Llegamos a Madrid y no habíamos intercambiado palabras en todo el día. Ni una sola vez. Se dedicaba a hacer lo suyo y yo lo mío. Era como al principio, como cuando nos conocimos recién y cogi con su mejor amigo, si hice eso. Para aquel entonces, Juan me había dejado en claro que era libre de coger con quien quisiera, y mujer despechada hace tonterías. Nos arreglamos cuando el chico este le contó que se había metido con su ex novia, cosa que molesto más a Juan, que el hecho de que hayamos follado.
-Hey Camaradas-dijo Alejandro llegando a la casa y entendiendo que nada iba bien aquí- mejor me voy
-No Ale, quédate- dije y mi voz sonaba ronca debido a que no había sido utilizada en horas, o quizás a que tenía un nudo en la garganta que no me permitía hablar con claridad, el solo entro rascándose la nuca como queriendo huir de la situación
-Si Ale, quédate- dijo Juan y entro a su cuarto
-¿Que ha sucedido?- dijo y simplemente lo observé y me encogí de hombros- vamos Andrea debe haber algo
-No sé que hice, realmente no lo sé- dije y Ale me miró-seguro es algo por culpa de Alessandra o de Dante - miro confuso- unos alumnos de la escuela de cine en Italia- asintió
-¿Que sucede con ellos?- suspire
-Una muy laaaarga historia- dije y sonrío
-Tenemos tiempo- dijo y entonces me acomodé en el sofá de modo que lo veía
Le conté todo, que desde que llegamos la niña estuvo colgada por Juan, que en la fiesta casi me folle a un niño y luego me entere que Alessandra estaba enamorada de él, la trate de puta y perra y confundí a Juan con Hugo.
-Vaya si que haz hecho un enredo de tu vida- dijo soltando un suspiro
-Lo se
-¿Que harás?- me encogí de hombros - no es respuesta ¿vale?
-Es que si supiera cómo arreglar todo el embrollo sideral que tengo lo haría, pero no sé ni por dónde empezar, simplemente no sé cómo termine en esta estupida y ridícula situación, desviándome por completo de lo que había investigado, de lo que durante años había evitado. - el me miró confuso- tantos números y probabilidades para nada, para acabar como en el principio
-Mira Andy, no hay forma de que te salves de algo que no puedes manejar y más por qué no se trata de algo que pensamos, si no más bien que sentimos- lo mire
-He hecho lo que siento durante el último periodo de año y no resulta- el negó
-Ni tu te crees eso, sabes a la perfección que todo, desde Hugo - dijo y torció la boca al mencionar su nombre- ha sido fríamente calculado y pensado, nunca te dejas llevar por las cosas, por los momentos
-Claro que si - dije y él negó
-Dime...¿Juan sabe lo que sientes por el?- y entonces me quedé dura como una roca, en silencio - lo vez, todo este tiempo haz buscado la forma de evitar el tema y entonces, de repente ebria le dices lo mucho que lo amas, pero el sentimiento es algo repetitivo o similar a lo de Hugo y hace que tus pensamientos se crucen- lo observé- dejaste que tu razón entrará y de una excusa a tu declaración
-No creo que sea así- le dije y me levante, evitando más el tema
-Lamentó decirte que esto es verdad- me dijo y lo observé-no eres la única que investiga -me dijo y se levantó dirigiéndose a mi cuarto, lo seguí con la mirada, curiosa de que fue a buscar y trajo en su mano la agenda o libro que tenía - se lo qué haces Andrea, lo leí y es genial que creas esto pero debes dejarte llevar
-Lo e hecho y todo sale mal- el me miró - lo he intentando en serio ¿como me dejo llevar? Dime ¿que hago para solo dejarme llevar?- una sonrisa melancólica se formó en su rostro
-Madre Mía Andrea- dijo y suspiro- quisiera saberlo también yo- me tomo las manos- pero solo sé que cuando lo piensas demasiado, al menos en esto del amor - miro mis ojos aguados- nada sale como esperas
-Ayúdame - le dije y empecé a llorar, fustrada y asustada
-Juan... el debe saberlo- me dijo y negué, me abrazo fuerte y me sentí reconfortada- ¿a que le temes Andrea?
- A que me diga que nos vemos geniales como amigos- le sonreí
-El gusta de ti- dijo de golpe, como si luego ya no pudiera hablar
-¿De verdad?- el simplemente asintió - pero...
-Te ha dado señales y muchas- enarque mi ceja-creo que deberías intentar solucionar las cosas, no le digas que le quieres, no aún- me dijo y sonrío, de una forma forzada - intenta que la relación sea como antes y busca la forma de que él te lo diga o por lo menos, que estés segura de que siente lo mismo.
- Vale- sonríe y lo abrace- Gracias Ale
-Poderos ir a tu habitación- y Alejandro sonrió-o quizás a tu apartamento Ale
-Deja de ser tan gilipollas-dijo entonces con una risa- yo no como lo ajeno
Ale beso mi frente y se fue, voltee a ver a Juan pero el simplemente se dirigió de vuelta a su habitación.
Me levante decidida, esto tenía que terminar
-Basta- dije y volteo a mirarme confundido
-¿Basta? ¿de que?- me desafió
-De esta ley del hielo- le mire y se movía por su habitación-Juan- chille prácticamente y me observó, sacándose lentamente la camisa, me estaba provocando- por favor ¿que hice?