Legado de la Noche

Capítulo 1

Siglos más tarde Wladimir, ha superado cada época, cada vida al paso del tiempo. Ahora es el filántropo más conocido del mundo, el hombre más rico de Rusia, que ha viajado mucho y con los mejores conocimientos del mundo. Estaba trabajando como médico de un hospital. 

Ha dejado de hacer daño a las personas, y no bebe sangre humana. Se ha convertido en un vampiro sin deseos de hacerlo aquello. Pasa la vida adquiriendo conocimientos. Hasta que una chica cruza en su vida y se enamora de ella.

 

— Vamos Wladimir no puedes hacer eso.

— Solo si le diera esa oportunidad en su vida, de volver a la vida Petrov.

— Sé que nada es imposible para ti Wladimir, pero deberías de saber que sí cambias la vida sé esa chica. No sabes cómo se comporta si te ha costado a ti, como vampiro sobrevivir por años y la decisión que tomaste de no tomar sangre humana como será ella.

— Ella está a punto de morir, quisiera darle esa oportunidad de vida.

— Es tu decisión Wladimir, pero debes saber que no sabes cuáles serán los sentimientos de ella. Cuando la transformes.

— Eso lo sé, pero haré el Intento.

— Entonces lo apoyo, señor.

 

Wladimir era una persona que a pocos humanos, los había transformado para él algunos merecían una segunda oportunidad. Cómo todos sus empleados del castillo donde él vivía y las propiedades que tenía en todo el mundo. Pocos los humanos que tomaron la decisión.

 

Mientras en el hospital estaba la pobre Electra acostada, sumida en su enfermedad, casi a punto de morir en cualquier momento. Wladimir se acercó a ella aquella noche oscura, y susurro a sus oídos si quería una nueva vida. Y esa noche Electra fue transformada, pero fue el error más grande que había cometido Wladimir en su larga vida.

Electra se volvió una criatura sin sentimientos, y despereció en las penumbras de la noche, algo había cambiado en ella, hacer transformada, su inocencia se había corrompido. Electra no era lo que reflejaba en las miradas de las personas. Siempre una joven inocente, pero en el fondo era mala.

 

— Te lo había advertido Wladimir, pero nadie te lleva la contraria. Ahora esa mujer estará acechando en la oscuridad por sangre humana. Se convertirá en una asesina.

— La buscaré donde este y yo mismo la enterraré Petrov.

— Esperemos que no pase tanto tiempo para encontrarla.

— Yo me haré cargo de ellos, la buscaré en los confines de la tierra, Electra no se me escapará.

 

Pero nunca pasó así, Electra aún seguía en el mundo. La eternidad había pasado factura, en la época bizantina Electra fue destruida por los rosas cruces. Perdona que buscaban la existencia de vampiros, la pobre Electra que se le había dado la oportunidad de una vida eterna, la daño con su sed de sangre y asesinato. Wladimir había cometido ese gran error, se dijo que no iba a volver a ocurrir.

En el castillo de Wladimir, este hablaba con Petrov. De irse a otro país y vivir lejos de rusia por un largo tiempo. Estaba muy entristecido por la muerte de Electra y también por todo lo que están pasando en esa época.

 

— Señor, debemos de contratar a personas humana para el viaje que va a hacer.

— Lo sé Petrov, encárgate tú de todo eso.

— Está bien, señor, y es mejor que vaya a descansar, se ve que está muy agotado.

— Una criatura como yo nunca se agota, solo estoy afligido por la manera como fue destruida la vida de Electra.

— Entiendo, señor, y voy a hacer lo que me dice.

 

Wladimir nunca había olvidado lo de Electra. Siempre la tenía presente y el día que la asesinaron él había visto todo. Cómo aquellos hombres la atraparon y luego la mataron con una bala de plata. Y no se confirmaron con eso, sino que la quemaron también, eso lo devasto por completo.

 

— Señor, está lista la cena.

— Gracias Mérida.

— Y lo siento mucho señor por lo que ha ocurrido con la chica.

— No te preocupes Mérida, sé que fue mi culpa, sé que todo ustedes son personas fieles que han sabido apreciar lo que le di.

— Sí, eso es verdad, señor. Usted me salvó de aquella muerte segura en aquel acantilado, sé que me dio la oportunidad de hacer justicia y medio trabajo y me enseñó muchas cosas.

— Lo sé Mérida usted y muchos que trabajan conmigo supieron aprovechar esa oportunidad que Electra no aprovecho, fue una mala decisión mía de darle esa oportunidad.

— Bueno señor, me retiro, tengo muchas cosas que hacer.

— Vaya Mérida y ya bajo a la cena.

 

Wladimir se quedó solo pensando en todo lo que había pasado. Estaba muy triste por la muerte de Electra, y más que todo porque había humano que sabían de la existencia de vampiros. Ahora él tenía que dejar su amada Rusia e irse a Italia. Allí estaría bien con todos sus fieles empleados. Pero como había dicho, Petrov necesitaba contratar humanos para cuando necesite algo en el día. Sabía que a la luz del sol se quedaría. Pero en Italia sería otra vida, él y sus empleados pasaban los siglos y él allí con ellos.




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