-Hemos permanecido aquí ocultos, esos malhechores nos condicionan guardar el secreto de nuestra ubicación quitándonos lo que tenemos, pero no tenemos opción, todo lo que queremos es que nuestras familias estén seguras-
-Entiendo ese sentimiento... el de tener una familia a la cual proteger sin importar el costo- Respondió Brito.
-Yo también tenía familia, un trabajo en el cual me habían ascendido y planes de vida que quería realizar-
-¿Fue la gran explosión la que acabó con tu vida?- Preguntaron los esposos.
Lena y Rein Capítulo 14: Bestias buenas y malas
-Yo estaba fuera de casa cuando sucedió... mi esposa e hijo no fueron afectados porque alcanzaron a ocultarse, sin embargo, se horrorizaron al verme, fue... terrible ver el miedo en sus rostros al no poder reconocerme- Narró Brito sosteniendo su vaso con té.
-Decidí irme de inmediato, mi esposa e hijo estarían más seguros sin bestias en casa, de lo contrario serían perseguidos junto conmigo-
-Debe ser difícil separarte de las personas que amas por su bienestar- Le dijeron acariciando la cabeza de la niña que dormía.
-Si, lo es- Les contestó -Pero al menos estoy tranquilo de saber que se encuentran a salvo-.
-Por cierto... ¿Por qué en esta villa solo hay bestias herbívoras? - Preguntó.
Mientras tanto, la pelirrosa ya había avanzado buen tramo desde la casa donde estaba Brito.
-Es injusto lo que le hicieron a Rein, los humanos y las bestias pueden ser buenos o malos sin importar lo que sean, ella no es mala- Refunfuñaba mientras caminaba en la villa.
A su alrededor todos seguían realizando sus labores cotidianas, los niños jugaban en las calles a excepción de uno que estaba aislado, llamándole la atención.
-¡No te acerques a él!- Le gritaron los niños -¡Es peligroso porque tiene colmillos!-
Lena se interesó más luego de escuchar eso, sin pensarlo se acercó para tocar el hombro del menor que estaba en posición fetal contra un árbol.
-Oye ¿Qué te sucede? - Le dijo.
Antes de que el infante pudiera responder, a lo lejos se escuchó un gruñido bastante fuerte, tan fuerte que hizo que todos los aldeanos se escondieran.
-¡Es Rein!- Se percató Lena apresurándose a ir, el sonido venía de las afueras de la villa.
Lejos de la entrada del pequeño poblado, dentro del bosque, Rein estaba peleando con una manada de lobos ordinarios, se notaba cansada y parecía tener rato enfrentándolos.
-¡Rein!- Le gritó la joven al verla, corriendo hacia ella, deteniéndose de golpe y cubriendo sus oídos, había un ruido que le provocaba ansiedad y desesperación.
-¡Rein! ¿¡Qué está pasando!?-
-¡No vengas!- La alertó la loba conteniendo a la manada que seguía atacándola.
-¡Algo los está alterando, alerta a todos y diles que se escondan!- Le indicó con esfuerzo -¡Yo los detendré, apresúrate!-
En ese momento, el sonido se detuvo y un estruendo sacudió el suelo, de pronto comenzó a salir humo de la villa.
La joven se dio la vuelta para regresar, encontrándose con el sitio envuelto en llamas, estaba siendo atacado por bandidos.
Al quedarse quieta viendo sin palabras la escena, un lobo se escabulló para atacarla, pero en el momento que se lanzó hacia ella, Rein lo interceptó para salvarla.
-¡Lena, corre, Brito sigue ahí!- Gritó la loba dirigiéndose a la villa y abriéndole paso a Lena, quien se apresuró a sacar a las personas de sus casas para ponerlas a salvo en el bosque.
Al llegar a la casa del patriarca, Brito estaba luchando también, transformado en bestia.
-¡¿Qué fue lo que sucedió?!- Le gritó Rein al ciervo que embestía a los bandidos que intentaban atacarlos.
-Bandidos, loba. No imaginé que ese infeliz buscara venganza tan pronto- Contestó.
-¡No quisieron pagar así que destruiremos todo!- Gritó el bandido que montaba al bisonte, presionando el botón del aparato que había utilizado antes, aturdió a todos mientras sus secuaces los iban hiriendo al quedar paralizados.
Lena y Brito cayeron junto con los aldeanos, presionando sus oídos ante el ataque.
-¡Te mataré primero a ti, bestia entrometida!- Se acercó amenazando a Lena, antes de que el hombre presionara una vez más el botón, Rein se lanzó sobre él, haciéndolo caer del bisonte que había enloquecido a causa de la onda de sonido, sin titubear un poco, le mordió el cuello, acabando con él.
El bisonte pisó el aparato en su desesperación, destruyéndolo.
Los demás bandidos tomaron la advertencia y huyeron, dejando una villa destruida por completo detrás de ellos.
Los aldeanos salieron de sus escondites, algunos heridos y otros aun recuperándose de la parálisis, en silencio miraron con temor a Rein que estaba llena de la sangre de su víctima que yacía en el suelo.
"Es una depredadora" "Es un monstruo" "Podría atacarnos también" se escuchaba murmurar entre los sobrevivientes.
-¡Mamá! ¡Mamá! -Se escuchó a la niña que habían rescatado antes, gritando a las ruinas de la casa del patriarca, con sus pequeñas manos intentaba mover los escombros.
Su voz hizo que Rein corriera sin pensarlo, asustando a todos conforme corría delante de ellos, levantando junto a Brito los restos de la casa consiguió sacar a la esposa del patriarca con vida, sin embargo, el aspecto de la loba provocó que tanto la mujer como su hija gritaran y se escondieran de ella.
Brito se colocó delante, agachando la cabeza y pidiendo perdón por la impresión que había causado.
Rein suspiró y cabizbaja se alejó rumbo al bosque, siendo seguida por Lena quien no perdió oportunidad de lanzar una mirada de molestia a los aldeanos antes de irse tras ella.
La bestia se dirigió al rio, sentándose en la orilla metió sus brazos al agua y con las manos empezó a lavarse.
-No fue justo lo que te hicieron esas bestias- Le dijo Lena caminando para encontrarla.