Mi nombre es Cinthya y estamos en verano y como siempre me quede sola en casa, llegue temprano de la escuela, ya que es mi obligación hacer las tareas, a veces siento envidia de los demás chicos- me decía mientras empezaba a limpiar el comedor.
Mis manos poco a poco hacían que toda la suciedad que se encontraba acumulada desapareciera, eso me hacía muy feliz, pues significaba que me faltaba menos para terminar.
Ya terminado con el comedor, pase a la cocina, la grasa de la sartén se pegaba en la cocina y como habían pasado algunas horas, está ya se encontraba pegado, agarre la esponja de metal y raspando con fuerza se empezó a limpiar, luego faltaba pasarle trapo. En estos momentos me encantaba imaginar que era la cenicienta, y que esta solo era la parte inicial de mi gran historia, en donde al final yo sería feliz por siempre, pero mi mente al mismo tiempo me ponía los pies en la tierra y me hacía recordar que estamos en la realidad.
Ya terminado con la cocina, seguí con el piso, el movimiento en tic-tac de la escoba era hipnotizante, el solo verlo me relajaba, ya cuando finalicé con el primer piso, proseguí a ir a las habitaciones, tendí las camas, recogí los juguetes y llevé toda la ropa sucia al tacho.
Ya con todo esto hecho, empecé a hacer la comida, como ya eran las 5 pm me quedaba solo media hora para hacerla, me puse a toda marcha, lave los vegetales, los corte y puse en el estofado, era lo único que podía hacer si quería terminar a tiempo, pero aun así no lo logre, faltando solo 10 minutos ellos llegaron.
Mis padres, aunque en realidad solo era mama y mi padrastro.
“Bienvenidos, casi ya está lista la cena”
“Que cansado que estoy, espero que hayas hecho algo bueno hoy Cinthya”
“Si más te vale, yo como tu madre debo recibir algo bueno”
“Si!, por supuesto hoy comeremos bien, solo falta un poco más”
Ya me falta poco, alguna forma de distraerlos, una forma, ¡una forma!, ¡una forma!!!!
¡Sí!, la televisión. Me giro a ver el reloj, siendo ya las 6 pm estaba a punto de iniciar su programa de reality que tanto les gustaba, mi mano se estiro lo más posible y cogí el control, al mismo tiempo presioné el botón de encendido, justo estaba puesto el canal.
Como apareció la imagen ellos se quedaron sentados, como si fueran zombis, la verdad nunca le entendí lo bueno del programa, solo son chicos que giran tuercas y mostraban sus cuerpos. Aunque había personas que lo llamaban programas de educación física.
Mejor dejo de pensar en ello y termino la comida, al decir eso un olor llego a mi nariz, era el guiso que se había quemado, me había distraído demasiado.
Corrí lo más que pude para poder apagar la cocina y evitar que llegara el olor a mis padres, pero nada de eso basto el olor ya estaba ahí, sabía lo que me sucedería, mi cuerpo por instinto desapareció del lugar, llegue hasta mi cuarto y debajo de mi cama encontré mi escondite.
Cerrare mis ojos y así poder irme de aquí, así todo lo que suceda no lo sentiré, mi mente era como mi propio mundo, aunque ya tenía 16 años seguía soñando con fantasías, los cuentos de hadas me enseñaron que si eras diferente serias feliz al final, pero a mi cortos 8 años la realidad me toco a la puerta, mi padre que era muy bueno conmigo y me comprendía apareció muerto, en ese momento todo cambio, el ser una buena persona no te mantendría a salvo, el obedecer a otros si, el ser diferente era muy peligroso.
Pareciera que todo pasara más lento en mi mente, podía pensar en muchas cosas, pero como todo, hay un final, se abrió la puerta de mi cuarto, era mi madre gritando, mi cuerpo completo empezó a temblar, mi mente en blanco. Solo me quedaba responder.
“¿Si mama?”
“Como si mama, malnacida sal de ahí, has quemado toda la comida desgraciada, ¡ahora que comerá tu padre!”
Mis piernas se movieron solas, tenía que obedecer.
“Lo siento mama, no volverá a suceder”
“Claro que no volverá a suceder, después de lo que te hare nunca más volverás a olvidarte de la comida”
Detrás de ella se apreciaba el cinturón de mi padre, mejor dicho, de mi verdadero padre, era de cobre, de cuando joven iba a los rodeos a participar, ahí justamente conoció a mama, fue amor a primera vista, aunque algo dentro mío me hacía dudar de ese amor que se habían tenido.
Después de esto, siguió el castigo, de todo lo que grite y llore al final me quede dormida, ya siendo las 12 pm, mama y papa estaban dormidos, yo recién me había despertado, toda mi pierna estaba adolorida y me ardía. Mañana hay clases tengo que dormirme ya, así también no pensare en el dolor, unos 5 minutos después por fin pude quedarme dormida.