Los 7 Verdaderos Amigos Que Encontraras En La Vida

desarrollo personal

 

CAPITULO 1

CAIDA

“NO HE VISTO UNA GOTA DE AGUA CAER HACIA ARRIBA, TAMPOCO UN SER HUMANO, LA DIFERENCIA ES QUE NOSOTROS PODEMOS ELEGIR, LOS SUEÑOS SON DIFICILES PERO ES AUN MAS DIFICIL VERLOS CAER ANTES QUE A NOSOTROS.

 

No puedo creer que me encuentro sentada encima de esta cama, vestida de pies a cabeza, tan solo con una túnica azul, es tan bochornoso, mis ojos no pueden distinguir la silueta de mis caderas, y mis manos tocan mi cara mientras que por medio de ellas corren lagrimas de dolor, pensar tan solo que hace unos meses mi vida era perfecta, un buen trabajo en Ecopetrol, fiestas cada fin de semana, sexo, alcohol, pero me olvide de Dios.

Aun recuerdo como aquel fin de semana llegue a mi casa, tan cansada, tan herida, con un vacio tan grande, tener todo lo necesario pero a la vez un vacio en el corazón solo me dejaba lagrimas, recuerdo haber tomado un cuchillo y haber cortado mis muñecas, dolió al principio pero instantáneamente de la herida empezó a brotar sangre, la sangre recorría toda la cocina, mientras recordaba mis años de niñez en cuando estaban mami, y papi para solucionar todos mis problemas.

Lo último que recuerdo fue haber visto a Bryan mi compañero de piso, gritar de espanto, tomarme entre sus brazos y conducirme a un hospital, solo veía luces, que venían, por todos lados, e incluso una voz que me decía, estoy aquí a tu lado.

Todas las mañanas es lo mismo aquí en el sanatorio, despierto en un cuarto blanco, no se nos permiten tener objetos, una enfermera viene me visita me pregunta, ¿cómo estoy?, siempre me dice que tuve suerte, todas las personas tienen un límite pero yo lo cruce, que no estoy en este sitio por estar loca, al contrario que necesito ayuda, luego de ahí me ducho, me cambio con una ropa blanca y me dirigen a un patio grande, hermoso, en donde hay una mesa de pimpón, una biblioteca, una cafetería, un baño, y la habitación donde nos reunimos todos a compartir nuestros problemas con la psicóloga.

Cuando entro por la puerta blanca, inmediatamente pasan un cerrojo, al voltear encuentro a Charlie siempre esta divagando en sus pensamientos, caminando en rondas eternas que nunca terminan hasta que se sirven las comidas, luego al mirar a la derecha hablo con Daniel, un joven de 20 años, pobre no se que tendrá pero es muy violento, no tiene control, muchas veces lo he visto golpear el muro hasta desmallarse, es casi como un jardín de niños solo que aquí si te lastimas, y duele.

Siempre he notado al anciano de camisa blanca que lee, tan contemplativamente cada una de las novelas de la biblioteca, pareciera casi no estar loco, mejor algo cuerdo respecto al resto de nosotros, es muy solitario, no habla no se relaciona, aunque participa en cada una de las actividades que se realizan en esta institución de buena obra, preferimos llamarlo asi en vez de sanatorio.

Buenos días señor Andrés, buenos días Katherine, ¿qué te trae por aquí?, simplemente curiosidad, me preguntaba ¿porque estás aquí?, parece que no estuvieras tan mal como nosotros, además ¿cómo sabes mi nombre?, mira este es un grupo pequeño un lugar pequeño todos nos conocemos, además la socialización ayuda a nuestro proceso de mejora, me encuentro aquí porque perdí a mi familia, ellos lo eran todo para mí, pero después de eso todo no fue lo mismo, oh por Dios que pena creo que fue muy imprudente de mi parte haberte hecho recordar todo los que viviste.

El anciano se levanto fue hasta la biblioteca, me miro directo a los ojos, dio la vuelta escogió un libro camino hasta mi, se sentó de nuevo a leer un rato cerro el libro y me pregunto hay algo más que me quieras preguntar, no, no la verdad no.

Asi pasaron dos semanas, siempre lo mismo, no me veía mejorar, añoraba tanto salir de ahí, recobrar mi vida pero no sabía cómo, pedir ayuda a las enfermeras era como realizar una fuga en medio de una prisión, nadie podía enterarse, o tenias días de castigo.

Caminando cierta mañana, como todos los días en medio de la rutina agobiante, note de nuevo al viejo, todos nos formábamos en fila para recibir medicamentos, y todos tomábamos diferentes tipos de placebos, pero el anciano siempre las recibía y luego las botaba, parecía que las enfermeras no le prestaban mucha atención, ya que era demasiado calmado y participativo, como para llamársele la atención.

Pensé mucho, meditando para evitar un malentendido con el anciano pero al final dije que rayos que tengo que perder, me acerque al anciano y con voz decidida le dije se tu más oscuro secreto, a lo que el anciano me respondió si adivinaste soy un poco más viejo que tu, no me refiero a eso, y tu muy bien lo sabes, no lo sé respondió el anciano, me refiero a que tu recibes medicamento pero no lo consumes, a ya si es verdad no lo consumo porque ya no lo necesito, encontré un medicamento más poderoso, su nombre es Dios.

Quede algo enojada al principio pues pensaba que este abuelito se estaba mofando de mí, pero me dije a mi misma, cálmate Katherine es un pobre viejo, que se le puede hacer solo puede echar chistes de mal gusto, bueno entonces si ese Dios es tu cura ¿porque no te ha sacado de aquí?, respóndeme, a lo que el anciano respondió pareces muy inteligente y con ganas de salir de tus problemas, pero más que eso escapar de esta prisión, que estarías dispuesta a hacer para recuperar tu vida Katherine, no estoy dispuesta a ofrecer nada, solo quiero recuperar mi vida, volver a lo de antes diversión, alegría, libertad, a lo que el anciano pregunto y eso te hacia realmente feliz, parece que estas aquí supuestamente por esa vida de libertad que llevabas antes, bueno pero eso no te incumbe verdad, no la verdad que no, pero puedo mostrarte una salida a la libertad un cambio, que la vida no es solo alcohol, diversión, derroche de dinero, que la vida es un ratico que todo lo que viene se va, estamos aquí un pequeño parpadeo y luego ya no estamos.



#12439 en Joven Adulto
#31529 en Otros
#2717 en No ficción

En el texto hay: desarrollo personal, ayuda drogas y esperanzas

Editado: 20.09.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.