Observé LightIce desde el cielo, subida al avión que me llevó de nuevo a mi hogar, con la esperanza de regresar algún día. Me encontraba sentada al lado de Jake, con el cual había llegado a la idea de reservar para nosotros el hecho de que eramos novios por lo menos durante un tiempo.
El cielo cubierto impidiendo ver el paisaje y el cansancio acumulado durante estos días hicieron que me quedase dormida sobre el hombro de Jake, mientras los dos estábamos viendo una comedia. Su suave mano sobre mi mejilla al igual que su dulce voz son las que me despiertan tan pronto aterrizamos.
Bajamos todos del avión y nos adentramos al interior del aeropuerto para buscar nuestras maletas. Era definitivo, nuestras vacaciones habían terminado y, el curso volvería a empezar dentro de unos días; no obstante, aun disfrutamos los últimos días de descanso.
Llegué a casa agotada por el cúmulo de emociones vividas en tan pocos días, queriendo volver a ver a Jake ya y al resto de Lemniscata de nuevo. Subí a mi habitación en donde deshice la maleta y puse mi nuevo joyero en el escritorio. A continuación me acosté un rato en la cama en donde me quedé nuevamente dormida.
Cuándo abrí los ojos ya era de noche y la luz que entraba por la ventana era la de la luna. Agarré el móvil para ver que hora era y comprobé que tenía varios mensajes de Lena, Tina, Kevin y James a través de nuestro grupo. Todos preguntando cómo había sido el viaje, por fortuna Jake ya había contestado por mi dejándolos caer que mañana ya se lo contaríamos.
Bajé hacia la cocina a por algo de comer y beber dado que desde el desayuno no había vuelto a probar bocado. En la cocina ya se encontraban mis padres.
-Buenas noches cariño-Dijeron estos.
-Buenas noches-Respondí-¿Me habéis dejado algo de café?
-Queda un poco-Respondió mi padre.
Agarré un vaso y me eché en el un poco de café. A continuación me preparé una ensalada de frutas.
-¿Mañana has quedado con el grupo no es cierto?-Preguntó mi madre, con una tostada en su boca.
-Si. Vamos a reencontrarnos todos por vacaciones y ponernos algo al día.
-¿Los has echado de menos estos días?
-Si, aunque sinceramente el tiempo que estuvimos en LightIce no lo cambiaría. Fueron las mejores vacaciones de la historia.-Respondí a la pregunta de mi madre.
-Si. Tenemos que repetirlas-Dijo mi madre mirándome a los ojos.
-Dadlo por hecho. Quiero volver a ver una aurora boreal.
-Entonces decidido, este invierno volveremos allí y quizás puedan ir todos tus amigos y sus familias si nos organizamos bien.
-Eso sería increíble-Respondí, sintiéndome algo mal ante el hecho de que quizás yo por aquel entonces no estaría.
Me despedí de mis padres una vez que terminé de cenar y me subí al salón de baile, en donde solía dejar salir todas mis preocupaciones. Volver a LightIce de nuevo fue mi nuevo sueño, por lo que luché con uñas y dientes para conseguirlo.
A la mañana siguiente me levanto a las 9:30. Me dirijo al baño en donde me ducho para a continuación arreglarme. Me decanto por un jersey de cuello alto blanco de rayas finas negras a juego con una falda de pana granate con un cinturón negro, así como unas botas negras y un bolso granate. Antes de salir de la casa me despedí de mis padres que se encontraban en el salón junto a Balto. Agarré el abrigo largo negro y la bufanda de cuadros escoceses granates, negros y verdes y salí de casa.
Me dirigí a la parada del autobús, a la cual Lena llegó unos instantes después. Ambas nos fundimos en un enorme abrazo.
-Dios. No sabes lo que te añoré.-Me dijo Lena.
-No me mientas. Estabas con Pamela, así que mucho no me pudiste extrañar-Le dije pellizcándole uno de sus brazos.
-Pero tú a mi si que me has extrañado un poco seguro, aunque reconozco que estos días con Jake quizás esas ansias por verme de nuevo fueron mínimas. Pero ahora lo importante ¿ Cómo son los chicos allí? Cuéntame todo.-Me dijo guiñándome un ojo
-Pues son como los de aquí.-Respondí riéndome.
-Deben ser más guapos, porque acabas de soltar tu risa de "Estoy enamorada" ¡Oh dios! Aria ¿Has conocido a alguien?
-Puede-Respondí-Pero de eso ya hablaré luego.
-No seas mala. Tell me tell me-Me dijo agarrándome por los hombros y zarandeándome.
-Quieres parar, vas a hacer pensar al conductor que estamos locas-Comenté señalando de cara al autobús que recién había llegado.
Al final nos subimos en el autobús que nos llevó al centro de la ciudad en donde nos encontramos con el resto. Por motivos de nuestras respectivas vacaciones habíamos estado distanciados un tiempo, pero ese 2 de enero volvimos a reencontrarnos para celebrar el cumpleaños de Jake. Lo celebramos en su ciudad natal, Eternity, la cual recién había estrenado un cine al aire libre.
Para llegar a la ciudad fuimos en el Velocinator. Cada uno se sentó con su pareja, lo cual eso en teoría nos dejaba a mi y a Jake juntos cosa que en nuestro interior agradecimos.