente recordando nuestros momentos juntas–, tal vez los Dioses las consideraron dignas de conocer la verdad del mundo de la forma más bizarra.

–Los Dioses trabajan de manera extraña, pero siempre es por el bien de nuestro mundo– soltó papá –, eso solía decir mi madre.

El timbre sonó, Tobi se apresuro a abrir la puerta. Kendrick, Cameron, Janett y Joshua entraron junto la rubio.

–No los esperaba aquí tan temprano– comenté.

–Teníamos tiempo muerto asi que decidimos venir antes– comento el hechicero con una sonrisa. Mamá se fue a la cocina a preparar algunas meriendas, mientras papá volvía al trabajo, Tobías subió a su habitación y Leandra decidió quedarse con nosotros en la sala de estar.

–¿Y Amelie y Rainer?

Los cuatro se miraron. Ay no, tal vez de verdad lo había jodido todo al haber hablado con Rainer. ¡Dioses!, ¿Qué hice?

–En casa– contestó Janett.

–¿Rainer aun esta enojado?, ¿Amelie sabe que fui yo quien se lo dijo?, ¿Amelie está enojada conmigo ahora?

–Faith, tranquilízate– Kendrick apoyó sus manos en mis hombros.

–Si, tranquila– le siguió Cam–, son Amelie y Rainer. O están destrozando la casa o están follando para reconciliarse, asi son ellos.

Abrí mucho los ojos ante la sinceridad del licántropo, eso si que es hablar directamente. Janett le dio un golpe en el brazo por las palabras que utilizo.

–Es increíble que hables asi de la intimidad de tu mejor amigo y tu Alfa, Cameron.

¿Alfa?, ¿Amelie es la Alfa de Cameron?, ¿Cómo es eso posible si ella no es un licántropo completo? Definitivamente Amelie y su familia son todo un enigma sobrenatural.

–Pero es la verdad, todos sabemos como son las reconciliaciones, sobre todo las de personas que tienen un lazo o están destinados, no creerán que nos acurrucamos en la cama mientras vemos el techo ¿o sí?

–Como sea– la druida le restó importancia–, pero existe la posibilidad que hoy no los veamos por aquí.

Asentí sin nada mas que decir, creo que por primera vez en la vida no quería saber tanta información. Minutos después llegaron Mayra y Jia. La pelinegra saltó a los brazos de Cameron cuando lo vio. Sabía que los lazos de los licántropos eran fuertes, pero Mayra estaba embaladísima de pelinegro, jamás la había visto asi, pero me alegra y alivia saber no saldrá lastimada de esta relación, su destino es Cameron de la misma forma que ella es el destino él.



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En el texto hay: medium, cazadores, hechiceros

Editado: 06.03.2023

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