Capítulo 11

cocina se quedó petrificada, Mary au  obversvando su reflejo monstruoso en la ventana hasta que entró Ethan por la puerta y los colmillos se fueron.

_Hola Lou...- este vio a todos los de la sala quitos y algo asustados- ¿Que pasa ? - la voz grave de este hizo volver a la realidad a Mary - Lourdes...

_¡Si! Si, hijo dime.

_Me preparas un vaso de coñac por favor - su mirada se posa en Mary, que esta nerviosa y decide irse de la sala junto a Gerard - Oye, ¿habéis oído ese grito? se escuchó tan cerca que pareció que venía de aquí, parecía un animal.

_Si, seguro que es un animal - la vieja se mueve rápido para darle el vaso a su señor - Ahora si me disculpas, debo ir a ver a Mary...

_¿Que le pasa? ¿Necesitais ayuda? Voy contigo, parece aterrorizada...

_¡No! Mejor no te acerques a ella - la mirada de esta en Ethan fue de advertencia, él piensa que seguro que Mary me contó todo, el joven se quedó avergonzado y pero sin mostrar cara de vergüenza sino cara neutra, así es él,  desde lo que le pasó hace tiempo, nunca muestra caras, salvo la de graciosillo cuando quiere conquistar a una mujer. Ambos en silencio, se marcharon de la sala cada uno por diferentes entradas.

En otra parte de la casa, Mary se encuentra con Gerard y de pronto con Lourdes en su habitación. Está inquieta, es la primera vez que se ve así, tanto ella como ellos.

_Esta bien Mary, cálmate,  no ha pasado nada malo- Gerard la intenta calmar mientras está deambula por la habitación como loca. Lourdes mira por la ventana al cielo.

_No es luna llena - dice esta - Querida, es normal esto que te pasa, no te asustes. Pero te advierto que siempre a partir de ahora, te verás así... - la muchacha la ve triste.

_Lo siento... - dice con la voz quebrada a punto de llorar - Yo... no quería... No se que ha pasado...

_Tranquila - se acerca el mayordomo a calmar la y esta se deja abrazar como si fuera su padre, no pudo evitar llorar - Tranquila, estamos contigo hija, no pasa nada. Ssshhh....

El día fue todo un desastre para ella y la noche peor, vio en lo que se ha convertido gracias a unos míseros vampiros, esa noche se quedó dormidisima, la infusión que le preparó Lourdes la dejó muy dormida, la pobre chica, nunca se asustó como ahora consigo misma.

A la mañana siguiente, los le dieron el día libre ya que Lordes les dijo que se encuentra mal, cosa que es mentira, pero una chica a su edad verse así, como verdadero monstruo, no es fácil. Se quedó en su habitación toda la mañana, leyendo aún el libro que le prestó Lucas, Lourdes venía a ratos a ver cómo estaba y le traía comida y agua. En teoría Mary estaba bien, solo en shock por como se vio a si misma y lo miedo que daba, por lo menos los señores no preguntaron por el grito, pensaron que era un animal del bosque.
Ya cansada de estar metida en su habitación, decidió salir al jardín, hacia un lago que hay cerca de la casa. Es la hora de la comida, y así nadie la ve. Paseando al aire libre, se siente mejor, pero no está sola. Cerca de las rocas del lago, hay una figura. Se trata de Lucas, que esta leyendo un libro. Mary sin intentar hacer ningún ruido para llamar la atención, se sentó en otro lugar.

_No hace falta que te escondas, Mary - dice Lucas desde el otro lado, este se levanta y va hacia ella a sentarse a su lado- Hoy no te he visto por los pasillos, ¿estás enferma o algo? - pregunta curioso, se siente algo nervioso pero no tanto. Muchas chicas le cortejan pero  a  ninguna le hace caso, se lleva bien con ellas, pero no surge nada, hasta sus padres le presentan chicas, su belleza llama mucho la atención, sobre todo de mujeres.

_Estoy bien, gracias, solo es un día malo... cosas de chicas...ya sabes - mintió - ¿Que haces aquí? ¿Es que no vas a comer con tu familia? - entre ellos desde que se vieron hay buena conexión, siempre se hablan bien y amablemente.

_Mmm.... No tengo hambre y veo que tu tampoco. A veces necesito venir aquí solo para despejarme.

_Te entiendo - ambos se quedan en silencio contemplando las vistas mágicas que ven sus ojos.

_Siempre me he preguntado - de pronto Lucas rompe el silencio - Por qué estás aquí, eres joven para trabajar de sirvienta. Aunque últimamente has crecido y cambiado. ¿Que haces aquí?

Aquella pregunta pilló a Mary por completo, no sabe si decirle la verdad o no. Si se lo dice, quizás Mary sufra lo peor, por lo que no se lo dice.

_Bueno... Me fui de mi casa... Ya no quería estar ahí. Así que un día me encontré a Justin y me trajo aquí. Aunque llevo un mes o más aquí, estoy bien, no se, me gusta.

_Ya veo....- silencio de nuevo .

_Siendo una criada, ¿no esta mal visto ver al amo con la sirvienta?

_Aqui no somos ese tipo de personas, aquí tratamos a los criados por igual, es su trabajo, y bueno, mis padres pagan bien. Además, eres la única chica cercana a mi edad, no soy mucho de tener amigos y bueno, me agrada tu compañía, no eres como el resto de chicas.

_¿Resto de chicas?

_Ya sabes, que siempre están encima tuyo y no te dejan.

_Ah ya... ese tipo de chicas. ¿Entonces somos amigos ? - preguntó curiosa, aunque deseaba saber la respuesta, la verdad, Mary está muy a gusto cuando está con Lucas, segura de ella misma y cómoda.

_Si a ti te parece bien... - le sonríe, Lucas también se siente a gusto con ella, nunca se sintió así, quizás sea la primera amiga o algo más que eso. Ella le devuelve la sonrisa.

_Amigos entonces - y ahí se quedaron, charlando un buen rato de sus cosas y de las infancias. Hasta que marcharon a la casa, Lucas alegró el día a Mary, esta mejor por lo que decidió ir a ver a Lourdes o a Gerard.

_¡Bueno muchacha! - chilla la vieja a su protegida- ¿¡Donde estabas !? Has desaparecido como más de una hora jovencita, me he preocupado.

_Perdona Lourdes - responde sonriente pero a la vez cansada - Fui al lago un rato y me encontré al señorito Lucas y bueno ahí nos quedamos charlando minutos.