Lo que nunca me atreví a contarte

Te odio tato.

Te amo demasiado que comienzo a odiarte.

 Prometiste quedarte, amarme, me pediste que jamás dudará de tus palabras, luego me usaste y me abandonaste. Fuiste la única persona que me ha hecho sentir amada, relevante, importante, bonita, inteligente.

Me hiciste sentir que valía la pena, que valía muchísimo y que me merecía el mundo entero. Me hiciste amarme, y me hiciste dejar de despreciarme un poco, me ayudaste en mis momentos oscuros, me levantase y siempre estuviste para mí. Confiaste en mí y me ayudaste a levantar el vuelo. Me amaste como nunca pensé que fuese posible. Me dejaste ser yo misma y fuiste todo tu.

Estaba dispuesta a entregarte todo mi ser, quería con tantas ganas que fueras tú. Estaba dispuesta a contarte mis secretos más grandes, a darte mi corazón entero sin peros ni dudas. Estaba dispuesta a arriesgarlo todo por ti. Ningún riesgo tomado, mientras fuera por ti, me daría miedo.

Soñaba con verte, tenerte entre mis brazos, y caminar hacia la eternidad, te robaste mi corazón de maneras inimaginables, viste mi lado vulnerable y lo amaste, viste mis cicatrices y las besaste, me amaste tanto como yo te amaba. Me apoyaste en mis crisis, me enseñaste tantas cosas nuevas, me enseñaste a amar y a dar lo mejor de mí. Me pediste que no me rindiera, y por ti, seguía existiendo, te convertiste en aquello que me motiva, siempre estaba pensando en ti, no podía pasar ni un solo segundo en el que no estuvieras presente, y quería con tantas ganas que yo tampoco abandonara tus pensamientos, me hablas con tanto cariño que la distancia no era nada, a veces pensaba que ni siquiera eras real, era tan perfecto, todo lo que alguna vez soñaba que sería enamorarme.

Moviste todo mi mundo, jamás tuve ojos para nadie más, tú eras todo para mí. Nada ni nadie me importaba, quería ser fuerte para ti, y hacerte sentir todo lo que me hacías sentir. Eras todo lo que buscaba en una persona. Cariñoso, atento, divertido, detallista, amable, educado, encantador, profundo, romántico, un poco loco, pero siempre cayendo en lo ideal, tus ojos oscuros, tu sonrisa perfecta, tu cabello ondulado, alto, maduro, amoroso, con planes a futuro, encajábamos tan perfectamente que tenía que terminar, el universo simplemente no podía contemplarnos.

O quizá, simplemente soy una loca enamorada. Quizá nunca te sentiste como yo. Para ti, solo fui una bonita etapa, porque eso soy. Una fugaz alegría. Eras demasiado para mí, te merecías muchísimo más de lo que hubiese podido darte, te mereces todo lo hermoso del mundo, nunca te desearía el mal, aunque me hayas roto el corazón en millones de pedazos.

 Jamás comprenderé porque simplemente me borraste de tu vida. Dijiste que era sólido lo que teníamos, siempre hablabas de vernos, de estar juntos, de salir, de hablarnos frente a frente. Eres tan cruel, haciéndome creer que me amas, para después borrarme de tu vida con tanta facilidad. Me arrancaste el corazón cuando menos lo esperaba, tú eras mi esperanza en mí.

 Te amé tanto, que creé una enferma dependencia, ahora me siento tan vacía, tan sola y perdida, mi mundo se viene abajo, y sé que no te tendré para ayudarme levantarme.

Solo soy aquella pequeña amiga, que esta rarilla, pero te hace sentir el amor que necesitas en ese momento. Soy desechable, remplazable. Solo me tendrás la temporada que me necesitas, creerás amarme, pero te juro que algo mejor que yo vendrá, y dejarás de verme con esos ojos, y te darás cuenta de que realmente nunca me amaste. Esta es mi condena, suficientemente buena para ser una amiga, pero jamás lo suficiente para tomar el riesgo.

Alguna vez te amé con locura. Y ahora te odio con pasión.

 Me mostraste las maravillas de estar viva, me llevaste al borde del mundo, me prometiste volar en la infinidad, prometiste que estaríamos en la cima del mundo, me prometiste un amor que sabías que no pasaría, me prometiste que todo era real, que todo se resolvería, que todo estaría bien. Prometiste no dañarme. Pero solo eran palabras vacías, cree un mundo perfecto, donde las historias de amor estaban permitidas, donde la fuerza del amor sería tanta, que no importaba a lo que nos enfrentáramos. Teníamos los mismos sueños, y éramos la fortaleza del otro. Y simplemente, te diste por vencido. Perdóname, por no ser la chica que buscabas, por no haber podido manejar tanto amor, por sentirme tan inútil, por ser tan frágil y tan vulnerable.

Ojalá nunca regreses a mi vida. Te amo tanto, que no lo soportaría. No soportaría que estuvieras y no poder tenerte.

Creo que todos tenemos ESE amor, esa persona por la cual dejaríamos todo, si tan solo nos lo pidiera, esa persona que nos ha movido el universo entero, con quien nos sentíamos plenos y llenos de vida. Ese amor que no se compara con ningún otro.

 Todos tenemos a esa persona, por la que moriríamos mil veces más ante esa sonrisa, en la que nos perderíamos por años entre su mirada. Todos tenemos a esa persona que nos enseñó a caer en sus brazos y sentirnos seguros, esa persona que supo cómo besar el alma antes que la piel. Todos hemos tenido a esa persona que destrozó nuestro corazón como si fuera nada, pero en el momento en que se aparezca de nuevo, el terco corazón caerá en el vacío de su amor una vez más, que, aunque sabemos el final de la historia, siempre esperamos que sea distinta cada vez que se cuenta. Porque no pensamos cuando estamos con esa persona, solo nos dejamos llevar por el latido de los corazones en sintonía, quienes crean la melodía que hace a nuestras almas vibrar.



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En el texto hay: amor, tristeza y soledad

Editado: 01.05.2021

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