Zarina se encontraba sentada a orcajadas en la barandilla del balcón, desafiando el frío de la madrugada, mientras meditaba, le dio una calada al puro en su mano y tomó con más fuerza la botella de whisky, trató de imaginar la reacción de alguna dama si la viera, se imagino a lady York desmayandose dramáticamente y sonrió. Su sonrisa se esfumó al rememorar al motivo de su insomnio.
Aidan
Recostó la espalda en la pared y tomó la botella de whisky, la miró un momento y luego la alzó como si fuera a brindar con alguien.
-por mí primer orgasmo - pronunció en vos alta antes de beber un largo trago.
Probablemente no era muy sensato estar tomando whisky mientras hacía equilibrio en un balcón, pero no soportaba el ensierro. No esa noche.
Rememoro todo lo ocurrido con Aidan esa noche y sonrió irónica.
En sus 28 años de vida nunca había sentido lo que él le hizo sentir.
Ella no era una damita, el puro y la botella en su mano lo comprobaban. Hacia casi todo lo que un hombre, salvo por una cosas. El sexo. Y no era que se estuviera guardando hasta el matrimonio o algo. Ella no pensaba en casarse. Era solamente que no sentía, nunca ningún hombre le había despertado el cuerpo, su tacto siempre le era indiferente, incómodo en algunos casos. Tanto que hacía años que se consideraba una mujer frigida, lo había intentado, pero nunca logro sentir algo, así que simplemente se resignó. Ella no estaba hecha para esas cosas, había pensado hasta que lo conoció.
Una sola mirada del duque estirado la hacía temblar, la había hecho llegar a él orgasmo, maldición!!!.
Con sólo recordár su mirada sentía que se volvía a exitar, maldigo en italiano.
De todos los hombres del mundo tenía que ser el.
Sabía que eso le traería problemas. Si habian una regla clara era nunca mezclar las cosas.
-no comas dónde defecas - repitió en vos alta.
Volvió a suspirar, tomó otro trago de la botella y descubrió que era el último.
Y ahora tendré resaca mañana. Es que estas idiota últimamente. Solo falta que te caigas de aquí. Eres bruta, estúpida, tarada, lela...
Unos gritos la distrageron de su regaño interno, salto de la barandilla rápidamente, pero tuvo que aferrarse a la pared para no irse de bruses, todo le daba vueltas, se sentía mariada. Respiro profundo, entró con lentitud a la habitación intentando ignorar el mareo. Miró la hora en el reloj y maldijo.
3:43. Ni siquiera dos horas
Camino con rapidez a la puerta que conectaba su habitación con la Erick, y entro con prisa, sin poner atencion a su evidente ebriedad. El estada en la cama retorciendoce, peliaba con sus demonios como cada noche.
Se acercó a él pero antes de que logrará despertarlo el lo hizo solo, dio un suspiro de alivio, pero este murió cuando Erick se lanzó sobre ella intentando estrangularla.
Se movió con rapidez, pero su ebriedad la hizo perder el equilibrio y callo al piso, Erick aprovecho y se puso sobre ella.
-merda.
Intentó sacárselo de encima pero su cabeza borracha no ayudaba, el la agarro del cuello y supo que estaba en problemas, Erick le ganaba en fuerza.
Tienes las manos libres idiota
-Erick!!!
No quería hacerle daño pero si no lo hacía él la iba a matar, llevo sus manos asia sus costillas y metió sus dedo en medio de estas al mismo tiempo que lo golpeaba en la entrepierna, el dolor lo obligó a soltarla, ella empezó a tocer, se estaba quedando sin aire.
-lo siento
El susurro dolido de él la hizo darse cuenta que ya habia vuelto a la realidad, lo miró y vio cómo tenía los ojos azules un tanto cristalizados, su expresión llena de culpa y dolor la hizo sentir mal.
-es.. - su voz era rasposa y le dolía la garganta, carraspio - esta bien, no es tu culpa, no debi hacercarme estando medio borracha.
-lo siento.
Ella suspiro, no era la primera vez que eso pasaba, en realidad la había golpeado estando en trance más veces de las que podía recordar. Ella era la única que lograba traerlo de vuelta, no como los demás, cualquier otra persona terminaba mucho peor, si lo golpeaban solo lograban que su rabia creciera, pero esa noche fue su culpa por asercarcele estando borracha.
Le dolía en el alma que tuviera que pasar por eso cada noche.
-solo abrázame si - el cumplió al instante su petición, la apreto contra su pecho, y escondió su cabeza en su pelo, no tardó en sentir la húmeda de sus lágrimas. La culpa sumado a las pesadilla siempre lo hacían llorar cuando la lastimaba. Sintió los ojos picarle pero se negó a llorar, si la veía mal se sentiría peor. - esta bien, no pasa nada. No me hisiste daño. Estaremos bien. Lo solucionaremos. La mia anima, yo estoy contigo. Nunca te dejaré solo.
Siguio susurrandole palabras de consuelo mientras el lloraba perdido en sus recuerdos malditos. Cuando se canso de estar en esa posición lo hizo volver a la cama y se acostó a su lado, el la apreto con fuerza y puso su cabeza en su pecho. Era algo que siempre hacía, decía que los latidos de su corazón lo tranquilizaban, ella empezó a tararear una vieja canción mientras lo abrazaba, según el su voz lo mantenía en la realidad. Cosa que ella no entendia porque si había algo que hacía mal era cantar, tenía una voz horrible, completamente desafinada y esa noche después de varios puros, una botella de whisky y casi morir estrangulada era peor. Un rato después los sintió dormirse.
Ella por el contrario no pudo, le dolía la garganta, quería algo de agua pero tenía miedo de dejarlo solo. Sabía que el trance había sido producido por estar solo. Dormian juntos por esa misma razón, Erick enloquecida al sentirse solo. Por eso procuraban permanecer siempre juntos, bueno por eso y porqué así lo querian. Habían estado juntos desde antes de nacer, Erick era mayor que ella sólo por año y medio, pero desde que ella nació el había estado para ella, y ella estaria para el siempre. El era la única persona que en verdad quería, la única que le importaba, la única a la admiraba, la única que respetaba, el era, La sua anima. Haría cualquier cosa por el, y daría cualquier cosas para liberarlo de su infierno, pero para su desgracia ese era uno de esos en los que nadie podía ayudar, lo único que ella podia hacer era estar a su lado mientras él luchaba. Su mente se perdió en los recuerdos de esa noche de nuevo.