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Katherine.
Víctor me llama alterado, no demoró mucho en llegar, lo primero que mis ojos captan es a Seth en el suelo, pareciendo perdido, con los ojos desenfocados. Me inclino hacía el, golpeó con suavidad sus mejillas, buscando que reaccione.
Cuando no lo hace, me preocupó, hablo con Víctor preguntándole que paso, me cuenta brevemente y lo entiendo.
Esta rememorando todo, necesita distraerse o centrarse en otra cosa, así que me inclino y planto mis labios sobre los suyos, un contacto que dura un par de segundos, pero es suficiente para que reaccione.
— ¿Por qué hiciste eso? —Me pregunta alterado, me alejó de él al instante, como si su piel me quemará. Le lanzo una mirada extrañada.
—Estabas al borde de un colapso, Seth, te distraje de lo que te alterada, como tu hiciste en la camioneta. —puntualizó. —Nada de otro mundo, solo fue un beso, solo eso.
—Te distraje con música. ¿Qué comparas la música con besar a alguien? Esto es tan... tan desesperante, ¿No lo entiendes? La amistad se puede romper. —y me echó a reír, su rostro se desfigura, quedando en una mueca.
—Seguro te gustó, ¿Es eso? Vamos, otro no la hace mal a nadie. —lo molesto, levanto los labios como si lo fuera a besar, niega con la cabeza y se pasa la mano por el cabello varias veces, en un acto de estrés.
—No estaba completamente consciente, Katherine. No me obligues a decir más, no sé ni que decir. —murmura atónito, lo ayudo a pararse cuando se tambalea.
—Creo que tienes cosas que resolver con Víctor, si quieres que me quede solo necesitas decirlo, sabes que te acompañaré. —asiente come la cabeza, hago ademán de dirigirme a la puerta al no recibir respuesta verbal, me detiene sujetando mi mano, me giro hacía él, batiendo mis pestañas. — ¿Sí?
— Quiero que te quedes a mi lado.
—Aun cuando todo se valla a la mierda. —Le aseguro, sonríe de lado, dejando a un lado la tensión que se formó. El otro rubio no dice nada sobre lo que ocurrió, se limita a mirar a su hermano, esperando una reacción de su parte.
—Entonces... —carraspea —. ¿Hermanos?
—Eso parece. — responde el chico de ojos marrones, tenso. —Seth, necesito que lo comprendas y no me dejes solo en esto, aún hay más cosas que descubrir. —le pide, paso mi mano por su hombro, recordándole que estoy allí.
—No te pienso dejar solo, Víctor, eres mi hermano, todavía tenemos pendientes muchas cosas, buscar quienes son nuestros padres biológicos. Necesito saber sus motivos, escucharlos. —responde —. Va a ser difícil encontrar a dos personas que no conoces, pero lo haremos.
Y es entonces, que se abrazan, es un momento tan íntimo que temo siquiera moverme y arruinarlo, por lo que me obligó a apartar la mirada y no moverme, ni un solo centímetro de mi lugar. Un rato después se aleja, dándose una pequeña sonrisa.
Soy consciente de su parecido físico, ambos rubios, facciones marcadas y de alta estatura, casi la misma contextura física, lo único que cambia son sus ojos. Verde y marrón.
¿Cómo pude ser tan ciega durante tanto tiempo? Las similitudes estaban allí, nadie les tomo importancia hasta ahora.
—Diría que tenemos mucho que hablar, pero no es así, sabemos todo del otro. —bromea Seth, golpeando a su hermano en el hombro a modo de broma —. Creo que ya podemos volver con los demás, lo que menos queremos es preocuparlos.
—Adelántate, tengo que hablar con Katherine. —dice el otro chico, frunzo el ceño, confundida, no creo que existan motivos para hablar con tanta seriedad, lo digo por su expresión —. Se que ambos son unidos, mucho. Se cuidan la espalda siempre, sin importar que se les ponga enfrente, están para el otro, por eso te pido que seas su soporte.
—No es necesario que lo pidas, Víctor, él fue el mío, es hora de regresarle el favor, sin importar lo que cueste. —murmuró.
—Gracias, sé que conmigo es diferente, entre ustedes hay... un no-sé-que, pero entre nosotros hay hermandad, de la que sienten los amigos que se conocen desde mucho tiempo. Pero eso no quita el hecho de que sea diferente, contigo es más expresivo, creo que lo comprendes.
—Lo hago. —aseguro —. No es necesario que lo repitas, somos amigos, como una enorme familia que se cuida entre todos, esta vez no será la excepción.
—Otra cosa, no lo presiones con respecto al beso, teme que eso fracture la amistad que tardo bastante en surgir y llegar a este punto. Deja que tome su ritmo. — aconseja, elevó mis cejas. —Todos sabemos que eres impulsiva, él es más reservado en ese tema.
— ¿Por qué lo haría?
—No lo sé, dímelo tú.
— Estoy segura que puedo no presionarlo, no es tan complicado, además, una amistad verdadera no se rompe. —afirmo, levanta las cejas, burlesco.
— ¿My Little ponny? —Inquiere.
— Sofie no deja de verlo. Algo tengo que aprender.
Salgo de la habitación, sabiendo que al igual que yo, saldrá, enseguida los gritos de la Evans menor llegan a mis oídos, me apresuro a llegar a donde están, patea la espalda de Seth para que la baje.
— ¡Ahora gran tonto! Voy a vomitarte encima si no me bajas. —amenaza, la bajan enseguida, aprieta los labios, inconforme. —Me debes helado de por vida, Seth lo-que-sea que siga. ¿Escuchaste?
—James, deja de jugar con el control y déjame ver el programa ahora. —pide la chica, irritada. El aludido suelta una carcajada.
— ¿El programa donde salen tus novios? —se burla. La menor aprieta la mandíbula, ignorándolo, James vuelve a cambiar el canal, Charlotte irritada se lo arrebata. —Dije basta, para mi es importante, si solo vas a estar molestándome, vete.
—De acuerdo, fiera, ¿Qué vamos a ver? —cede.
— La entrevista.
Miro a todos lados, buscando a Tamara, mis ojos no la encuentran, así que le pregunto a Seth si no la ha visto, siguiendo sus indicaciones la encuentro fuera de la casa, poniéndose el casco y subiendo a la moto del rubio de ojos verdes.