Dean no me quiere decir a donde vamos. Sigo comiendo mi manzana mientras caminamos y hablamos.
- Así que Lina en tu casa- dice, yo asiento- Lo siento pero tengo curiosidad de como llegó a eso. Digo, nunca creí que llegara siquiera a la puerta, pensé que no lo permitirías.
- Bueno, me estuvo jodiendo mucho con que quería ir a mi casa. Y la verdad no lo pensé mucho y acepte, no se... es extraño. No me disgustó para nada que estuviera ahí- digo mirando el pavimento
- Eso es algo bueno. Estas confiando más en ella. Ahora si puedes decir que es tu amiga. Es una chica interesante- dice él
- ¿Una chica interesante?- digo
La encuentra interesante. Bueno es verdad, además de bonita, alegre y...
Suficiente me estoy desviando del tema.
Él parece notar mi dilema, se detiene y me enfrenta.
- ¿Son celos los que noto Clar?- dice divertido
¿Celos? No, no es eso. Solo me extraño que alguien llamara su atención. Aunque muchas chicas lo miran siempre. En la escuela, esa vez en el parque y hasta ahora mientras conversamos. Siempre tiene a alguien mirándolo.
- No, solo me sorprendiste- digo mordiendo mi manzana, me queda muy poca
- Mmm... No creo que sea necesario decirlo niñata pero lo haré de todos modos. Solo me interesas tú, solo te llevaría a una cita a ti y solo quiero estar cerca de ti, ya deberías saberlo. Me valen las otras, si es que lo estas pensando, y con respecto a Lina, solo quiero asegurarme de que no te lastime- terminó sus palabras dando una gran mordida a mi manzana
Me quede mirándolo, luego a la manzana ahora inexistente, se había llevado el último trozo.
- ¡Hey mi manzana!- le reclamo
- Está muy buena- dice- ¿quieres?
- ¿Que? Pero si ya no queda tú...- me corta con un beso. El sabor de la fruta en sus labios me hace perderme unos segundos, para después seguirle torpemente el beso
- Esta buena, ¿verdad?- sonríe engreído
Su actitud en ocaciones me sacan de mis cabales. Decido vengarme, a pesar de que me pone los nervios de punta cada acción de él.
Me acerco más a él, lo agarro de la nuca y le planto otro beso, que por supuesto no se esperaba. Aprovecho que esta algo impactado por mi reacción, cuando él piensa corresponder el beso yo me separo.
- Si, esta muy buena- digo, y continúo caminando
Dean demora en seguirme, se había quedado parado un rato y cuando se dio cuanta me alcanzó corriendo.
- Eso no me lo esperaba niñata- dice con voz más ronca
- Lo se, me di cuenta- digo sin mirarlo
Me entra la vergüenza justo ahora. Es la adrenalina por lo que acabo de hacer. Aun siento en mis labios el calor y el sabor. Es algo increíble en verdad.
Dean me mira fijamente y desliza su mano por mi brazo hasta llegar a la mía. La toma y entrelaza nuestros dedos.
- No dejas de sorprenderme Clar- dice depositando un beso en mi cabeza
Seguimos caminando y de a poco voy perdiendo la vergüenza.
Llegamos a un edificio abandonado. Nos adentramos en él y estoy ansiosa por saber a donde me lleva.
No ha soltado mi mano. Subimos hasta la azotea y al llegar veo unas mantas en el suelo, un equipo de música y varias galletas junto con un gran pote de helado en un balde con hielo.
Le suelto la mano a Dean para llevarme las mías a mi rostro y refregarme los ojos ante semejante vista.
- ¿Te gusta?- pregunta
- Sabes que sí. ¡Me encanta!- me tiro a sus brazos- pero ¿por qué es esto?
- Bueno estuve pensando, y nunca tuvimos una cita como corresponde. El plan de hoy es conversar, comer mucho y disfrutar de una selección de música que estoy seguro que te gustará- dice él sobre mi cabeza
Me separo un poco y repaso todo lo que ha preparado. Parece un sueño, y si lo es, por favor no me despierten.
- Anda ve, dale inicio a nuestra cita- señala con su cabeza el equipo de música
Yo, cual niña pequeña recibiendo un regalo, corro a hacer lo que me dice. Al presionar play, siento que mi cuerpo tiembla de emoción.
La primera canción es mi favorita. Demons de Imagine Dragons.
Cierro mis ojos y escucho la música.
No puedo creer que Dean haya hecho todo esto. Es tan hermoso.
- Sabía que te gustaría- dice él a unos metros de mí
- ¿Cómo...?- me intriga el saber como planeo todo. La música, la comida...
- Tu y yo tenemos gustos muy parecidos y sumándole el que te miro cada día, sé lo que puede gustarte- dice caminado hacia mí
- No es justo yo no te conozco tanto- digo despacio
Dean niega con la cabeza- Eso no es cierto y lo sabes. Me conoces mejor que nadie. Puede que no sepas todo sobre mi vida, pero me conoces porque no te puedo ocultar nada, tu con solo mirarme sabes mis secretos. Nunca te he mentido y posiblemente nunca lo haga. Puede que tu no puedas aparentar conmigo, pero yo tampoco puedo hacerlo contigo.
Esta cerca, muy cerca. Siento su aliento en mis labios, su susurro haciendo eco en mi mente.
Soy yo la que acorta el espacio.
Lo beso, suave y sin mucha experiencia pero él me corresponde y toma el control, poniendo sus manos en mis caderas, sujetándome. Yo algo empinada por la diferencia de altura, él algo inclinado. Siento que mis piernas tiemblan cuando Dean sube un poco la intensidad del beso.