«Nunca nadie me dijo que el dolor se sentía como se siente el miedo... La misma tensión en el estómago, el mismo desasosiego»
—Heliana
—Vaya, vaya, vaya...—Trate de separarme rápidamente, pero al lado mío se sentó alguien — Parece que el destino nos quiere juntar
No iba a girar para saber quién era porque de antemano ya lo sabía ¿cómo? pues sencillo los pasos de Jimin siempre se escuchan
—Ahhhhh sí, en eso te doy la razón amigo mío
Trate de que mi gruñido no fuera muy fuerte, pero fracase en el intento
¿Por qué a mí? digo de todas las chicas del salón ¿Por qué ellos están sentados tan cerca de mí?
Jimin y su amigo siempre se habían burlado de mi ¿Por qué de repente actúan como si fuéramos íntimos amigos? digo solo somos compañeros de salón de unas cuantas clases y si le sumamos el hecho de que en las últimas semanas han sido unos imbéciles.
Tal y como recordaba el solo hecho de tener a Mateo Alcazár cerca me hacía ponerme nerviosa. No solo eso mi corazón se agitaba, el sonrojo en mis pómulos y mis manos sudadas; era la respuesta involuntaria que daba mi cuerpo
Y en este momento no me encontraba preparada para tener mi armadura. Estaba vulnerable ante dos hombres que por lo visto no le agradaba en lo más mínimo. Trate de disimular mi miedo ante de estos dos chicos.
Pero un trabajo en equipo fue el anzuelo a muerte que me lanzaron
La vida estaba siendo demasiado cruel, colocaba ante mí el hombre que me hacía sentir poco digna o mejor dicho como el excedente de la institución. Como si fuera el estorbo del salón. No debía mostrar mis sentimientos
Así que uniendo todas mis fuerzas de donde sea que pudiera salir, trate de terminar ese proyecto taller de clase de la manera más breve, me incomodaba de cierta manera las sonrisas burlonas que entre ellos se compartían y estaba algo confundida por el trato de Jimin.
Los hombres dicen que las mujeres son algo demasiado complicado, pero ellos se han preguntado sobre que nosotras las mujeres también necesitamos una guía... Digo el plan de una chica es encontrar su chico ideal y que los malos de la historia se vayan cuando él llegue. ¿Qué hago? ¿Cómo puedo hacer que mi corazón deje de latir tan rápido?
Respiro, suelto el aire y vuelvo a repetir
Debo recordar que el me odiaba ¿no?
Esa era la duda que se tenía que ir de mi cabeza
Mateo Alcazár me odiaba, solo se estaba comportando de manera agradable por el taller y cuando todo esto terminara volveríamos a la misma lucha
*****
—¿Estas bien?
Le pregunté a una chica que estaba bastante pálida, después de muchas discusiones conmigo misma decidí intervenir, no se veía para nada bien y al parecer no era la única de ser el blanco de burlas
Hoy me había puesto Janes, los había comprado con el dinero que mis abuelos me habían dejado y había optado por un top corto. Ropa que en este momento no me hacía sentirme bien por qué no podía ayudarla de la manera que deseaba.
Ella sonrió, la acompañe a la banca más cercana mientras trataba de pensar en una posibilidad de conversación
Los detalles en la misma era algo complicado ¿Cómo se podía hacer amigos? decidí sonreír y guardar silencio
Sonreí cuando la chica comenzó a estornudar, le pasé uno de mis paños y hay comprendí que no estaba alérgica solo estaba llorando, la flema la tenía al 100% y eso la hacía perderse a sí misma.
—¿Por qué estas así? —Pregunte mientras la veía negar rápidamente. Quise decir algo más, pero Jimin venía a paso apresurado hacia aquí
Jimin parecía más que cabreado cuando localizo con quien estaba acompañada y su forma de levantarme de manera brusca fue la clara respuesta
—¿Estas bien?
—Si Jimin solo me caí, lamento haber llegado tarde a nuestra cita yo...
Hubo un silencio donde sentí mi corazón rompiéndome, quería o más bien deseaba con todas mis fuerzas jamás haber escuchado esa conversación, me odiaba por ser tan masoquista.
—Oye, lamento mucho ser descortés. Me llamo Miladis
Continúe andando lo mejor era tomar la mayor distancia posible
—Ignórala Milu, es una chica bastante rápida ¿Segura que te sientes bien ¡
—Ajan. pero creo que arruine nuestra primera cita...
********
—Manuel.
—¿Mmm?
«¿Por qué no me dices la verdad sobre Alexander?»
—Sé que es demás preguntar esto, pero ¿todo está bien?
Manuel se atragantó con el café.
—Yo...yo creo que no soy la persona correcta para decírtelo
—Ahí ya, sabes a veces me pregunto por qué todo en la vida tiene que ser un misterio, digo si alguien hace algo es porque lo ha decidido y admitirlo no debería costar nada. Siento que no estas siendo del todo real conmigo y necesito que no nos veamos más hasta que sepa la verdad.
—Entendido.
—Aquí lo importante es que me agrado mucho mientras pude compartir contigo
La cara de Manuel parecía un tomate.
—¿Que...? Nona yo tengo sentimientos reales de cariño hacia ti, pero es que...
La reacción de Manuel fue tan desconcertada que me sentí más intrigada por saber lo que ocultaban
Entrecerré los ojos por que pude ver allí miedo, quería saber por qué había ese sentimiento y el temor
—Un momento... Cerremos aquí porque siento que sabes la verdad y no me la vas a decir
—¡No soy un mentiroso, Nona! Yo solo no soy la persona adecuada para decírtelo—Alce una ceja y él hizo una mueca— Nona no puedo hablar de problemas de otros.
—Sin comentarios. —Decidí pararme sin decir nada mas
—...Espera
—Ok, ya entendí. No te preocupes. Me tengo que ir de todos modos y por cierto que tengas un buen día
Me fui de allí lo más rápido posible. Solo deseaba estar en la seguridad de mi entorno. Necesita poder arreglar mi vida lo más rápido posible. Iba a tomar un taxi, pero cuando lo pensé mejor me fui a pie, aún era de día y antes de que pudiera seguir vi a Alexander
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Editado: 04.04.2022