Sexta Parte.

Sus pupilas resplandecían en sonetos humeantes despavoridos; era una tarde tibia de verano... Las uvas eran frescas... -¿Me quieres? [Un ¿me quieres? había salido sin revolotear ¿qué podía hacer él?..] -Su sonrisa misteriosa se comunicaba a mi "instinto" hablaban como doquier conversación aparente. [...] Ujump [Y sonrió] fue suficiente por ese día. -¡Mira esa abeja! ¡Mira ese peral! ¡Oh mira... es un colibrí! -Entonces él descubrió tal dicho cuál amaba también... Y veía cómo ella veía hermosura en todo. Se daban alumbramientos zigzageando así asombramientos ¡de locu-u-u-ura!

Te pienso... Te sueño las nubes te claman con cuál vehemencia... Esa tarde compartimos un helado; me escriobiste ["Eres muy gracioso"] con tal vehemencia que... ¿podría ser esta la palabra del día?..

Soñando te encuentro... Dicen que soñar es nada más expresar lo que tu alma no expresó en su debido momento; pero yo creo en que es mucho más... Mucho más. Las sandías eran frescas y a la brisa del momento la miré; de nuevo; era como besar el cielo y expresar todo aquello que me fue quitado en su debido momento... Como cuándo te quitan la leche chocolatada que te merecías en sudebido momento... ¡Ya se sabe! Era "agardable" pasarla con ella. Tenía esa gracia que no cualquiera poseía como en esos poderes místicos que salen en las caricaturas; la impredecibilidad era su naufragio en una isla desierta; 

Te me venías como el tren en el adén a sus diferentes rutas situadas paulatinamente; y también te ibas claro; con ciertos signos de nostalgia no quería caer en los clichés de tontos inmerecidos ignorantes; así que entonces "me"(cabe mencionar el "me") expresé vigorizante en lo que hacía; enfocado en ti inúltilmente en ocasiones desmayecía; hasta que un día sin remedio alguno la dicha así "inspiración" casi deslumbrando en forma sonórica;