Eduardo regresó a casa abriendo la puerta con una patada, la dejo abierta y solo miró las imágenes de los santos que había por toda la casa, el mismo sabía que refugiarse en la religión era un error, pero no tenía nadie más, solo a dios, y en ese momento, sentía que lo había abandonado.
-¡¿Por qué dios?!... porque me abandonas… ¡¿Acaso no he sido buen hijo?!... casi muero rescatando personas, y personas murieron por mi… ¿No puedes hacer que Laura se quede?... ¿Por qué eres tan malo conmigo?... ¿Por qué no me respondes?- dijo y comenzó a romper las figuras- ¡Respóndeme!- gritó con mas enojo y se tiró al suelo a llorar
Eduardo no paraba de pensar que solo estaba en ese mundo para ver morir a las personas, se arrastró en el suelo y tomó un pedazo de santo hecho cuchilla al reventar y lo colocó en su brazo, estaba por hacer fuerza vertical para cortar sus venas a lo largo y con su sangre aun cálida hacer su ultimo cuadro, un retrato de Laura, como el la recordaba, con esa sonrisa que ponía a pesar que las profesoras fueran malas con ella, o que le regresaran sus reportes de laboratorio, una sonrisa cálida que siempre le inspiraba tranquilidad aun en el medio de la guerra.
|Flashback|
-Recibí una carta, una carta del ejercito-
-¿Ya es momento que te vallas?-
-Sí, tengo que defender este país de las garras rusas, incluso de las estadounidenses-
-No mueras, eres el único amigo que tengo-
-No moriré, regresare para que seamos contadores, haremos mucho dinero juntos-
-¿Y viviremos en una gran mansión?-
-Viviremos en la mansión más grande de México-
-¿Me lo prometes?-
-Te lo prometo-
|Fin flashback|
-Te lo prometo- dijo y arrojo la cerámica reventándola en la pared
Eduardo se levantó del suelo y fue hasta su estudio, tomó las pinturas y en unas horas ya tenia otro cuadro, él vestía un precioso traje y Laura un bello vestido blanco, sus rostros estaba bien detallados y decidió agregar algunas lágrimas de felicidad con sonrisas suaves, un cuadro que al verlo sintió nostalgia y tristeza.
-Tal vez ella esperaba que se lo propusiese- se dijo a sí mismo y puso el cuadro en otro caballete para que se secara- quiero escuchar su voz solo una vez más… solo una vez más-