Letra & Música

Capítulo 18. Confusión.

JungKook.

–¿Más de un millón de visitas en menos de cinco horas? –cuestionó Anya, pareciendo interesada sin quitarle la mirada a pantalla de la computadora–. Vaya, ARMY sí que se toma en serio su trabajo.

–Tú mejor que nadie debería saberlo, eres parte del Fandom –le respondió Yoongi acostado desde un sillón, sin siquiera abrir los ojos para verla.

–Si siguen así superaran los dos millones e incluso los tres en menos de doce horas, sería un nuevo récord.

–Parece que están impactadas de verte con nosotros cantando y bailando –señaló Jin, fijando su vista a la barra de comentarios, donde estos no dejaban de llegar.

–En eso tienes razón, aunque hay mayor presencia de L- ARMYS –sonrió Anya, leyendo un par de comentarios que estaban en español –. Se encuentran sorprendidas, impactadas y orgullosas de ver a una latina con ustedes.

–Es por eso que estoy tan orgulloso de ARMY, siempre nos han apoyado con dedicación –expresó Jimin con orgullo –. Ese fue uno de los principales motivos por los que decidimos hacer este video especial.

–¿Y si hacemos un Vlive para aclarar todo? Muchas deben de estar algo confundidas aún con la emoción –propuso Hoseok.

–Pero quería ir a comprar dulces, ya se nos acabaron los que teníamos –nos recordó Taehyung con una mueca triste.

–Yo puedo ir por ellos –me ofrecí, levantándome del sofá donde estaba sentado hace unos momentos, escuchándolos hablar de manera entusiasta ante lo que estaba sucediendo.         

–Te acompaño, no queremos que te pierdas habló Anya, caminando a mi lado.

–Lo que quieres es pasar tiempo a solas con JungKook –se burló Namjoon, sintiendo mis mejillas calientes por la vergüenza.

–Algo de verdad hay en tus palabras –respondió ella, sorprendiéndome de su declaración, tomando mi mano, llevándome a la salida de la habitación.

–¿Y ese arrebato de atrevimiento? –pregunté curioso, pues nunca había sido así de expresiva con sus deseos, al menos, no desde que comenzamos a salir.

Anya no se comportaba de una manera diferente a la que tenía antes, sin embargo, no se oponía cuando me recargó de su hombro, cuando la abrazo o sólo tomó su mano, jugando con sus dedos. A su manera expresa sus sentimientos, lo hace por medio de sus acciones, y eso es más que suficiente para mí, me hace sentir especial.

–Quería pasar tiempo a solas contigo –fue su respuesta, mirándome de reojo –¿No se puede?

–Claro que se puede, es que me tomaste por sorpresa –contesté con una sonrisa, abrazándola por la espalda, rodeando su cintura con mis brazos, mientras recargaba mi barbilla de su hombro –. De hecho, puedo pasar todo mi tiempo contigo.

–No seas exagerado –se río ella, entrando al elevador cuando llegó, en la misma posición en la que estábamos.

–No lo soy cuando se trata de ti –susurré en su oído. Anya suspiró, girando entre mis brazos, quedando frente a frente, mientras colocaba sus manos encima de mi pecho.

–¿Cómo es que puedes decir ese tipo de cosas y hacer que las sienta tan reales?

–Si así lo sientes, es porque es así, mis palabras son reales al igual que mis sentimientos –besé su frente, ganándome otro suspiro de su parte.

–Me gustaría que este momento jamás acabará –la escuché susurrar, lo que me hizo sonreír.

–No acabará si es lo que quieres.

Se separó levemente de mí, sonriéndome con dulzura. Muy pocas veces he visto esa sonrisa, de hecho, nunca la había esbozado para mí, lo que me hace sentir increíblemente especial, porque es a mí a quien se la dado, soy yo quien provoque eso.

–Mejor vamos por esos dulces, hacer ese en vivo y seguir disfrutando de la tarde.

Sonreí, de acuerdo con su oferta, saliendo del elevador hacia la salida del hotel. Al menos ahora estaba cubierto con una gorra de visera y mis lentes de sol, Anya igual llevaba lentes de sol, aunque graduados, porque su visita no es muy buena, o eso ha manifestado ella.

Cada día que pasaba me hacía sentir más ansioso. Quería pedirle a Anya que fuera mi novia, decirle y expresarle todos mis sentimientos sin miedo, sin embargo, algo en mi interior me hacía saber que aún no era el momento adecuado. Me enfoque en seguir a Anya, tomados de la mano hacia la dulcería más cercana, pensando en cómo confesarle mis sentimientos del modo más especial posible.

♫♫♫♫♫

–Estos bombones cubiertos de chocolate están muy ricos –murmuré, tomando otro puñado de la bolsa que abrimos, porque estaba muy desesperado en probar así sea un bocado de ellos.

–Lo sé, cada vez que puedo voy a comprar algunas bolsas.

–¿Cómo que cada vez que puedes?

–Bueno, mi mesada no alcanza para tanto, a veces tengo que pagar algunas cosas.

–¿Qué tipo de cosas?

–Material para las clases y eso.

–Eres muy responsable.

–Lo sé, me gusta mi carrera y haré todo lo posible para poder graduarme, aun cuando me privé de algunas cosas por no tener el dinero suficiente.




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