Le contare a las estrellas sobre ti

Capitulo 1

—¿Emocionada? —preguntó mi madre sonriendo desde el asiento del piloto— He ahorrado todo el año para que puedas pasar las mejores vacaciones de tu vida.

—No estoy segura de esto —conteste desanimada— Ya verás que será como las series, se burlaran de mí y volverás a recogerme en una semana.

—No seas pesimista —dijo aún más entusiasmada.

—Mamá, son riquillos. Me odiaran.

—No lo sabremos hasta que estés ahí.

Puse una mueca de fastidio, pero ella, evidentemente no lo vio.

Ya llevábamos por lo menos dos horas de viaje para llegar al dichoso campamento. Si me preguntaran por el día, les contestaría que era un día soleado, pero demasiado. Iba con un polo blanco de mangas cortas y un short de floreado, pero aun así, me seguía muriendo de calor ahí dentro.

¡Como adoraba el verano!

Volví a centrarme en el panfleto que mi madre me había dado.

La foto sonriente de una adolescente rubio con ojos celestes en la cara principal, ya me hizo sentir algo mal de por sí. Este era un campamento para niños ricos, ¿Qué estaban pensando mi mamá al momento de inscribirme? No es que viviera debajo de un puente, pero mi familia solo tenía lo suficiente para vivir.

—¿Podrías repetirme el por qué estoy yendo a ese lugar? —pregunte hundiéndome más en el asiento.

—Porque creíamos que era un espectacular regalo de navidad y... —aquí vamos de nuevo— debido a los últimos acontecimientos, pensamos que estarías mejor fuera de la ciudad.

—Ya veo a lo que te refieres —murmuré.

El auto se sumió a un silencio incómodo.

Era claro que necesitaba un respiro después de lo que había pasado en Navidad y en Año Nuevo, pero no era necesario mandarme hasta la nada y lo peor con personas que ni conozco. No quería ser desagradecida con este esfuerzo económico que estaba haciendo al mandarme al campamento, pero no sabía si podría sobrevivir ahí dos meses.

—Hija... —dijo con sutileza— Tomate este tiempo para reflexionar y conocer nueva gente. Te ira de maravilla.

—Por lo menos tengo una excusa para no asistir a la boda de papá —contesté burlándome— Ese vestido color celeste chillón tendrá que quedarse en mi armario.

Ella solo esbozo una sonrisa.

Probablemente mi madre era una de las mujeres más buenas de este mundo.

Había aceptado ir a la boda de mi padre con su actual pareja, la cual fue la causante de su divorcio hace tres años.

Wendy había logrado ganarse el cariño de mi madre y el de mi hermano menor, pero el mío y el de mis hermanos mayores nunca. Esa mujer lo intentó de mil formas: llevarnos al cine, comprarnos ropa, pagar nuestras cuentas en el puesto de comida del colegio, etc. Si a mi padre lo perdonamos por las suplicas de mamá, a esa mujer no la íbamos a querer ni muertos.

No me agarraba de pelos con ella porque mi padre era un idiota, y si lo hacía, no mandaba la manutención. Parece chiste, pero es anécdota.

¿Se preguntarán porque mi mamá sigue hablándose con mi padre?

Ya les dije, es demasiado buena como para sentir rencor por una infidelidad o por un mes sin manutención. Es una santa, que mis hermanos y yo debemos defender de vez en cuando.

—Lo único que lamento de no asistir, es el bufet que mandaron a preparar —comenté recordando el pedido que Wendy y mi mamá habían hecho la semana pasada en casa— Todos esos platillos con nombres extravagantes sonaban deliciosos.

—Wendy quiso un bufet internacional: Comida oriental, típica, etc. Una mezcla algo rara.

—Esa boda será un desastre, ya lo verás.

Sentí como volvió a sonreír.

Mi mamá era tan bonita, que estaba agradecida de parecerme a ella y no a mi papá: Una melena negra esponjada, unos ojos avellanas que brillaban a cada momento y algo gordita pero era algo con lo que podíamos vivir. Su sonrisa como el combustible para continuar con mi espantosa vida, con tan solo verla, ya sabía que tenía un motivo para salir adelante. Mi madre es la mujer a la que más admiro y a la que nunca, podría odiar.

—Mamá —dije viéndola fijamente.

—¿Sí? —seguía de muy buen ánimo.

—¿Alguna vez sentiste rencor de alguien?

—Claro que sí —respondió con serenidad— Con tu padre, con mis hermanos, con otras personas que no conoces. Solo soy un ser de luz para mis hijos y con las personas que lo merecen.

—¿Y cómo sabes que lo merecen?

—La vida te enseña —comenzó repiquetear en el timón— Ya lo iras aprendiendo.

—Ojala que sea muy pronto —reproché cruzándome de brazos— La gente no hace más que burlarse de mí.

—No has encontrado buenos amigos. Por eso estas decepcionada con las personas.

—Prefiero a una rata como amigo. Los que tuve son unos completos estúpidos.

Ella soltó una pequeña carcajada.

No quería pensar ahora en mis viejos amigos. Prefería continuar leyendo el folleto.

Campamento "El Risco"

Bienvenido campista:

Estamos muy contentos de que seas parte de nuestro programa de verano y esperamos que disfrutes de tu estadía.

En este folleto encontraras todas las indicaciones y recomendaciones para que tengas la mejor experiencia en el campamento. En la parte de atrás, encontraras un mapa para poder ubicar tu cabaña y demás lugares. Le recordamos que al momento de la inscripción se le dio el nombre de su cabaña, por lo cual, si hay algún inconveniente con ello, acercarse a la dirección.

Le recomendamos instalarse una vez llegue al campamento, ya que la asignación de camas es por orden de llegada.

Agradeciendo su preferencia.

Eliane Hianuta

Directora del Campamento "El Risco"

—Mama, aquí dice que ya te dieron el nombre de mi cabaña.

—Esta anotado en la parte de atrás. Soy olvidadiza con esos detalles.

Giré el panfleto, donde estaba el dichoso mapa y en la esquina inferior derecha, estaba anotado: "Búhos". El nombre no estaba mal, pero no era lo que esperaba.




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