Linajes Perdidos

Cinco

Crystin Barrow

— Hola, perdonen que los interrumpe chicos, pero ¿Han visto a Jason? No lo veo desde el sábado y ya me preocupé — Los amigos del pelirrojo solo niegan con la cabeza y vuelven a su charla.

He estado buscando a Jason desde que no regreso a casa después de su cita con Tiffany, Verónica ya puso el reporte con la policía, pero ellos no aceptan el reporte hasta que hayan pasado 48 horas de su desaparición, no necesito todo ese tiempo para saber que algo le paso a mi amigo, el nunca había desaparecido de tal forma.

He estado preguntando a todo el mundo sobre Jason, ya recurrí a sus amigos y lugares más frecuentes, pero nadie sabe nada de él, lo último que saben es lo mismo que yo, salió con Tiffany y ya no regreso. Verónica ya empezó a poner afiches de "Se busca" con el rostro de Jason y su descripción, pero hasta ahora todo ha sido inútil nadie sabe algo de él.

Estoy en la escuela pegando los afiches, cuando a lo lejos veo a Tiffany con sus amigas, tengo que preguntarle si sabe algo, ella fue la última que estuvo con el.

— ¡Tiffany! Espera — Grito, estoy corriendo en su dirección, ella me ve y sonríe.

— Hola ¿Que ocurre? — Cuestiona, dudo que se haya enterado de lo ocurrido o en dado caso Jason no es tan importante para ella como para estar preocupada por el.

— Disculpa que te interrumpa ¿sabes dónde está Jason? No llego a casa después de verte, está desaparecido — Ella me ve confusa unos segundos y niega con la cabeza.

— No, el sábado estuvimos juntos toda la tarde, pero de la nada se empezó a comportar muy extraño, me llevo a casa, pero parecía preocupado, me hizo prometerle que no saldría de casa hasta que amaneciera, luego se fue corriendo en dirección a la casa abandonada que está a las afueras del pueblo, se me hizo extraño cuando no respondió mis mensajes, pero pensé que le había aburrido, no sabía que estaba desaparecido — Dice ella, tiene los ojos llorosos, me equivoqué, aprecia a Jason.

Le agradezco, salgo corriendo de la escuela, me dirijo a casa para contarle a Verónica la nueva pista de donde puede estar Jay, cuando lo vea lo mataré por asustarme tanto, ese hombre es lo más importante que tengo en mi vida, si yo llegase a perderlo no sé qué haría, él ha estado conmigo toda la vida y siempre ha sido alguien en quien confiar.

Aún recuerdo la primera vez que llore por una broma que me hicieron las niñas de la escuela, teníamos 11 años, a mí me gustaba un niño de mi curso Zack, Karen y sus amigas pensaron que sería gracioso hacerme una carta de amor de su parte. "Querida Crystin, sé que te gusto, tú también me gustas, me gustas desde que te conocí, háblame de esta carta y hablemos de nuestros sentimientos más profundos, con amor Zack".

Le hable a Zack sobre la carta y lo único que dijo fue "Yo no te escribiría nada, eres una rara". Ese día regresé llorando a casa, Jason me vio hundida en llanto, no dijo nada, solo me abrazo hasta que se me pasó y pude hablar, le conté todo lo ocurrido.

Al siguiente día, llego enojado a mi clase, se paró delante de Karen, ella había estado enamorada de Jason toda la vida así que cuando el pelirrojo le dijo "Si me entero de que volviste a molestar a Crystin te la vas a ver conmigo y créeme no quieres eso o ¿Hace falta que les diga a todos que me escribes cartas de amor todo el tiempo? Terminan en la basura por si las dudas. No te metas con ella y eso va para todos" ella me odio un poco más, pero desde ahí pararon un poco las burlas. Jason era mi protector y me tocaba hacer lo mismo por el.

Llegué a casa, Verónica no estaba, así que decidí llamarle, todas las veces me mando a buzón de voz, supuse que había ido a la comisaría para dar el reporte de Jason otra vez, ya habían pasado las 48 horas de su desaparición. Alguien toco a la puerta, abrí.

— Hola Crys, estuve todo el fin de semana fuera, apenas me enteré de lo sucedido con Jay ¿Hay algo con lo que pueda ayudar? — Pregunta Jake, el mejor amigo de Jason, nos conocemos desde pequeños, vive al final de la cuadra, solíamos jugar mucho con el, tal vez si tengo un amigo, el.

— Llegas en el momento Perfecto Jake, necesito tu carro para buscar a Jason — El me mira extrañado por mi petición, pero acepta.

— Bien, pero te acompaño, no te dejare sola, además apenas y conduces no quiero que estrelles mi carro, te recuerdo que es mi vida — Su carro está aparcado delante de su casa, así que no tardamos mucho en llegar a él. Es un Chevrolet rojo, Jake me abre la puerta y entro. Siempre ha sido así de caballeroso, desde que tengo memoria el ha sido un chico muy amable.

Jake es un chico muy especial, es castaño, mide lo mismo que Jason, tiene ojos marrones, es atlético pues practica Basketball, es moreno claro, tiene una bonita sonrisa, es casi igual de atractivo que Jay, por ello siempre han sido el par de inalcanzables de la escuela, mentiría si digo que no me gustó en algún punto de mi vida, se podría decir que él fue el primer chico en gustarme, también fue mi primer beso, solo que nunca le mencione lo que sentía por él, tiempo después empezó a salir con Karen y eso me hizo dejar de desearlo, pero muy dentro de mí, jamás podría dejar de quererlo, él fue de los primeros en decirme que era "linda" y en no tratarme como un bicho raro.

Nos dirigimos a la casa que menciono Tiffany, la conocía a la perfección, solía ir mucho a pasar el tiempo con Jason, por ello no me sorprende que él se encuentre ahí, es nuestro lugar.




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