El arrullo del agua azul me cantaba una bella canción al oído, sobre un mundo idílico lleno de magia y poder. Me sentía tan armonioso cuando caminaba por las calles de mi bella ciudad, una sensación de plenitud en cada uno de los ciudadanos, se podía observar en sus rostros felices y sinceros. Era como vivir en el paraíso, donde una isla bonita emergía de las profundidades de agua cada milenio, dejando ver las bellezas arqueológicas hechas con magia élfica y los habitantes de la antigua Atlantis.
Las islas flotantes, elevadas por la pura energía mágica, eran un espectáculo para la vista. Cada isla tenía su propia flora y fauna, únicas y llenas de vida. Los árboles centenarios susurraban secretos antiguos, mientras criaturas mágicas danzaban entre las sombras y la luz. Los edificios, construidos con piedras lumínicas y cristal encantado, brillaban con un resplandor suave al anochecer, iluminando el cielo con un arcoíris de colores etéreos.
La vida en nuestra ciudad era una sinfonía de paz y armonía. Los habitantes, dotados de habilidades mágicas, se dedicaban a las artes, la ciencia y la meditación. Los niños aprendían desde temprana edad a canalizar el poder mágico que fluía a través de todo ser vivo. Los sabios y magos compartían sus conocimientos en grandes bibliotecas abiertas, donde cualquier mente curiosa podía explorar los misterios del universo.
Sin embargo, esta bella utopía no estaba exenta de desafíos. En las profundidades de la tierra, ocultos en cavernas incandescentes, los guerreros del magma aguardaban. Seres forjados en el corazón del volcán, con corazones de fuego y voluntad de hierro, envidiaban la magia que no podían poseer. Durante siglos, observaban en silencio, esperando el momento perfecto para atacar.
Y ese momento llegó, con una furia que sacudió los cimientos de nuestro mundo. Los guerreros del magma ascendieron desde las entrañas de la tierra, sus cuerpos ardientes transformando todo a su paso en cenizas y ruinas. La batalla que siguió fue épica, llena de destellos de magia y llamas furiosas. Los ciudadanos, valientes y determinados, lucharon con todo su poder, pero la fuerza brutal de los guerreros del magma era implacable.
El poder mágico de nuestra ciudad comenzó a desvanecerse, las islas flotantes perdieron su brillo y empezaron a descender lentamente hacia el mar. Los árboles dejaron de susurrar, las criaturas mágicas desaparecieron y el cielo, una vez lleno de luz, se oscureció. La utopía se transformó en un campo de batalla desolado, donde la esperanza se desvanecía con cada aliento.
Pero incluso en la más profunda oscuridad, una chispa de esperanza permaneció. Los magos más sabios, con sus últimos vestigios de poder, conjuraron un hechizo antiguo y poderoso, creando un santuario oculto donde la magia pudiera resurgir y fortalecerse. Sabían que la lucha no había terminado, que algún día las islas flotantes volverían a elevarse, y que la armonía y la paz regresarían a nuestra tierra.
Y así, en el silencio que siguió a la devastación, una promesa fue hecha. Una promesa de renacimiento, de esperanza y de un futuro donde la magia y la vida florecerían una vez más, más fuerte que nunca.
Ever Damián
Sergio GH
Elizabeth FH
Elvira S Garza
Natalia Flores
LeYvy SenZo Amore
Emmanuel Cruz
Geno Alanis
Sarahí Charles
Annie Cortez
Ligia Garcia
Lucy Rodriguez Palomo
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Irma Lorena Flores Garcia
Alma Salas
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Editado: 23.06.2024