JungKook.
–¡Basta, Tae! ¡Deja de hacer eso! –gritó Anya entre risas, llamando mi atención al mirar por el espejo que tenía al frente, mientras seguía siendo arreglado para las escenas de este día.
Ella estaba con Tae en uno de los divanes que habían traído para que descansáramos entre toma en algo más cómodo. Tae parecía estar casi sobre ella, intentando hacerle cosquillas en los costados, mientras que Anya se cubría con fuerza el estómago, pero eso no quería decir que no estuviera riendo por la situación, parecía que en cualquier momento perdería el aire.
–Vamos, Anya, sólo son cosquillas –le dijo él con una sonrisa, que conozco como la sonrisa que esboza cuando está siendo travieso.
–Tae, habló en serio. Si sigues tratando de hacerlo, te daré un golpe sin ninguna mala intención.
–Mejor hazle caso, no queremos verte con un ojo morado –bromeó Yoongi, que estaba en una de las sillas, enfocado en su celular.
–¡Oye, JungKook! –me llamó Hobi, quien se estaba acercado a ellos –. Ven con nosotros –asentí ante su invitación, poniéndome de pie para sentarme al lado de Anya, quien dejo de cubrirse el estómago, pues Tae igual se quedó sentado –. Vamos a tomar una foto de recuerdo –me guiñó un ojo.
Asentí ante su sugerencia, tomando las piernas de Anya para colocarlos encima de mi regazo, aun cuando sus piernas llegaban hasta Tae, quien pareció reírse y dejarse llevar, mientras que Anya jadeaba ante la sorpresa.
–JungKook, ¿qué crees que haces? –me preguntó sorprendida.
–Hago que te sientas más cómoda –respondí con una sonrisa.
–Hey, volteen y sonrían –nos llamó Namjoon, quien fue el encargado de tomar la foto.
Ambos le hicimos caso, colocando una de mis manos encima de sus muslos. Sonreí para la foto, y luego de ser tomada, la observamos a detalle, excepto Anya, quien comenzó a jugar con un mechón de su cabello, sin importarle siquiera ver la fotografía.
–Y como siempre, Anya opacándolos con esa hermosa sonrisa y ojos que brillan –señaló Jimin de un modo tierno.
–No es mi culpa tener encanto natural –se excusó ella, haciéndonos reír por su falta de modestia.
–Oigan, hemos estado un poco inactivos en las redes, ¿se les ocurre algo para hacer que ARMY pierda la cabeza? –preguntó Jin de pronto, acercándose con Namjoon.
–De hecho, tengo una idea –dijo Anya, sonriendo de lado –. Namjoon, pásame la máscara, por favor.
Namjoon le hizo caso, por lo que Anya se la colocó, acomodándose la capucha para ocultar su cabello en él. De nuevo tomamos la foto, aunque esta vez las piernas de Anya bajaron de mi regazo, para evitar alguna clase de malentendido. Al ser tomada la foto, le pasaron el celular a Anya, quien pareció escribir algo, hasta que al fin nos mostró de que se trataba.
“Segundo día y seguimos trabajando duro, todo sea por ARMY #NuevaColaboracionEnProgreso”
–Tu eres increíblemente buena en esto –señaló Tae, luego de leer lo que había escrito en Twitter.
–Lo tomaré como un cumplido –respondió, quitándose la máscara y bajándose la capucha, colocando de nuevo sus piernas en mi regazo, debido a lo incómodo de la posición.
De a poco, los chicos se fueron alejando, dejándonos solos en el diván. Observé a Anya, quien se veía un poco nerviosa y ansiosa, tal vez porque de nuevo puse mi mano en sus piernas, tal vez porque como dijo ayer en su mensaje, no había olvidado el beso, incluso que esté esperando que le dé otro, para averiguar si soy capaz de cumplir mi palabra, y lo confieso, esa última opción me llama más la atención, aunque no soy capaz de hacerlo en público.
Aprieto con suavidad su muslo, para llamar su atención, obteniendo una linda imagen de ella, a punto de morder su uña, con ojos brillosos y un poco más grandes debido a la sorpresa de mi toque, haciéndome sonreír de inmediato por lo dulce y tierna que se veía.
–Ahora, sólo quedamos tu y yo –señalé divertido.
–Eso parece, del mismo modo en que estas cómodo acariciando y sosteniendo mis piernas –respondió, quitando su dedo de su boca, para sonreírme con ligereza.
–No voy a negarlo –aclaré, sacando mi celular del bolsillo de la chaqueta –. Tomate una foto conmigo.
–¿Mas fotos? Porque tenemos fotos con los chicos, de nosotros, y por supuesto, no olvidemos esas fotos que me tomas cuando “no me doy cuenta” –señaló con una sonrisa, dejándome con la boca abierta.
–¿Cómo te disté cuenta? –pregunté, estaba seguro que había sido bastante cauteloso para hacerlo.
–Al igual que tú, suelo ser muy observadora.
–Eso quiere decir, ¿que también estas observándome? –le cuestioné, acercándome un poco a su rostro, para intentar avergonzarla un poco.
–Eso jamás te lo diré –respondió, dando un ligero toque a mi labio inferior, alejándose de mí, bajando sus piernas para irse del lugar.
Me eché a reír, acariciando mi labio inferior con el pulgar, justo en el lugar donde lo tocó. No creo que se diera cuenta del modo en que bajó sus defensas hacia mí, tampoco de que, por un momento, siguió mi coqueteó. Puede que la mejor manera de obtener una reacción en ella, sea sorprendiéndola y haciendo de modo tan sutil mis movimientos, que casi no sé de cuenta de cuando me responde.