Cuando escribimos, plasmamos nuestra energía dejando que nuestros demonios, muestren su sentir y magia con letras imperfectas, de una manera fácil y práctica, haciéndonos soñar despiertos, y suspirar profundamente con historias donde las ilusiones se convierten en esperanzas.
Escribimos para reinventarnos, para vivir y sentir, para asomarnos, por esa ventana que nos muestra el alma, con gracia y devoción divina.
Escribimos para descubrir ese tesoro en medio de la nada, y para escribir se necesita estar en paz, con uno mismo, para conectar la mente con el corazón y el corazón con el alma.
Escribimos con el corazón, para crear y compartir, para volver a creer en la insuperable hermosura, que guarda nuestra tremenda existencia.
Es realmente maravilloso, el contacto mental, espiritual y emocional, porque el vino a transformar nuestra vida por completo, cuando escribimos nos sentimos completos llenos de poesía y magia.
Escribimos para evidenciar caminos, para morirnos por un sueño y surgir en la pureza de un pensamiento, de un poema, de una pasión, surgir en un amor eterno.
Escribimos para sacudir conciencias, para alimentar tu alma y corazón, para que la locura no pare de gritar en cada suspiro un te amo, para penetrar tu alma con letras imperfectas, para eso y más, escribimos para ti... P.G.G
Editado: 02.03.2022