Recuerdos en la Niebla

En la niebla, los recuerdos se disipan lentos,
como sombras difusas en un mar de lamentos.
Cada bruma es un eco de un pasado desvanecido,
y el corazón se siente en un desconsuelo infinito.

La niebla oculta lo que el tiempo ha borrado,
y cada memoria se convierte en un susurro olvidado.
Recuerdos en la niebla, un velo de tristeza,
que envuelve al alma en su melancólica destreza.

Cada figura en la bruma es un reflejo de pena,
y el corazón se ahoga en su propia condena.
Recuerdos en la niebla, un desfile de lo perdido,
donde el dolor se siente en cada suspiro oído.

Las formas se vuelven vagas y etéreas,
y el pasado se convierte en historias inciertas.
En la niebla, los recuerdos son ecos lejanos,
y el corazón se siente atrapado en sus planos.

El mundo se funde en una capa de tristeza,
y la niebla en su manto revela la crudeza.
Recuerdos en la niebla, un lamento de lo ido,
que deja al alma en un dolor sumido.