En el pasado, las cenizas se dispersan en el viento,
restos de recuerdos en un doloroso lamento.
Cada fragmento es un eco de lo que ya se ha ido,
y el corazón se siente en un duelo herido.
Las llamas del ayer se han convertido en humo,
y el tiempo apaga cada ardor como un consumo.
Cenizas del pasado, un manto de desolación,
que envuelve al ser en una fría reflexión.
Cada chispa extinguida es un recuerdo que muere,
y el corazón en su tristeza lentamente se estremece.
Cenizas del pasado, un suspiro apagado,
que se pierde en el viento como un lamento olvidado.
El pasado se convierte en polvo y vacío,
y el dolor se siente como un eco sombrío.
En las cenizas, el dolor se vuelve tenue,
y el alma en su tristeza lentamente se detiene.
El tiempo borra las huellas de lo amado,
y las cenizas del pasado son un recuerdo desolado.
Cada fragmento perdido es un lamento sin fin,
que deja al ser en una tristeza sin confín.
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Editado: 25.07.2024