En Nosferália, Lilth escuchaba nostálgica en el horizonte aquellas palabras que le llevaba el viento de madrugada, y Valek, oculto entre la espesura que rodeaba al castillo Stoker, la observaba queriendo adivinar qué era lo que la Princesa de ojos orientales, buscaba en aquella lejanía, hasta que a sus oídos llegaron también las frases en el viento que acaparaban la atención de su Princesa, al observarla pararse en el quicio de la ventana para apreciarlas mejor, deleitó sus ojos, admirando la real belleza gótica de aquél estilizado cuerpo vestido con velos de tonalidades oscuras, y sus alas extendidas como lista para emprender el vuelo, por fin comprendió qué era lo que la chica escudriñaba en la distancia, cada noche.
-¡La voz en el viento! Eso es lo que mi hermosa Princesa busca, pero esa voz no proviene de Lúa Dark, viene desde el sur traído por los vientos que bajan de las montañas, tal vez es una nueva arte creada por los tritones de Aqua, yo también la había escuchado, pero no lo había relacionado con su curiosidad.
Pensaba distraído, cuando al presentir algo en sus cercanías, lo hizo moverse furtivamente y agacharse al escuchar el zumbar de algo metálico que cortaba el aire, un golpe seco en uno de sus costados lo desequilibró proyectándolo al piso donde cayó cual si fuera un gato, de rodillas y manos, pero cuando intentó darse la vuelta para escapar ya no pudo hacerlo, no por la fuerza del impacto con el suelo, sino por la pierna de Zebrath Alnino que lo inmovilizaba boca abajo, mientras le decía:
-¿Así que tenemos un curioso furtivo? ¿Quién eres y que buscas?
Y Valek que no lograba zafarse de la opresión de la pierna que lo sostenía al suelo, le contestó.
-Si me liberas podré contestarte.
-¿Liberarte, quién me garantiza que no me atacarás al liberarte? Miserable guerrero de clase baja; ¿Eres uno de los derrotados de Nosferália?
-Si consideras que los derrotados de Nosferália somos guerreros miserables y de clase baja; ¿Qué temor tienes entonces de liberarme? Si te ataco fácilmente me derrotarías; ¿Oh no? ¿Qué acaso no eres tú uno de los maestros Omega?
-Si no tuviste la oportunidad de verme hasta que te sorprendí espiando, y menos desde que te sostengo con la cara al suelo; ¿Cómo diablos sabes que soy uno de los Omega?
-Porque solo uno de los Omega podría sorprenderme así. –le contesta Valek.
-Mi nombre es Zebrath Alnino y una de las habilidades que me ayudaron a ser uno de los Omega, es que nunca menosprecio al enemigo y tú a pesar de tu condición de derrotado, no eres un enemigo cualquiera, ahora dime; ¿Qué buscas en el castillo?
Valek flexionando sus brazos, levantó un poco su pecho del suelo he hizo girar su cuerpo para liberarse de su opresor y al ponerse de pie, Zebrath que ya lo esperaba en guardia, le lanzó un tajo buscando cortarlo con una de las navajas que forraban cada una de las articulaciones de sus alas de murciélago, fallando en su ataque, ya que Valek ágilmente arqueó su cuerpo, para salir de su rango y después de dar maromas hacia atrás, al recuperar la vertical le dijo a su oponente:
-¡Basta ya! Que yo no soy un enemigo del reino y no vine a buscar pelea, soy habitante de Nosferália, y tu rango de maestro Omega no te da el derecho de tratarme así. –dice antes de sentirse atrapado por un candado en el cuello.
-¿Así que tenemos un visitante sin invitación?
Dice Zulbarán Estrato, otro de los maestros Omega, de fuerte musculatura pero sin cabello y de baja estatura; Valek al sentirlo, para zafarse arqueó su cuerpo hacia el frente para catapultarlo y lanzarlo hacia Zebrath, pero fracasó en su intento ya que logró lanzarlo, pero no impactarlo contra su enemigo, que en una rápida maniobra de contraataque, se lanzaron en una embestida frontal contra él, fallando también en su intento gracias a un oportuno salto, que el atacado efectuó para moverse del punto de impacto, siendo interceptado en al aire por Moriath Tilazo, que ya se sumaba a aquél especie de arresto extrajudicial que intentaban efectuar los guardianes del reino; Moriath se lanzó en picada con su prisionero, logrando impactarlo contra el suelo y arrastrarlo de cara por unos cuantos metros.
-Muy bien maestro Tilazo has atrapado al intruso, antes de meterlo a las mazmorras me divertiré un poco con él despedazándolo. –Dice Zulbarán con voz siniestra.
-¡Deténganse ahora!
Se escucha el grito imperativo de Lilth, que arribaba a la escena acompañada de Zeth Core y Aztelán Composto.
-¿Qué es lo que sucede? ¡Por un momento creí que luchaban con el guerrero de Alcalá de la otra noche! Pero ahora me doy cuenta que no; ¿Quién es el contrincante que les está dando tantos problemas?
-Es nadie, su majestad. –Le contesta Zebrath. -En un minuto lo haré pedazos y le aseguro que no le quedaran ganas de volver a acercarse al castillo.
-¡Pregunté por su identidad guerrero! Suéltalo maestro Tilazo y déjenlo explicar quién es y que hace tan cerca del castillo. –dice Lilth definitiva.
Valek al sentirse liberado, se levantó un poco descompuesto por la incómoda posición en la que había sido arrastrado, sacudiéndose el polvo de su ropa y su cara para mejorar su aspecto, y echándose el cabello hacia atrás, le contesta:
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Editado: 25.10.2022