Lo que el rocío se llevó

Cap 2. Michael Línox Bellone.

El trabajo de la empresa es duro, lo más difícil es no compartir con Árthur por el poco tiempo que tenemos. Él nos debe de extrañar demasiado, desde noviembre no hay un día entero que pasemos juntos, el invierno pasado adornamos el árbol de navidad, él se veía feliz, muy feliz. Por eso no puedo olvidar ese momento, cuánto quiero que el tiempo, no acabe, pero corre como un leve rocío que no regresa.

- El pequeño Árthur es fuerte, también lo extraño mucho y quisiera no estar lejos. Árthur me necesita en esta etapa de adolescencia. -Dijo ella.

- Nos necesita a los dos, vamos y hacemos realidad el momento, respondí.

- Sí, entreguemos lo que falta y vamos.

- En la salida me esperas, voy a cargar de combustible el vehículo.

- Amor, como tú quieras, ¡no te demores!

Estaba llenando de combustible el vehículo, Jennifer mi esposa se quedó entregando una gran cantidad de vestidos que durante todo el día elaboramos.

El jefe pasa revisando y recogiendo todo, él no tiene un rostro amigable, su malgenio es aterrador y sin duda todo el día está así. Cuánto quiero un trabajo más digno. Lo único que me interesa en verdad es la felicidad de dos personas.

Regresando y frente del local textil ella está allí, esperándome, siempre con una gran sonrisa, no sé cómo hace para soportar la labor del día, además del fastidio del jefe.

Solo admiro la firmeza de ella en el trabajo. Puedo decir con seguridad que a mi vida ha llegado lo mejor.

- Te dije, no te demores, ¿Qué piensas, te olvidaste de algo?

- No, solo pensaba en ti, lo siento, me preguntaba sobre el crecimiento de nuestra familia: cómo va hacer nuestra vida en el futuro, porque Arthur está creciendo y nosotros cada día envejecemos.

- Me abres la puerta, por favor.- dijo ella, y añadió, las vacaciones son finalizando noviembre falta poco, pero sabemos que Arthur espera muy anhelante y cuenta los días. No me he preguntado cómo será la vida en el futuro.

- Sí, ahora mismo abriré la puerta.

- Mañana el jefe quiere que entreguemos el doble de producido.

- ¿Cómo? Eso es imposible.

- Le dije lo mismo, no me escuchó, pero tú sabes cómo es él. Si no logramos lo que dice nos deja sin trabajo.

- No, nunca va a pasar, pero tampoco vamos a soportar todo lo que él quiere.

Después de esto conduje a casa, al llegar vi una chica, debe ser Sarah Gessle, mencionó Jennifer, luego Árthur salió corriendo al encuentro, nos bajamos y allí estaban los dos, hola papá, dijo Árthur y muy feliz se colgó del cuello de Jennifer y también del mío, Sarah nos saludó e ingresamos a casa muy cansados buscando el periódico, un sofá y algo de comer. Árthur comenzó a relatar todo lo ocurrido en su día y distinguí en su rostro la felicidad, porque regresábamos del trabajo.

Jennifer Plattner.

Admiro a mi pequeño Árthur, Michael es mi mundo, los dos son especiales, no hay nadie como ellos que causen tanta alegría en mí. Cuando él salió para la estación de combustible me quedé terminando los vestidos y los entregué al dueño de la empresa, un hombre de carácter serio y muy estricto.

Por lo menos, ya retornábamos a casa de nuevo, pero sentí un comportamiento extraño en Michael, tal vez sea por el trabajo o estar lejos de nuestro hijo…- ¡Mamá! Me dijo Árthur, ¿Cómo te fue hoy en el trabajo? - No me di cuenta que él estaba hablando, estaba distraída… muy bien, hoy con tu padre hicimos unos hermosos trajes, respondí.

- Genial los quisiera ver deben ser elegantes, dijo Árthur con una gran sonrisa de mejilla a mejilla.

- Quedaron excelente, respondí, luego Michael llamó a Árthur y debería ser para preguntarle algo, tal vez el huerto… solo escuché regaños y una cara triste entrando a mi mirada, ¿Qué pasó? Él respondió: me olvidé de limpiar el huerto y papá me regañó.

- Tranquilo, pequeño, sé que tú no alcanzaste, no pasa nada mañana lo haces, cambia esa cara triste por una gran sonrisa dije… él sonrió al momento y se sentó a mi lado.

Al instante había alguien llamando afuera, ¿Quién será? Cuestioné. Y escuché la voz de una chica, Árthur se levantó y dijo: mamá voy con Sarah, le dije que regresara más tarde y ya llegó.

- Ok ve con ella, mientras voy a preparar algo de comer.

Árthur Línox.

Fui rápidamente porque Sarah estaba justo allí esperándome, es realmente la chica más bella, resumo, es bonita, no puedo olvidar la tarde que pasamos juntos, fue agradable y nos divertimos de todas las bromas que hicimos durante la mañana en el instituto.

- Hola Sarah, vamos al jardín y te contaré lo que realizaremos mañana, va a estar súper, pero vamos a necesitar suficiente tiempo para lograrlo.

- Hola Árthur, sabes que me olvidé de traer lo que dijiste.

- ¿Qué te dije?

- ¿No te acuerdas? Tú me encargaste traer madera para la noche.

- ¡ah! No recordaba lo que mencioné en la tarde sobre la madera, no hay ningún problema por ahora, pero sí vamos a necesitar madera.

- Vamos al jardín donde hay un árbol gigantesco.



#2568 en Fantasía
#6842 en Novela romántica

En el texto hay: romance, fantasia juvenil

Editado: 06.09.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.