Lo Estupido de estar Enamorado

Capitulo 35: je vous aime Andrea

Pasamos la siguiente semana divirtiéndonos, gastándonos bromas y jugando. Las dos nos sentíamos cómodas así, pero entonces Hugo decidió una noche hablarlo

-quiero entender lo que sucede- dijo entrando en mi cuarto y le mire enarcando una ceja

-yo quiero entender por qué sigues aquí y ya vez...-le dije sonriendo con ironía-no todos tenemos lo que queremos

-Muy simpática Andrea- dijo rodando los ojos- dime

-Me- dije y volví mi vista al libro

-Andy- mire a Hugo-quiero saberlo

-A ver...- cerré el libro ya enojada-no debe importante, solo déjalo Hugo lo que suceda o no con Roseline, debería quedarse entre las dos

-Bien- dijo el y se iba a retirar- solo... que tenía planes de regresar por ti - y yo me quedé con los ojos abiertos y el salió con una sonrisa

Lo que siguió a esta declaración fue la batalla, incansable , de Hugo y Roseline , pero ellos no luchaban por mi atención, simplemente peleaban por pelear. Eran cosas chistosas, como detalles diminutos sobre mi persona que ninguno sabía realmente.
Kiley se pasaba de arbitra y en ocasiones me pedía que elija a uno y yo simplemente reía.

Yo no sabía con exactitud realmente si la batalla era por mi o a ellos realmente les gustaba molestarse entre los dos, si bien sabía que Hugo y yo teníamos un pasado, de Roseline no sabía más que los simples coqueteos que teníamos. Eran o cenas solas, o desayunos, pero siempre juntas mientras aprendía Francés con ella. Esa mañana era fresca, pero aún así unos rayos de sol se asomaban. Me levante tocando el piso con las medias, tome un abrigo y me lo tire encima de la remera que tenía, salí de la habitación y me dirigí a la cocina, tenía un moño en la cabeza

-Buen Día- le dije

-Arréglate- dijo de repente mientras preparaba el café

-¿perdona?- le mire y enarque una ceja

-Que te arregles, quiero salir contigo hoy y no quiero llevarte como una pordioseara por todo París

-Tenemos trabajo- ella negó - tenemos clases- de vuelta negó -¿ y como sabes?- le dije poniendo mi mano en mi cintura

-Por que lo sé- soltó una risilla gruñí por lo bajo- es día festivo - mire confusa el calendario

-Vale- murmuré y me puso una taza de café enfrente, la tome y no escuche nada-¿y Kiley?

-Salió con el chiante - soltó risillas y fruncí el ceño

-no seas así- le dije y ella se acercó a abrazarme

-lo siento- dijo y solté risas, me dirigí al cuarto y me puse lo más cómodo que encontré y salí

-Lista- sonreí

-Te arreglaste demasiado, debí llevarte como pordioseara- rodé los ojos

-y a donde iremos- le dije

-Primero que nada y antes que todo-solté una risa -quiero mostrarte los museos, no sé si ha los haz visto todos- negué- y luego que veas otros sitios interesantes que no ven todos los turistas - solté risas

-No soy turista

-Pero no eres francesa

-Soy Parisina- ella negó y me hizo salir del edificio

Fuimos a los palacios, iglesias, plazas y museos que corresponden a Paris. Nos quedamos en la Torre Eiffel y observe

-Mucha gente se toma fotos aquí- sonreí nostálgica, si yo me tomé una con Hugo ese año que vinimos, recuerdo todo hasta recuerdo a las parejas, principalmente a las chicas que estaban en el pasto y sonreían, hasta que una beso a la otra. Ese día algo se revolvió en mi al verla a ella, piel blanca y cabello largo, me sonrió y yo le sonreí en respuesta.

Ese viaje a París había cambiado muchas cosas en mi vida y aunque solo haya sido un par de días, fue suficiente para que cambiara todo lo que pensaba, había despertado en mí una curiosidad por llegar a la pareja ideal, a las que estaban en este mismo parque, en París, viviendo la perfecta historia de amor, o al menos aparentaban aquello, cosa que dio pie a las investigaciones. También había descubierto y en aquel momento no quería admitirlo, amaba a Hugo, de una forma que quizás no quería creer, pero lo amaba.

Pero hubo algo que no pude descubrir hasta ahora que vuelvo a estar ahí.

-Ven- me tomo la mano Roseline y la mire, un remolino de emociones creció en mi interior- vamos a tirarnos en el pasto- dijo corriendo un poco y buscando un lugar adecuado para tirarse al suelo- miremos las nubes- dijo y tiro de mi a su lado

Nos encontrábamos abajo de un frondoso árbol, daba algo de sombra y se sentía en paz, tranquilo.



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En el texto hay: comedia romatica juvenil, lgbt

Editado: 03.04.2018

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