Llegue a mi casa e ingrese a mi habitación, saqué de abajo de mi cama el libro de mi padre y lo abrí.
Creo que había logrado entender cómo funcionaba, aveces solo bastaba con que concentrara mi mente en una pregunta y las palabras aparecerían en el libro, y otras veces aparecían respuesta sin que yo formulara alguna pregunta.
Las respuestas a las preguntas que yo formulaba desaparecían unos minutos después de que la respuesta era revelada, así que tenía que leer rápido o la repuesta desaparecería y no importaba si quería, pidiera o rogara que la vuelva a mostrar, no lo hacía. Pero, las respuestas a las preguntas que yo no formulaba no desaparecían hasta que las leyera y analizara su información, ósea no desaparecían ni aunque la leyera diez veces, tenía que comprender y descifrar su significado con claridad para que desaparecieran.
<<¡Padre! ¿Por que no me dejaste un libro común?>>
Bueno, comencé a concentrarme en las preguntas que por ahora son mis más grandes prioridades.
La primera: ¿Como puedo viajar hacia los otros Reinos?
Eso es algo que debes descubrir por tu cuenta, cada viajero tuvo un modo diferente para viajar a los otros Reinos.
La segunda: ¿Como sabré si hay otra persona con un fragmento cerca de mi?
No creo que seas capaz de darte cuenta si uno de los elegidos por los cristales está cerca de ti, pero, ellos si serán capaces de percatarse de tú presencia.
No se con exactitud si serán buenos o no, así que ten cuidado cuando conozcas a los otros once.
Tan rápido como aparecieron las respuestas desaparecieron.
Más respuestas y más preguntas. Haber, dos respuestas cortas; en la primera pude leer "cada viajero tuvo un modo diferente de ir a los otros reinos", ósea que no he sido la única capaz de viajar entre los reinos, pero, ¿Cuantos viajeros hubieron antes los de mi y Quienes Eran?
En la segunda respuesta pude leer que los otros elegidos serían capaces de percatarse de mi presencia pero yo no de la suya ¿Entonces solo tengo que esperar a que ellos me encuentren?
Supuse que la respuesta a esa dos pregunta no las encontraría en el libro, así que me tire en la cama y cerré los ojos.
Estaba en el bosque en el que aparecí cuando llegue a este Reino, tenía frío, mucho frío ya que al parecer comenzaba a nevar o al menos eso era lo que me parecía pues lograba ver copos de nieve los cuales se desvanecían en una hilera de fuego al tocar cualquier superficie.
Sabía que era un sueño ya que es imposible que la nieve produzca fuego, pero, a pesar de eso lo sentía muy real.
La sensación de quemarme con los pequeños copos de nieve cuando chocaban contra mi piel, el frío en el ambiente, y la sensación de que había alguien cerca de mi.
—Nos encontraremos pronto.
Pude escuchar un susurro a la lejanía, pero entendí muy bien las palabras.
Comencé a mirar en todas direcciones tratando de encontrar a la persona que me habló. Me era difícil poder ver a una gran distancia ya que cómo estaba nevando todo estaba oscuro, pero, aún así logré divisar una figura a varios metros de mi. Salí corriendo para alcanzarla y lo hice.
Era una mujer; blanca como la nieve, sus ojos eran de un color rojo escarlata y también poseía un mechón de pelo del mismo color.
—Nos encontraremos pronto —Dijo sonriendo y tocándome la frente.
Desperté tras oír a Raxel tocando la ventana para entrar a la casa había regresado luego de dos días estando quien sabe dónde y haciendo quien sabe que.
—¡Hasta que apareces! —Exclame acercándome a la ventana para abrirla y dejar pasar a Raxel.
He estado teniendo el mismo sueño desde hace una semana y siempre termina en la misma parte, cuando la mujer dece "Nos encontraremos pronto".
Según Rinay la mujer que logró ver en mi sueño es su hermana, pero entonces ¿Por que aparece en mis sueños y por que no está con ella en la tienda?
—¡Entra de una vez que tengo hambre! —Le grite a Raxel que entrase para prepara el desayuno pero él permanecía en la ventana saltando y aleteando.
<<¿Será que quiere que lo siga?>>
Cómo Raxel no quería entrar a la casa cerré la ventana, la cerré con fuerza para tratar de golpearlo por hacerme perder el tiempo así, pero, se alejó en cuento me vio colocar las manos en la venta y comenzar a cerrarla.
—Eres más inteligente de lo que pensé —Dije con sarcasmo.
Me dirigí a la cocina y tomé dos panes que había comprado el día anterior junto a un frasco de mermelada, tome ambas cosas y salí de la casa para ver a donde es que Raxel deseaba llevarme.