Sombras del Atardecer

En el atardecer sombrío, las sombras se alargan,
los recuerdos de un amor perdido en la luz se apagan.
Cada rayo de sol se despide en silencio,
dejando al corazón en un lamento intenso.

Las colinas se tiñen de un melancólico gris,
y el día se desvanece en un suspiro sin fin.
Sombras del atardecer, un eco de tristeza,
que envuelve al alma en su densa pereza.

Los colores del cielo se tornan en penumbras,
y el dolor en el pecho crece y se deslumbra.
Sombras del atardecer, un reflejo de lo perdido,
donde el amor se convierte en un sueño ido.

Cada sombra es un recuerdo que no quiere partir,
un susurro de pena que no deja de persistir.
En el atardecer sombrío, el alma encuentra su duelo,
y las sombras se convierten en su triste consuelo.

El día se despide con un lamento callado,
y el corazón se siente cada vez más atrapado.
Sombras del atardecer, un adiós en silencio,
que deja al alma en un eterno suspenso.