Lo Que Nunca Esperas

Capítulo 28

Narra Giselle

Me quedo totalmente petrificada al escuchar las palabras que no creí escuchar de Levid, al menos no aún, al menos no ahora.

Levid me mira fijamente mientras mi mente queda totalmente en blanco pensando simplemente en si sería una buena idea o no decirle a Levid que sí, digo él es un buen chico, es tan lindo y agradable y me gusta mucho pero, está también el hecho de que nunca he tenido un novio y no tengo la menor idea de que hacer en estos casos, además que también está el hecho de que me gusta también Jack.

Dios ¿Por qué tienen que gustarnos siempre los chicos malos?

Quizás, sea una buena idea, un buen momento, una buena salida para mi dilema, además de todo él es tan guapo y agradable, es lindo, detallista, romántico y a su lado me siento mejor, me siento más tranquila, me siento… Feliz; Levid es lo mejor para mí, Levid es el chico perfecto.

-¿Hablas completamente enserio?- pregunto con sorpresa sin poder reprimir una sonrisa y él asiente con la cabeza con la misma sonrisa que yo.

Mis mejillas se tornan rojas cuando miro hacia abajo.

-Si- digo como simple respuesta.

Levid sonríe de oreja a oreja al escuchar mi respuesta mientras me pega a su cuerpo en un abrazo estrujándome con fuerza.

-¡Si!- dice haciéndome reír mientras toma mi rostro y vuelve a besarme tranquilamente mientras las olas siguen pegando contra nuestros cuerpos.

Levid me mira por un momento tomando aun mi rostro entre sus manos, posando sus labios sobre mis mejillas y sonriendo con calidez.

-Eres hermosa Giselle y tu sonrojo es sumamente adorable- asegura y sonrío nuevamente sintiendo como el sonrojo se intensifica y él suelta a reír.

Alberth llega con nosotros avanzando en el agua y mirándonos con una media sonrisa mientras alza una ceja en nuestra dirección al verme con los pies rodeando la cintura de Levid y abrazando su cuello mientras él sostiene mi rostro.

-¿Que está sucediendo aquí? ¿Por qué siempre parece que no me entero de nada?- pregunta juguetón a Levid y él le guiña un ojo.

-Te dije que algún día serias mi cuñado falso Alberth- dice con tranquilidad.

Alberth se queda completamente quieto un momento sopesando las palabras de Levid, para después sonreír, reír entre dientes, negar con la cabeza y finalmente guiñándome un ojo.

-Eso veo- dice como simple respuesta- Vamos chicos, los toboganes acaban de abrir y me muero por subir a uno- dice y Levid me mira.

-¿Quieres ir?- pregunta y yo asiento con la cabeza.

-Sí, me encantan los toboganes- digo emocionada.

-Vamos entonces- dice Alberth caminando de regreso.

Levid no me baja, simplemente camina conmigo en brazos mientras pone sus manos en mi cintura para que no caiga y puedo ver como todas las chicas cercanas nos miran y una de ellas me alza el dedo pulgar y me guiña un ojo con aprobación.

No puedo evitar reír.

Ni siquiera me tomo la molestia de mirar a donde Jack está, con todas esas chicas alrededor, simplemente sigo prensada al cuerpo de Levid mientras recargo mi rostro contra su hombro.

Una vez que llegamos a la cálida y no ardiente arena antes de llegar al pavimento nuevamente, nos metemos a las regaderas para enjuagarnos el agua salada mientras Alberth me lanza agua para molestarme y al terminar vamos directo a otro lado.

No puedo evitar pensar en donde está Jack, en si realmente no va a acompañarnos o si de verdad va a hacer lo mismo que hizo antes y dejarme sola con Levid y Alberth.

-¿No se supone que no volvería a dejarnos solos?- pregunto poniendo los ojos en blanco- ¿Dónde está Jack?- pregunto rendida mirando hacia atrás, a donde se supone estaba pero no hay rastros de él entre todas esas golfas.

-Atrás de ustedes- murmura haciéndome sobresaltar.

-Dios…- murmuro llevando una mano a mi pecho y mirándolo con molestia- ¿No podrías al menos aclararte la garganta o algo?- pregunto resentida mirándolo con molestia.

El parece ni siquiera escucharme, solo tiene la vista fija sobre Levid.

Levid y yo estamos tomados de la mano mientras caminamos demasiado cerca, más cerca de lo común y veo como Jack evalúa nuestra mano con la mirada para después fruncir la boca.

-¿Me perdí de algo?- pregunta tratando de adoptar un tono de voz serio, sin embargo puedo escuchar la molestia en él.

Siento mi corazón latir fuertemente mientras Jack me mira esta vez a mí, pero yo miro hacia otro lado, ignorando su pregunta, sin embargo Levid sonríe con orgullo y arrogancia.



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En el texto hay: secuestro

Editado: 18.04.2018

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