Max
Estuve pensando toda la noche en porqué tendrían un expediente de mi tío en una investigación acerca de mi padre y lo más importante es porqué estaba esta abierta, si el único que sabía lo sucedido era yo, no le encontraba sentido. No puedo creer que mi vida haya dado este giro tan repentino. Pasé de tenerlo todo a tener solo más que dinero, que por supuesto no manejaba yo sino los abogados de mi padre hasta que cumpla la mayoría de edad. Mamá murió cuando yo era muy pequeño, ya ni la recuerdo si no es por fotografías, mi padre me contó que sufrió mucho, una enfermedad terminal que fue acabando con ella poco a poco, y mi padre el hombre que yo más admiraba, mi ejemplo a seguir. No podía creer que esto le pasara a él, que era bueno con todo el mundo, merecía mucho más en su vida.
Salí de la casa para ir a la escuela. Hoy decidí ir caminando para despejar la mente, alzo la mirada y veo que Margaret se estaba atando los cordones de los zapatos en toda la entrada de su casa. Rodé los ojos, eran tan linda pero tan tierna, pero obviamente no se lo iba a decir, me acerqué lentamente sin hacer ruido, y la agarré de los hombros halándola hacia atrás provocando que cayera sentada al césped.
—Eres un idiota— me miró furiosa. Le sonreí divertido mirándola desde arriba.
—Me lo has dicho muchas veces.
—Porque es verdad. —dijo levantándose y sacudiéndose—¿No tienes a otra persona que molestar? —empezó a caminar.
—No estoy molestando a ninguna persona—dije siguiéndola, la verdad es que a veces me divertía viendo sus caras cuando se enfadaba, pero la mayoría de tiempo que he pasado con ella llega a fastidiar. Rodó los ojos pero su rostro cambió a como si se hubiera acordado de algo.
—¿y? —me preguntó levantando una ceja. Me quedé mirándola confundido.
—¿Qué descubriste?
—sobre eso, nada—le dije poniéndome a su lado para caminar.
—¿Hicimos lo de ayer para nada?
—Si lo dices de esa manera van a pensar otra cosa—sonreí divertido. Mira hacia otro lado sonrojada.
—idiota—murmuró para seguir caminando más rápido.
Llegamos a la escuela y tomamos caminos diferentes, menos mal mi estado físico está realmente bien, la casa queda lejos de esta escuela ¿Cómo hace esta chica para caminar todos los días? ¿no era más fácil levantarse temprano para que Liam la trajera?

Maggie
Había dejado mis cosas en mi casillero, como siempre no estoy de acuerdo al clima Tengo puesta una sudadera azul claro y gracias al universo un short, de todas maneras me estaba asando, por suerte me recogí el cabello en una cola alta. Estaba por llegar a mi salón de clases cuando un brazo se engancha al mío, observo asustada a la persona y miro que es una chica cabello negro corto, estatura baja, buen cuerpo, ojos chocolates y al parecer buen sentido de la moda y perfectamente maquillada ¿Quién se maquilla a esta hora y para venir a la escuela?.
—Hola, tú debes ser la hermana de Liam, Maggie—Puse los ojos en blanco, mi hermano es un bocón de primera. Si quería pasar desapercibida ya lo arruinó completamente.
—Sí, lastimosamente—susurré lo último.
—Me llamo Camila y voy a tu mismo curso. Algo me dice que este nuevo año va a estar lleno de sorpresas—me dijo sonriente. La miro extrañanada no parecía ser el tipo de chica que se juntaba con cualquiera, viste demasiado bien y tiene la belleza para ser la más popular del lugar—no te asustes, sé que eres nueva, pero aquí me tendrás apoyándote para que nadie de aquí se quiera pasar de listo en ningún sentido—dijo mirando alrededor. No me di cuenta que ya habíamos entrado al salón.
—Si, muchas gracias—dije amigable, parecía buena chica después de todo.
—Ven, sentémonos juntas—me tomó de la muñeca y me llevó a unos asientos que estaban ocupados al fondo de la clase—Están en el lugar de ella y en el mío—dijo señalándonos respectivamente y observándolos con una ceja alzada y una mano en la cintura. Ellos la miraron y se fueron enseguida, me sentí mal. —no te preocupes van a estar mejor allá adelante que nosotras—dijo sonriéndome.
Vaya, esta chica si es abrumadora, pero hasta el momento no me cae mal. Acomodo mis cosas en el escritorio esperando que llegue el profesor y comience la clase al igual que Camila.
Liss me manda un mensaje de texto diciéndome que me ve en el almuerzo, solo le contesto con un simple ok no estoy para mensajitos. El idiota con motocicleta no me ha dicho más acerca del plan que tiene, lo tendré que averiguar así no quiera, nací para esto y él no va a poder evitar que yo consiga lo que quiero.
Veo entrar a Mike con su típica ropa negra, el cabello alborotado y unos auriculares. No paso desapercibida la mirada que Camila le da.
—Dios, es tan guapo. —dijo suspirando con el puño apoyado en la barbilla
—¿Te gusta? —pregunté mirándola
—¿A quién no? —me devolvió la pregunta.
Tenía toda la razón Mike era demasiado lindo, tiene esa aura de chico malo misterioso que a todas les encanta, pero a mí no me llama mucho la atención . Sintió las miradas en él y solo atiné a sonreírle y el me ignoró olímpicamente quitándose los auriculares y poniendo la mirada al frente.
—No pierdas tu tiempo, él ya no es el mismo de antes—dijo con una mirada triste.
—¿Qué quieres decir con eso? —pregunté mirándola intrigada.
—nada, locuras mías—rio nerviosa mirando al frente.