El amor me estaba esperando en la entrada de su cálido hogar con los brazos abiertos desde el día en que te topé por "casualidad"
Mientras yo perdía el tiempo tocando a otras puertas anhelando sentir un poco de paz, ya existía alguien en mi diario andar que presentía que las coincidencias que entre los dos se fueron dando no eran algo normal.
Ahora sé que ha valido la pena aquellas caminatas puesto que entre decepciones y rechazos, harían de todo esto más grande mi impresión al encontrar lo que tanto había buscado.
Fue en una salida como muchas otras de meses atrás desde que nos conocimos.
Pero algo cambió y lo describiré a continuación.
No sé si fue al saludarte o al tomar un poco de tu helado, cuando te miré en esa tarde y en mi mente pensé que aparte de bella lucías tan radiante, tan transparente, tan tú.
Pude comprender en ese destello que había llegado a mi meta y trata de imaginar mi shock enorme cuando todos los cabos sueltos y respuestas a medias estaban tornando un nuevo panorama.
Desde el inicio de todo esto me fui anclando poco a poco a algo que ahora con toda la extensión de la palabra podía llamar hogar.
Mi lugar era a tu lado y tú lo sabías, solo estabas esperando el momento correcto, el indicado.