Life

La amenaza

En ese momento sus palabras penetraban en los más hondo de mi subconsciente intentando que mi mente llegara a entender el significado de estas mismas. ¿Pero porque lo pienso tanto? ¿Acaso es muy complicado? Solo me dice que tengo que obedecerle en lo que diga.

  • ¿Espera de que diablos hablas? ¿Cómo que tengo que seguirte? ¿Porque te importa tanto mi vida? — le dije con un tono de enfado y extrañeza luego de al fin reaccionar.
  • No puedes decir que no, yo no me perdonaría si algo como ayer pudiese volver a ocurrir, la vida es bella y todos deberían intentar vivirla de la mejor manera — me dijo con un tono de tristeza pareciera que se pondría a llorar, pero todo esto me confunde mucho más.
  • Que idealista, enserio crees que la vida es importante. Lo que te haga sufrir no me interesa — dije con mucha seguridad y firmeza, pero en mi interior dudaba de todo lo que decía, enserio ella se merece algo como esto.
  • En ese caso Sergio no me dejas elección, si tu no aceptas acompañarnos les diré a todo el mundo que intentaste suicidarte el día de ayer — luego de decir eso su rostro empezó a mostrar una mueca que expresaba una completa satisfacción y sentía como me ridiculizaba esta misma.
  • ¿Por qué te creerían? Yo les diré que es toda una pobre mentira — dije con incomodidad, no me esperaba que ella digiera algo como eso.
  • Sergio seamos sinceros ¿crees que alguien te creería a ti en vez de en mí? — me dijo con un tono avergonzado, se notaba que ella nunca había amenazado nunca en su vida.
  • Pero — yo intentaba formular alguna palabra o frase que me sacara de esta situación, pero todo indicaba que estaba atado de brazos y piernas, era cierto yo no era capaz de perder la poca libertad que tengo, ya que de seguro si llegan a enterarse de la estupidez que intente ayer me encierran en un centro de rehabilitación y peor con la madre que tengo ¿Pero acaso esto es malo? Acaso yo necesitaba la atención de los demás, en ningún momento he dependido de la afición de otras personas ¿Pero yo sigo siendo igual que el resto? Necesito atención, aprecio y que alguien llegue a quererme.
  • Entonces Sergio aceptaras por tu bien o tendré que obligarte — dijo con un tono bajo y con duda ¿En verdad una chica así me amenaza? Al final no importo nada, la conversación finalizo con mi persona aceptando ¿Pero porque lo digo como si fuera algo malo? ¿Acaso no he conseguido lo que deseaba antes de suicidarme?

Después de eso me quede viendo el cielo, era tranquilizador, predecible, pero al mismo tiempo misterioso, todo podría cambiar en cualquier momento, ese cielo era como una pantalla ¿Por qué se me vino a la mente esto? ¿Una pantalla para esconder que cosa? En ese momento la campana sonó nuevamente poniendo fin al almuerzo y yo estando con el estómago vacío, pero con los pensamientos revueltos de incógnitas.

Ya en el salón todo parecía normal volvimos a la misma rutina y yo intente volver a mi mundo fantástico donde yo podía hacer lo que quisiera, ese mundo que muchos buscan, pero muy pocos consiguen alcanzar, la felicidad.

Me desperté en mi asiento del salón ¿Qué raro? Yo nunca he soñado estando aquí y mucho menos deseo el estar aquí, empecé a observar a todos y había algo raro ¿Todos me devolvían la mirada con una sonrisa? Este sentimiento era extraño, algo que nunca pensé experimentar en esta jaula de cuatro paredes que llamaban salón de clases, felicidad.

Todos me miraban y sonreían, estaban alegres porque yo estaba aquí ¿Qué estoy hablando? ¿Acaso mi felicidad se basa en algo tan vano? ¿El ser querido por los demás es lo mejor del mundo? Otra vez las mismas palabras, una y otra vez se repiten en mi cabeza ¿Qué es lo que deseo en realidad? Sé que digo y pienso en lo ridículo de la sociedad, como se ocultan tras mascaras sociales solo para ser aceptados, pero en el fondo sé que yo también deseo eso, o acaso es solo la situación.

En ese momento donde pensaba encontrar algo oculto en lo más hondo de mi ser una sensación a ahogamiento apareció, mis parpados se empezaban a ponerse rojos y lagrimeaban cada vez más, cuando levante la mirada para pedir ayuda todos habían desaparecido enfrente solo estaba Andrea, pero no era ella, diría que ni parecía humano, porque ningún ser humano podría tener esa expresión, era una sonrisa traumatizante, sus ojos estaban completamente dilatados era como ver una par de esferas negras que con cada segundo me succionaba el oxígeno, intente gritar pero no podía, mi boca estaba cerrada como si hubiera sido cosida pero no sentía ningún tipo de dolor solo desesperación, no entendía un carajo de lo que sucedía.

  • POR FAVOR ALGUIEN AYUDEME POR UN DEMONIO — intenté gritar con todo lo que me quedaba de vida, pero con mi boca sellada todos mis esfuerzos se perdieron en el vacío del silencio, con mis últimas energías solo pude observar los labios de Andrea que intentaban decirme algo, pero no lo entendí.
  • ¡Ahhh! — grite en medio del salón dejando a todos estupefactos con lo ocurrido al darme cuenta de lo que hice me oculte lo más rápido debajo de mis brazos esperando que de esta manera pudiera hacerme invisible para los demás como siempre.



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En el texto hay: psicologico, vida diaria

Editado: 29.05.2018

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