Fuiste mi principio, pero no mi fin.
Fuiste agonía, pero no mi alegría.
Me diste recuerdos pero no deseos.
Eres quien atenta contra la vida cuando no hay cura ni autonomía.
Privada de todo inocencia, me aferré a la eternidad del tormento.
Viviendo en mi mente es más fácil de sobrellevar, no me abandonan los sentimientos y no me invade el miedo.
Actuando antes de pensar, te estaremos esperando.
Al final del cielo sólo encuentro cuervos, dándole principio a lo que siento, prohibiendo el tormento.
Entibias todo tu orgullo para darle forma a tu propio esplendor.
Enfrías mi interior para que me aferre a tu dolor.
Castigas mi dolor para apaciguar el olvido, extrañas para olvidar que yo existo.
Morir sería un delito, aparentar regocijo no es lo que necesito.
Te estaremos esperando al final del camino, a pesar de que sólo encuentro cuervos mientras olvido.
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Editado: 19.12.2020