Gracias al buen humor de Miu Hotaru pudo almorzar con ellas el resto de la semana, ahora insistiendo en que tendría que enseñarle a preparar algo. Cansada ese día se excusó en que iría por algunos libros de recetas a la biblioteca.
Cargando su almuerzo buscó un lugar para comer en paz, pero lo suficientemente hambrienta para no animarse a cruzar el instituto hacia su jardín secreto, así que se sentó en una de las bancas de uno de los patios principales. Dio un pequeño sorbo a su caja de jugo, los alumnos parecían animados, al fin había acabado la primera época de exámenes, una voz a sus espaldas le impidió probar el primer bocado.
- ¡Hotaru!…
Buscó con la mirada, a unos metros Keiji le hacía expresivas señas, como si en realidad se encontrara a kilómetros de distancia. Levantó la mano, él se acercó a paso lento, no quiso sonreír demasiado, aunque verlo le resultara placentero.
-¿Estás sola?- musitó, ella asintió con la cabeza- entonces…¿quieres comer con nosotros?
¿Nosotros?
-Momo y Aki ya vienen.
¿Aki?...Se avergonzó al recordar la escena del centro comercial.
-…bueno...no lo sé...
-descuida, son amables…
En ese momento Momo le lanzó algo que Keiji atrapó de en el aire sin mucha dificultad.
- ¡Qué buenos reflejos!
-invité a Hotaru …
Aki le dirigió una sutil sonrisa, con una expresión amable y al mismo tiempo un poco intimidante, sin duda su apariencia era la de un atractivo personaje de manga.
-no hay problema…- murmuró con una voz suave.
-por mi no hay problema-agregó Momo.
Sentándose junto a ella los observó conversar sin atreverse a intervenir. Le era inevitable concentrarse en Aki, quien asentía a todo, pero nada en él ni en Keiji denotaba la complicidad que habían demostrado antes…
- ¿Te gusta?- musitó Keiji al verla distraída. Había dejado ante sus ojos un tierno gorro de lana oscuro con orejitas de gato.
-es...es lindo...- titubeó avergonzada.
Lo dejó sobre su cabeza mencionando que lucía adorable. Hotaru sintió su cara enrojecer. Los otros dos chicos la miraron curiosos y sonrieron a la par.
-la estás incomodando- aseveró Momo.
-es un regalo de Aki- se alegró Keiji- aunque él no quiso comprarse uno…
-sólo a ti te quedan bien ese tipo de cosas- se burló el moreno.
-¡pero nos hubiésemos visto iguales!
-olvídalo- respondió Aki mostrando otra vez su sonrisa- nuestras personalidades son totalmente opuestas.
- ¡Exacto! Es por eso que son una buena pareja...- rió Momo- se complementan a la perfección.
Entonces era cierto, ellos eran...
Notó que Keiji lo miraba con el ceño fruncido, pero Momo seguía riendo
Por alguna razón se sintió apenada, Keiji era uno de los pocos que no le causaba temor. Tal vez por esa razón se comportaba tan amable con las chicas…
Quiso escapar, pero sólo los observó en silencio continuar la conversación.
- Creo que jugaremos dobles esta temporada- murmuró Aki pensativo.
- claro, por ahora son la única pareja establecida.
-¿vendrás a vernos, verdad?- le sonrió ahora su amigo.
-…¿verlos?
- no puedes perderte la oportunidad de ver a la gran Pareja de Oro en acción - agregó Momo.
Así que jugaban dobles juntos.
En clases le fue difícil concentrarse, llevándose un regaño de la profesora de física.
Aunque claro, cómo no lo había notado antes. Cada vez que una chica se le acercaba Keiji se limitaba a sonreír y dar las gracias sin demasiado interés, junto con su comportamiento de cierto modo infantil. Y al igual que Aki, siempre amable pero distante frente a sus admiradoras. Ambos eran demasiado perfectos.
-…Vas a ayudarme ¿verdad? - era Miu, sonriente, ahora sacándola de sus pensamientos- ya compré algunas cosas que pueden ser de utilidad.
- ...claro…- respondió sin la convicción suficiente, aun así, ella insistió en esperarla a la salida.
La entrenadora del equipo de tenis le encargó practicar junto a las demás novatas, y aunque ya lograba dar las vueltas a las canchas sin esforzarse en extremo, su principal motivación radicaba en ver entrenar a Umi. Con unos brazos atléticos y piernas fuertes corría de un lado a otro para devolver las pelotas de su contrincante, demasiado concentrada como para fijarse en su presencia, por lo que cuando acabó el partido se sintió halagada en que la saludara. Lamentablemente otra de sus compañeras se acercó para entregarle una botella de agua.
- ¿No vienes?- musitó Umi mientras las demás caminaban al camerino.
Hotaru asintió avergonzada.
Mientras se cambiaban sus compañeras se ponían de acuerdo para hacer un grupo e ir a animar a los chicos, claro que el favorito de todas era Aki, ella continuaba pensado en su cercana relación con Keiji, y debía imaginar que de seguro las demás no estaban enteradas.
-…¿Tú tienes algún favorito?- murmuró Umi en cierto tono de broma.
- ah…bueno- se avergonzó-…no es Aki.
Umi sonrió complacida.
- la pareja de oro y yo nos conocemos desde secundaria, siempre han tenido a su grupo de admiradoras- musitó- aunque soy más cercana a Keiji.
-…él…es…es agradable.
Ella asintió tomando su bolso, Hotaru la siguió, hubiese querido averiguar si lo de su relación amorosa era cierto, pero aun no tenía la confianza para hacer más preguntas.
Justo a la salida del área de entrenamiento el chico rubio de la vez anterior la esperaba, Umi pareció un poco avergonzada, aun así se apresuró en despedirse y caminar hacia él.
Por su parte, dejó su bolso de entrenamiento en el casillero y en pocos minutos fue alcanzada por Miu, quien a diferencia de ella parecía más animada que de costumbre.
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Editado: 29.11.2024