Al salir del aula sintió, a diferencia de los demás chicos, tristeza.
Tristeza porque no vería a sus amigos hasta acabado el verano, Tristeza porque se quedaría en su casa aburriendose. O eso creía.
Se despidió de sus amigos y emprendió viaje de vuelta a su casa. Estaba bastante lejos. La escuela estaba en el centro de La Plata y su casa estaba en Berisso, a las afueras de la ciudad.
El trayecto fue tranquilo, hasta que llegó a la recientemente renovada estación de tren de la ciudad. Estaba tranquilamente caminando hasta que se tropezó con una caja tirada en el pasto. Era pequeña, como una caja de cereal, estaba envuelta con papel madera. Era dura, como si contuviera algo. Sin pensarlo dos veces la tomó y se metió dentro de la estación para no estar a la intemperie.
Al entrar buscó los baños de hombres y se metió dentro de un cubículo. Se sentó encima de la tapa del váter y comenzó a abrir el pequeño paquete.
Rasgo el paquete desde una punta.
Se asomó la esquina de cuero duro negro con una solapa metálica en la punta.
Era un libro, eso estaba claro.
Acabo de romper el papel y se desveló el libro entero. Era de cuero negro con las puntas de las tapas de metal con detalles grabados. No tenía ningún sello de una editorial o de un autor, por lo que podría ser un cuaderno de notas o una agenda. Al abrirlo se encontró con una serie de manuscritos que parecían ser instrucciones de algunos tipos de juegos.
Cameron lo guardó en su mochila y se dirigió hasta la salida de la estación. Salió a la calle y comenzó a caminar de nuevo hasta su casa.
Al llegar a su hogar su madre ya se había ido a dormir, por lo que tendría que comer sólo como siempre. Se preparó la una pechuga de pollo y se sirvió un vaso de gaseosa fría sin hielo. Se sentó en la barra de la cocina, abrió su mochila y sacó el diario que había encontrado horas antes.
Lo abrió y leyó las primeras páginas, no podía creer lo que estaba leyendo.
"Primero, deben de buscar un muñeco" - Comenzó a leer - "luego ponerle un nombre" - Siguió, tenía curiosidad de que era lo que estaba viendo - "acto seguido meter parte de su ADN dentro del mismo (puede ser una uña o pelos), luego, atarlo con un hilo rojo representado la sangre. Llenen un balde con agua tibia y sal. Metan el muñeco dentro y digan tres veces 《es mi turno》 acto seguido apuñalen al muñeco." -
Comenzó a ponerse tétrico - "Luego digan tres veces 《Es el turno de [nombre del muñeco]》, atenle el cuchillo al muñeco, toma un vaso y llénalo con la misma agua de antes y escóndete, o te encontrará." - ¿El libro se refería a que ahora el muñeco buscaría al jugador?
Cameron se sorprendió por las instrucciones de ese "Juego", sin embargo, sentía curiosidad por saber como continuaba.
"El objetivo es simple" - Continuó leyendo - "Encontrar al demonio antes de que te encuentre a ti, y lanzarle el agua."
Ahí terminaba, No había nada más en el libro, eso era todo.
- Que estupidez - Dijo Cameron
El libro se cerró sólo.
- Pero que car... (¡¿?!) - Cameron se impactó.
Habían aparecido palabras en la solapa trasera del libro.
Comenzó a leer.
"¿Te atreves a intentarlo?, sorpresas te aguardan y una recompensa de sabiduría también."
Cameron quedó en shock, aunque no sabía a que se refería el libro.
- Se más claro. - Dijo con autoridad.
Apareció otra oración. Era como si el libro estuviera vivo.
"Por cada juego que superes aparecerá otro"
Tomó el libro y lo metió a la mochila. Limpió la mesa, lavó los platos, apago la luz y se fue a dormir a su cuarto.
Cameron se acomodó entre las mantas de su cama. No podía entrecerrar los ojos. Seguía pensando en aquel extraño diario, ¿en serio le había hablado? 《No seas idiota - Se dijo- Los diarios no hablan. Sólo tienes sueño》- Pero no lograba convencerse de lo que el mismo decía.
No podía dormir.
Se levantó con un sentimiento de desesperación creciente, como si se estuviera ahogando, sentía un vacío dentro de él, una mezcla de sentimientos inexplicable.
Salió de su habitación, No sabía si despertar a su madre o sentarse en la cocina, ya que ni el mismo sabía que le pasaba.
Bajo las escaleras y se sentó en la barra.
- No puede ser - Dijo al verlo
Era el diario, estaba abierto encima de la mesada, cerca de la ventana, no sabía que hacer, si leerlo, cerrarlo y guardarlo o dejarlo ahí.
La desesperación aumentaba, y se añadió algo, ahora estaba nervioso.
Tomó el diario y lo lanzó por la ventana abierta del patio. Pero aún así
seguía igual, algo estaba mal.
Caminó hasta la puerta principal y salió a la calle por un poco de aire, había estado lloviendo y la calle estaba húmeda.
Cerró la puerta y comenzó a caminar por el medio de la calle sin rumbo aparente, sin pensar en nada, sólo caminaba.
Caminaba y caminaba, no pensaba en nada.
Hasta que se detuvo.
Se tiró al suelo de la carretera húmeda. Continuaba con esa mezcla de sentimientos horrible. 《Me vendría bien un baño》- Pensó
Volvió corriendo hasta su casa. Salió al patio y tomó el diario. 《
¿Quieres que lo haga? De acuerdo, como quieras.》 - Estaba aceptando un nuevo reto del diario. Había aparecido otro distinto. Esta vez decía "Encierrate en un baño a media noche. Llena la bañera y di [mohana
chan, dime como moriste] tres veces hasta que ella aparezca detrás tuyo, intentará hacerte resbalar, ten cuidado. Ahora te perseguirá todo
el día siguiente. No la veas nunca a los ojos. Que no te atrape. Para terminar el juego, en exactamente veinticuatro horas vuelve al mismo
baño y di [Kita]"
Este parecía más peligroso que el anterior. Mucho más, pero Cameron
estaba necio, quería quitarse esa mezcolanza de encima.
Entró al baño, lleno la bañera. Se desvistió y entró en ella. Dejo el diario en la pared de la bañera y pronunció...
《Mohana Chan, dime como moriste.》
《Mohana Chan, dime como moriste.》
《Mohana Chan, dime como moriste.》
PUM
Un golpe Se escuchó un golpe detrás de él.
Acabó de enjuagarse la cara en la bañera, se levantó. Puso un pie fuera de la bañera y...
CATAPLASH
Cameron calló al suelo.
Editado: 26.08.2018