-¡No hay vuelta atrás Noah!-Grita Enzo mientras la lluvia y los truenos se intensifican.-Terminá el vínculo, o tu novia y tu padre van a sufrir las consecuencias de tu egoísmo.
-¡No! ¡No lo hagas hijo! ¡No te acerques a esa cosa!
-¡Es tu decisión!-Insiste Enzo.
-Yo no lo haría si fuera vos.-Agrega Santiago.
-Noah, tenés que repensar esto.-Me dice Nicol, mientras un nuevo y fuerte rugido emerge del mar. Pero, a pesar del giro que ha tomado la situación... no puedo quedarme de brazos cruzados. Ya llegamos hasta acá y necesito saber que pasa detras de todo esto. Sé que la teoría del liquido amniotico es viable pero tambien sé que hay algo más, algo que no estoy viendo y que necesito aclarar de una vez por todas.
-Ya es tarde Nicky…
El agua del mar comienza a salpicar en grandes medidas hacia arriba de la plataforma y me enfilo en la pista de aterrizaje para acercarme al borde.
Lo estoy viendo, el monstruo se asoma de a poco mostrando su inmensidad al final de la plataforma. No detengo mi andar hacia él, sigo adelante. Después de un par de segundos ya se ve por completo todo el cuerpo de la criatura.
Sigo caminando constante, encontrándome con su mirada, sigo caminando hasta que ya estoy lo suficientemente cerca del borde. No puedo creer este momento, parece un sueño, es demasiado surreal, estoy parado frente a un monstruo gigante. Ya debo sentar cabeza a esto, dar por sentado que lo que pasa no es tan sobrenatural como mi cerebro lo interpreta. Debo armarme de valor… debo enfrentar esto. Es ahora o nunca.
-¡Acá estoy!-Grito lo más fuerte que puedo.- ¡Hacé lo que tengas que hacer de una vez por todas!-La bestia parece reaccionar ante mi voz, ya que hace lo que puedo interpretar como un gesto de reacción.- ¿A qué viniste? ¿Por qué destruiste esas ciudades? ¡¿Qué es lo que querés de mí?!
El monstruo lanza un rugido muy fuerte y poderoso, hay tanta profundidad y presencia en ese rugido que tengo erizada la piel.
La criatura comienza a acercarse a mí. Su rosto se aproxima a mi cuerpo y ahora lo tengo a lo que podría decir que son dos o tres metros. Sé lo que tengo que hacer a continuación, sé lo que él espera… quiere que lo toque. Trato de no pensarla tanto, me acerco a él y lo toco.
Rápidamente todo se vuelve oscuro y una ráfaga de imágenes me ataca. Recuerdos, viejos y nuevos, el viaje con Nicol, el misterio de mi madre, Kynigós, la muerte de Martina, la muerte de Leo, la traición de Enzo.
De pronto, comienzo a sentir tranquilidad, abro mis ojos y veo un entorno cerrado y líquido, como si estuviera dentro de una bolsa llena de agua, la bolsa pareciera ser de un color naranja traslucido. Miro de nuevo, y veo dos pequeñas manos agarrándose, son tan pequeñas que dan ternura, son bebés, son dos gemelos, claro, estoy viendo un vientre con dos pequeños bebés sosteniéndose las manos… mis manos… nuestras manos… yo soy uno de los bebés y el otro… muere rápidamente al momento del parto. Yo salgo airoso pero el otro bebé no… debería decir la otra bebé, es una niña, quien muere antes de salir de nuestra madre. Mi padre me había contado que ellos nunca quisieron saber el sexo del bebé, pero… ¿acaso nunca vio una ecografía? ¿Nunca vieron dos bebés?
El enlace se rompe, acabo de soltar el toque con la criatura y vuelvo a sentir la lluvia cayendo fuertemente.
-Sos vos…-Digo hablándole a la bestia.-Vos sos mi hermana. Algo sucedió mientras mamá flotaba en el agua, el líquido amniótico llegó a un bebé… sos mi hermana…-Digo y la criatura se retrae hacia atrás… ahora entiendo todo… por eso estábamos vinculados, una conexión de hermanos, de gemelos… no puede ser. Mi hermana está ahí, en algún lugar, luchando por escapar de dentro del monstruo. Se debe de sentir algo así como una doble personalidad. Una presencia tratando de escapar hacia la superficie de una presencia mucho más grande.
La criatura se cierne poderosa y firme, la miro y ella me mira y nos perdemos en el mar de nuestros ojos… un silbido rápido y fugaz se escucha y el costado derecho de la criatura explota. La explosión me sobre salta y cuando me reincorporo veo un par de jets de combate sobrevolando el área.
-¡Es el ejército filipino señor!-Grita uno de los agentes.- ¡Nos encontraron!
-¡Maten al padre, al policía y a la chica! ¡Tráiganme a Noah vivo!-Grita y comienza a correr como todo un cobarde.
Empiezo a correr hacia mi padre y Nicol mientras detrás de mí veo como los misiles Filipinos estallan contra la bestia. Quien no sé en este momento si es el monstruo en su totalidad o mi hermana.
Llego donde Nicol y mi padre, se están cubriendo con una parte del avión destrozado mientras los agentes Kynigós nos disparan.