Capítulo 4: Piélago

     Obviamente no quise ni acercarme a la cama en toda la noche, se lo que me espera si duermo, aunque la última vez que me pasó iba caminando por la calle, simplemente no quiero correr el riesgo.

     Pienso profundamente en lo que Nicol me dijo, sobre buscar más información, no conformarme solo con lo que papá me dijo, no es que él sea un mentiroso, es que la información que me tiró es demasiado densa y simplemente sigo lleno de dudas. Hay muchas grietas en su historia, cabos sueltos que casi me piden a gritos que los ate.

Mi puerta suena, mi papá entra y trae una bandeja con un desayuno encima.

-Permiso, buen día, te traje esto, espero que… ¿no dormiste nada?

-¿Por qué?-Pregunto confundido.

-Tenés las ojeras del tamaño de tu cara más o menos.

-Estoy bien, tengo fiaca nomas.-El da un resoplido de frustración y deja la bandeja en mi mesa de luz.

-Perdón Noah, de verdad te pido perdón, no sabés lo mal que me siento.

-Ya está pa, no te auto-flageles, ahora hay que seguir adelante nomás.

-¿De verdad lo decís?

-Si, por supuesto.

     -Genial, gracias por comprender, sé que es algo muy difícil pero no podría perderte a vos también. Entendés lo que significa esto ¿no? No se lo podés contar a nadie, ni siquiera a Nicol.

-Sí, lo entiendo. Estoy consciente de la gravedad del asunto, aunque poco lo entienda.

-Hoy es sábado, disfrutá de tu desayuno y de todo el día. Yo me voy.

-Gracias viejito, te espero a la tarde con unos verdes.

     Él se va y me gustaría decirle que me siento totalmente inseguro y lleno de pánico, que lo necesito más que nunca y que creo que me estoy volviendo loco. Pero debo mantener mi propia cordura.

     Repentinamente, siento unos golpes en mi ventana. Me doy vuelta curioso y veo a Nicol con un montón de papeles en la mano, me está sonriendo, voy a abrirle para que entre.

-¿Qué pasó?-Pregunto.

     -¿Tu papá ya se fue?-Me pregunta con voz forzosa mientras se dobla para entrar por la ventana. Lleva puesto un buzo deportivo demasiado grande de color negro con un enorme tigre atras que yo le regalé el año pasado porque no me gustaba. Tiene puesto un gorro de lana y un joggin gris algo holgado. Nicol no es experta en vestirse bien. Casi nunca se maquilla y pocas veces la he visto verdaderamente peinada. Pero aun a pesar de eso... ella siempre se ve increible.

-Sí, acaba de irse... Me había olvidado de ese buzo horrible. Te queda enorme ¿Por qué no lo tirás?

     -¿Estás en pedo? Es lo más hermoso que tengo. Nunca lo voy a tirar.-Dice y me sonrie brillantemente mientras siento mi pecho cerrarse.-¿Estás seguro que tu papá se fue?

-Si, segurisimo.

     -Ok, vení a la cama conmigo.-Dice entusiasmada mientras acaricia el borde de mi cama. Yo la miro sonriendo de manera picara.-No seas idiota Noah, quiero mostrarte algo.

-Sí, ya sé, quería hacerte una jodita.-Digo mientras me siento a su lado.- ¿Encontraste algo?

     -Más que algo.-Dice ansiosa.-Revisé casi todas las noticias posibles que pudieron salir los meses previos a tu nacimiento sobre lo que sucedió en el barco. Los periódicos electrónicos convencionales no hablan de eso, pero las fuentes “amarillistas” de la Deep Web hablan… y mucho.

-¿Amarillistas? Eso no suena para nada convincente.

     -Otra cosa. La Deep Web es más oscura y macabra de lo que habia pensado. Nunca más voy a volver a entrar. Casi vomito, estoy literalmente traumada con las cosas horribles que vi ahí.

-¿Que tipo de cosas horribles?-Pregunto curioso.

     -Creéme, no querés saberlo. Ahora, escuhá esto. “Todos vemos a la mujer caer al enorme y profundo mar teñido de un verde espantoso, todos la vimos y vimos gritar a su esposo pero tanto la tripulación como la seguridad a bordo parecen tomar la situación con extrema calma”

-¿Qué es eso?

     -Es un antiguo blog, tiene un post que se llama La llamada del mar. Es de hace muchísimo tiempo pero todavía está ahí, al parecer este blog está conformado por usuarios que estuvieron en el crucero y vieron lo que sucedió.

-Esto es demasiada coincidencia, no puede ser verdad.

     -Escuchá esto “La gente de negro se encarga de entrevistarnos uno por uno. A todos nos dicen lo mismo, que no debemos de hablar de lo sucedido porque de otro modo vendrán por nosotros”