Lo que nunca te dije, crush (+16)

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¿Recuerdas el cumpleaños de mi hermano? Aún me hace mucha gracia, aunque al principio fue algo incómodo. Andy y su manía de inundar la casa de personas extrañas y alcohol, sin importar si al día siguiente había escuela. Pero esa vez él me había convencido de invitar a las chicas y a Simon: estaba de buen humor porque era su cumpleaños. Lo que jamás esperé fue verte cruzar la puerta de mi casa, ¡tú ni siquiera sabías que esa era mi casa!

–Qué bonita sorpresa. –Fue lo primero que me dijiste en cuánto me viste y te acercaste. Y eso me hizo sentir especial. ¿Por qué lo hiciste, si durante el resto de la noche sólo me ignoraste?

Traté de llamar tu atención, pero tu círculo de amigos era más interesante. Saory y Steffi me convencieron de unirnos a jugar verdad o reto a pesar de que había que ingerir alcohol sin importar cuál fuera la elección, y no soy tan fanática de ése tipo de bebidas. Pero todo iba bien, porque aunque me ignorabas, te veía reírte a cada segundo gracias a las babosadas que hacían por reto los amigos de mi hermano, que también eran tus amigos.

 Recuerdo como Steffi me susurró amenazadoramente que disimulara, y supe que estaba siendo demasiado evidente, pero es que cuando te vi entrar por mi puerta soñé como pasabas toda la noche conmigo y nada más; pero de repente comenzaste a ignorarme. Así que también quise ignorarte y accedí a encerrarme en el armario de madera con Walter por media hora: un reto que era para él y que yo acepté cumplir como acompañante.

Walter era cómo mi hermano, era indiscutible que nada iba a pasar, por eso accedí. Sólo charlamos entre susurros y nos morimos un poco de calor; no obstante estuvimos obligados a mentir, porque de lo contrario habríamos tenido que volver dentro. Nunca nos besamos, fue una total mentira, pero no comprendí por qué tomaste tu chaqueta y te marchaste tan abruptamente luego de eso, ¿no se supone que me ignorabas?, ¿qué demonios te pasaba?

Durante los siguientes tres días continuaste ignorándome, aunque lo disimulabas actuando como si no notaras mi presencia, pero yo sabía que todo era mentira, porque me observabas cuando yo fingía estar distraída.

Esa fue una de las tantas cosas inmaduras que hiciste.

Walter me lo contó todo tres noches después del cumpleaños de Andy: tú siempre creíste que Simon era mi novio, y también creíste en aquél beso dentro del armario de madera; por eso te habías ido de esa forma. Me habías puesto en un muy bajo concepto, ¡creíste que le había sido infiel a Simon en su presencia!

Y cuando Walter te lo aclaró todo, ahora era yo quién quería ignorarte.

 




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