- No, no aléjate, déjame, no lo hagas, por favor te lo suplico, no, no lo hagas, yo no dije nada lo juro, no diré nada, de verdad-
Un golpe seco al caer un cuerpo muerto a lo profundo del pozo, tres niños observan en silencio como la cabeza de ese ser revota y parece que se desprende de su cuello, se miran entre sí asustados y corren alejándose de el lugar.
Sara abre los ojos sobresaltada y con un brazo entumecido se había quedado dormida investigando mas sobre los planos del pueblo y algo más de historia frota sus ojos y observa su reloj, reacomoda los papeles y ve un sobre color negro que antes no estaba ahí, observa a todas partes
- Marlene Andralle-
- ¿Quien demonios es ella?- la mente de Sasha
Tomando el sobre con la nota dentro busca en el registro de la población ese nombre,
- Por Dios-
- ¿Disculpe encontré lo que buscaba?-
- si, si, perdón, estaba distraída y casi me da un infarto, si, de hecho ya me retiro, mil gracias- casi a los tropezones sale Sasha de la biblioteca conduce su auto y se encamina hasta la dirección que encontró de esa extraña mujer, esa tal Marlene.
Uriel verifica el teléfono buscando algún mensaje de Sasha que lo haga salir del hospital, pero solo hay uno de parte de su esposa pidiendo que este con su hermano para que pueda descansar su madre y relevarlo mas tarde, por lo tanto deberá mantenerse entretenido leyendo alguno de sus libros anteriores para pasar el tiempo, o bien esperar a que su hermano despierte y puedan hablar sobre el accidente a caballo; sumergido en su lectura una extraña sombra se posa al pie de la puerta de la habitación mirando fijamente a Esteban
- ¿Quien esta ahí?- Esteban
- ¿Qué? ¿Quien qué?- Uriel dejando su lectura
- La de- señala Esteban
- ¿Donde, quien?- Uriel
- No, nada, debí imaginarlo, ¿porque estas tu aquí? no trabajabas en tu novela- esteban
- También me d gusto verte, sobre todo que estas bien- responde Uriel
- lo lamento, es que, anoche vi a mi mama y- Esteban
- Está cansada, me pidieron que viniera y estoy aquí, ¿como te sientes? ¿que paso? creí que eras experto en montar a caballo pero al parecer solo alardeaste- Uriel
- Los animales responden de diferentes maneras más cuando están asustados- Esteban
- ¿Y porque se asustarían?- Uriel mirándolo fijamente - Tal vez, vieron algo, así como tu hace unos momentos- Uriel
- Basta Uriel, has venido a remover cicatrices que este pueblo creyó cerradas- Esteban
las cicatrices no cierran a menos que las cures, dime que está pasando aquí, la verdad, debes saberlo, Por Dios Esteban tengo una hija de la misma edad que esos niños, de la misma edad que yo- Uriel
- El se lleva solo a niños- Esteban
- ¿El?, ¿quien es él?, Esteban mírame, ¿quien es él? ¿Lo conoces? ¿Porque estas tan seguro que solo se lleva a los niños?, si yo vi que cada- lo interrumpe esteban
- cada cuatro años, tres niños, solo una es niña de los tres- Esteban
- Esteban, dime la verdad- Uriel
- Fue hace mucho tiempo, Uriel, de hecho, yo no lo sabía hasta que, hasta que, me paso lo mismo que a ti- Esteban
- ¿Qué? ¿Porque no?- de nuevo interrumpiéndolo
- Al año que te fuiste, fui al pozo a bueno despedirme de Duque, estaba por irme pero, juro por Dios que escuche golpes, viniendo de lo más profundo del pozo resonando entre las paredes empedradas de ese lugar, subiendo rápidamente, retrocedí, quería correr, huir de ahí, cuando la maldita reja se abrió de golpe, caí de trasero asustado, me faltaba el aire, no sabía qué era lo que emergería de ese lugar y entonces las vi, unas garras o algo así sobresalían del borde del pozo como pude me puse de pie y comencé a correr y escuche, escuche que esa cosa gritaba tu nombre, a partir de esa noche comencé con pesadillas, algo entraba a la casa buscando a alguien, buscándote a ti, le dije a mi papa, y- Bajando la mirada
- Por eso la salud de mi papa comenzó a mermar ¿cierto?- Uriel
- Si, noche tras noche no dormía, hacia guardia al pie de la entrada, mientras hubiera un adulto despierto el jamás se acercaría a la casa, así fue hasta que cumplí la mayoría de edad y el jamás regreso, pero cuando murió papa, había marcas de rasguños en el féretro de él y entre los rasguños se distinguía un nombre- Esteban
Uriel atento a cada palabra, lentamente eleva su mano derecha y con su dedo índice se señala a sí mismo, y así sin palabras, Esteban asiente con la cabeza.
- Fuiste el único niño que logro escapar, además de Sasha o Miriam o quién diablos sea esa mujer, - Esteban
- eso no responde ¿porque caíste del caballo?- Uriel, sin querer saber la respuesta, pregunta debido al instinto de curiosidad humana que a todos nos caracteriza
- Porque sentí una mirada encima de mí, los caballos comenzaron a ponerse inquietos, Jazbeth estaba viendo la televisión dentro de la casa necesitaba llegar a ella, pero algo, no sé que, asusto al animal, no pude controlarlo, y caí, todo porque lo vi, acercándose lentamente - Esteban
- Espera dijiste que, que no se acercaba a menos de que un adulto estuviera en casa, y a la luz del día- Uriel
- No lo entiendes, no es un hombre, es un niño- Esteban
¿Un niño?, la cabeza de Uriel da vueltas, esta mas confundida que antes y a la vez aterrado, su hija ha estado hablando con un niño que dice salir del pozo, le entrego su conejito de peluche y supuestamente la previene, cuida, y juega con ella, entonces no es una buena persona, o alma, es un alma atormentada que busca terminar con lo que comenzó, y ahora estaba encima de su familia, por eso debía haber un adulto cercas y despierto en casa cada noche, el, esa cosa, era un niño.
- Necesito hace una llamada, ahora regreso- Uriel
- No, espera no lo hagas no- Esteban
- No, mira, mira, aquí estaré a la entrada de la habitación tranquilo no te quitare la vista de encima, tranquilo- saliendo busca el numero de Sasha - Maldita sea, responde el teléfono, bueno si, de nuevo tu buzón, llámame es urgente descubrí algo- Uriel
Sasha llega la dirección que encontró en esa tarjeta color negro que le fue dejada de manera anónima a un lado de ella en la biblioteca, frente a ella hay una escalera de concreto a los costados dos leones custodiando la entrada, sube lentamente hasta estar frente a ella una enorme puerta de madera color negro, buscando con la mirada como llamar la atención de los que la habitan pero no es necesario lentamente la puerta se abre y una mujer se asoma para recibirla
- Buenas tardes perdóneme pero- muestra el sobre
- si, si, lo sé, pase, ella la está esperando- dice
Sasha entra desconfiada a esa casa un enorme pasillo lúgubre esta frente a ella
- Sígame, está en el jardín trasero- guio yendo al frente - Señora aquí esta Sasha, la reportera- señalo que tomara asiento
Sashsa estaba más que nerviosa, la casa de por si tenía cierto toque gótico barroco, el pasillo lúgubre casi sin luz, el jardín no se quedaba atrás, Sasha esperaba encontrar rosas, arboles, incluso pasto o bien aun que fuera un camino con mesetas y plantas pero no fue así, el llamado jardín era un laberinto de enredadera uña de gato y al centro del mismo estaba un viejo invernadero donde estaba esa mujer, que a simple vista pasaba de los setenta años, y sumando a todo eso, estaba el hecho de que, amabas sabían su nombre, su profesión y de alguna manera sabían lo que estaba buscado, la verdad sobre ese pozo.
- Buenas yo- Sasha
- No, no es necesario que se presente, sé muy bien quién es usted y lo que ha estado haciendo junto con el pequeño Uriel- Comenzó la mujer
- ¿Como sabe todo sobre nosotros? ¿Usted es Marlene? ¿Cierto? ¿Que relación tiene con todo esto?- Sasha
- Mi abuela me conto una historia hace mucho tiempo, sobre la muerte de un niño que fue arrojado al pozo y dejado ahí para que muriera, pero lo que el pueblo no sabía era la verdad, ¿porque lo arrojaron? y quien lo hizo jamás fue perdonado- Comenzaba
- ¿Y Cuál es la verdad? ¿Quien es ese hombre? ¿Porque mueren los niños y?- Sasha
- Aquí encontraras todo lo que estas buscando, espero que te sirva, y una cosa nada más. Jamás te acerques al pozo de noche tu sola- dijo
- De acuerdo gracias- Sasha
- y Jamás, nunca, dejes la puerta de tu habitación abierta- Marlene
- bien, solo respóndame una cosa más, ¿Es Marlene, cierto? ¿Que relación tiene con esa historia?- Sasha
- Mi abuela, ella, ya lo sabrá, ahora debe irse, aquí no es seguro estar de noche, recuerde lo que le dije Sasha, y dígaselo a Uriel, y toda su familia, que aun están en peligro- Marlene
La temporada de lluvias no ayudaba a nadie y menos a quienes buscaban respuestas y debían conducir extensas y peligrosos caminos para encontrarlas, Sasha regresa por la libre los nubarrones se oscurecen aun mas y las enormes gotas de lluvias no tardan en aparecer la lluvia poco a poco se transforma en un diluvio, los limpia parabrisas en lugar de darle una imagen más amplia del camino en el auto a Sasha, esas gotas que resbalaban y otras caían copiosamente sobre los vidrios la hacen ver visiones que no están ahí en realidad, como la de un niño al pie de la carretera haciendo que gire con brusquedad el volante hacia la derecha y se detenga al estrecharse contra algo, despacio y aturdida salió del auto, tratando de ver la magnitud el choque y saber si ese niño en la carretera era producto de su imaginación algo retorcida y sugestionada o en realidad había uno perdido,
- Miriam-
Una voz la pone en alerta tras de ella,
- yo no me llamo Miriam- Grita
Un niño, el mismo que vio en medio de la carretera se acerca a Sasha despacio aterrada por la visión al ver ese rostro llenos de sangre los ojos donde deben estar solo había dos cuencas vacías, la respiración se hace más agitada y pausada retrocede mientras ese niño sigue acercándose a ella, entre el terror y la humedad la hacen resbalar y caer de espaldas encima del fango trata de ponerse en pie, huir, alejarse de ahí pero su torpeza la hacen hundirse mas en el fango
- no, no por favor, no lo hagas, no-
Siente como es arrastrada por manos extrañas con una fuerza sobrehumana, sus uñas se aferran al pasto, húmedo, trata de huir, de sostenerse y que eso que la arrastra se dé por vencido, pero es inútil sigue siendo arrastrada hacia atrás, gira para ver hacia donde es jalada y sus ojos se llenan de terror al ver el enorme pozo de piedra
- No, por favor no, no, ayúdenme. Alguien no-
Un grito se pierde en la noche, un cuerpo cae violentamente azotándose entre las rocas del vacío y una reja cae fuertemente, la lluvia sigue su curso perdiendo hasta la más fina huella sobre el fango, perdiéndose en la oscuridad.
Uriel termina el cuarto mensaje de voz dejado en el teléfono de Sasha, su madre está ya con Esteban y pasara la noche con él, Casi a las suplicas convenció a su esposa de pasar la noche en casa de Esteban junto con Don Noé y su hija, todo por petición de su hija.
-Papi los caballos nos protegen-
Eso fue suficiente para que los mantuviera a salvo y lejos de todo, eso fue lo que le dijo en su último correo de voz a Sasha que se dirigiera a la casa de su hermano Esteban y pasara allá la noche pero eso se quedo solo en un correo de voz, y se quedara en olvido después de hablar con los agentes de la policía que Uriel ve que entran al hospital y caminan hasta el.
- ¿Uriel?-
- si, si dígame- responde
- necesitamos hablar con usted-
¿Pasa algo?- Uriel
- debe acompañarnos a la estación de policía-
- Pero, ¿cual es el motivo?- Uriel
- Encontramos el auto de Sasha al parecer un choque pero, necesitamos hablar con usted, por favor acompáñenos-
- Si, si, está bien-
Uriel camina hacia el auto de los agentes y de ahí a la estación de policía sabe dentro de su interior que esto se debe a esa cosa quien habita en el pozo.