—Oye, ¿quien encendió la luz?—me quejo, y me tapo la cara con la sabana.
—Cállate Chris—alguien susurra, me quito la sabana y es Mat, Cerrando la puerta detrás de él.
—¿Que hora es?—digo incorporándome.
—Son las cinco de la mañana—dice quitándose sus jeans dejando afuera su bóxer, para luego ir a su maleta a ponerse un pantaloncillo de pijamas. En serio apenas las cinco no he dormido nada, que manía la mía o la de ellos de despertarme a nada del sueño, sabían que el sueño es sagrado, pero parece que Mat no lo sabe. Él cambia el color de la luz, como yo lo hice y se acuesta a mi lado boca abajo y yo boca arriba.
—¿Como te la has pasado?—Pregunto un poco soñolienta.
—la verdad...Tylor....—se voltea boca arriba, suspira y continua—Es genial, nos quedamos hablando toda la noche—responde, y se pierde en sus pensamientos. Me alegro por el que haya pasado un buen rato. Y Ethan supuso que Mat estuviese follando, acaso una chica y un chico en una habitación solamente tienen que follar.
Debí suponer que Mat estuviese haciendo cualquier cosa menos eso, ya que él no es el tipo de chico que se acuesta con la primera chica que ve, Él prefiere conocerla conectar con ellas, para conectar con su cuerpo.
Lamentablemente eso no se ve en estas épocas, En fin Mat es un romántico y es bueno en todos los aspectos.
—Ethan, ¿Qué a pasado con él?—Solo volver a escuchar su nombre hace que quiera sonreír como una patética.
—Nada, todo fue muy tranquilo—Mat asiente, Yo omito el tema de Nameless y justo cuando se voltea para dormirse, Se apoya de codo y me mira y hay una sonrisa burlona en su rostro.
—Uh, ha sonreído al escuchar Ethan—cuchichea, me aprieta los cachetes.
—No he sonreído, solo fue un impulso—digo quitándome sus manos de mis cachetes.
—Si y yo soy Leonardo DiCaprio—Se vuelve a acostar boca abajo—Si seguimos debatiendo, no pararemos nunca—Dicho esto, Mat continua su sueño.
Yo me volteo para seguir mi sueño y ahora no puedo dormir, Me muevo incómodamente en mi cama tratando de buscar mi comodidad.
—Quédate tranquila y duerme—Dice Mat soñoliento. Me volteo para observar mi ventana y se me viene a la mente aquel lugar, me transmitía Paz, soledad, sobre todo soledad, Era precioso. Me quedo perdida en ese lugar por unos largos segundos hasta poder dormirme.
Unas horas más tarde.
Es raro, mamá no me ha regañado, no me ha dicho nada de lo de anoche. Pero también he notado que últimamente no está presente, casi ni le veo, cuando está, no me presta atención, no me escucha y con Marcus es lo mismo, está más metida en su trabajo. ¿Que haces mama? ¿Pretendiente?
—Oye esto no es lo que tenía pensando en mente cuando te dije "hacemos lo que tú quieras"—dice Mat, sacándome de mis pensamientos.
—Mat, quédate quieto joder, déjame pintarte bien las cejas—digo tratando de pintarles las cejas concentradamente, pero se mueve mucho.
—Pero...
—Nada, tú dijiste hacemos lo que quieras mañana, Ósea hoy, A sique deja tu culo quieto o te terminaré enterrando el lápiz en los ojos—Mat se vuelve a mover inquieto—¡Mat!, No tengo casi nada de paciencia, además ya estoy terminando.
—Pero, no podía ser otra cosa, que pintarme la puta cara—dice y hace un berrinche
—¡Mat!—grito otra vez, él hace una cara de enojo—además estaba aburrida—le doy una sonrisa inocente. Yo le pongo el rímel—Que pestañas, chica—Le alago
—¡Termina!—Grita.
—No me gritesr— Yo le pongo esa cosa rosada que van él las mejillas, yo ni me maquillo, lo más que me pongo es un brillo en los labios. Le pongo un labial rojo vino. Me alejo unos pasos para observarlos y se ve horrible, definitivamente lo mío no es el maquillaje.
—Eh terminado—Hecho una carcajada y Mat me fulmina con la mirada—Lo siento—No puedo parar de reír. Ya que antes de mirarlo le he obligado a ponerse una falda de mama.
—parezco puta barata—Yo asiento.
—Bien, Ahora modélame—me siento en la cama y lo observo. Mat pone su pie derecho primero y luego camina, se agarra el trasero y me guiña el ojo. Y está tratando de perrear, joder parece un gusano.
—Bueno, ya, he perdido mucha dignidad—Mat se quita la falda, toma la toalla y se va al baño.
Yo salgo de mi habitación y me dirijo a la sala. Cuando llego a la sala, Están sentados Stella, Marcus, la teñida creo que era Tylor. Están conversando entre ellos,
Ellos notan mi presencia, Tylor me ofrece una sonrisa amable, yo se la devuelvo, para luego Stella venir a saludarme y tomarme la muñeca.
—Me tienes que contar que paso—me susurra al oído.
—No es posible que mi novia me deje para hablar con mi hermana—dice Marcus indignado. Stella y yo ignoramos eso, hay cierta emoción en su rostro, juro que quiere gritar. Stella me arrastra hasta mi habitación. Cierra la puerta detrás de ella y grita de emoción silenciosamente.
Yo entre cierro mis ojos y la miro— Eh, que pasa.
—Lo has escuchado, me ha llamado novia—Dice aún más emocionada, creo que va a explotar.
—Que tiene, acaso no son novios. Yo pensaba que si—Preguntó.
—No, yo he estado enamorada de Marcus, desde que lo he visto, nunca me notaba y yo tampoco hacia nada por vergüenza y ahora salimos, pero joder, y ahora me llama novia.— Es qué Marcus es un cabrón o lo era, realmente ahora no lo sé.
—Pero bueno—se calma y se sienta en la cama—y tú con Ethan.
—Nada vagamos por la noche y ya.
—Jum, he encontrado tu jean en la entrada de mi casa, lo tuve que esconder para Marcus no lo viese y olía a Mierda—hace una leve mueca. Oh se me había olvidado ese pequeño detalle y gracias Stella siento que te amo.
—Carajos gracias, pues nos metimos a la piscina, me ha enseñado a nadar, mi jeans se mojó y Ethan dijo que no me subiría a su moto así, así que me ha obligado a quitármelo e irnos, vagamos por la noche y listo— Pero por qué no le ha dicho a Marcus qué me he besado con su mejor amigo. Porque me ayuda, porque es buena conmigo, joder, deja de sobre pensar las cosas.
Editado: 29.12.2021