UN DÍA NORMAL COMO CUALQUIERA, NO ES COMO SI ME PASARAN COSAS INTERESANTES DESPUÉS DE TODO

Después de haber terminado los torneos de los clubes deportivos se volvieron a retomar las clases, al fin podíamos volver a estudiar con normalidad, aunque claro, es divertido estar en los clubes pero ya extrañaba recibir clases. Todo fluía como debería de ser, tomar las clases por la mañana, ir a la cafetería a almorzar. Por la tarde cada quien iba al club que le correspondía. Los días iban avanzando a pasos agigantados con la rutina de siempre. En ocasiones iba a la biblioteca para investigación de tareas, claro, teníamos acceso a internet pero en sí, la escuela nos inculcaba mas el hecho de investigar en libros y ya que contábamos con una biblioteca debemos de aprovecharla. Además, podías encontrar mucha información importante que en muchas ocasiones en el internet se omitían.

Debido a un trabajo de investigación que nos habían dejado decidí ir a la biblioteca, después de todo, este trabajo seria a mano así que sería mucho más fácil ir copiar de los libros. Cuando salí del club de botánica tome mis cosas y fui rápidamente a la biblioteca. Comencé a buscar los libros de referencia que nos había dado el profesor, había varias copias de el así que si alguien más quería venir a investigar su tarea no había problema con ello. Comencé a tomar todos los libros que nos había dicho el profesor y también tome uno de poesía, vamos, por alguna razón desconocida me comencé a interesar en la poesía, habían de varios temas lo cual era muy interesante, la mayoría hablaba de amor o de desamor.

Bien, tome asiento en una esquina cerca de la ventana, me encantaba poder observar el exterior. Comencé con mi investigación, ¡woow! incluso habían cosas que no sabía, y que el profesor o bien paso por alto, o simplemente es una estrategia para que nosotros busquemos mas información acerca de los temas que da, bueno, no importa. Mi investigación iba de maravilla, podría decir que terminaría mi tarea ese mismo día, o bueno, para ser sincera ya tenía planeado terminarla ese mismo día, incluso calcule el tiempo para poder darle un espacio al libro de poesía. En fin, termine mi tarea. Tome el libro de poesía y comencé a leer.

No negare que en algunas ocasiones encontraba algunos poemas demasiados cursis para mi gusto, tanto así que, no sabía cómo sentirme al respecto. Habían otros que me hacían reír, claro, no risa de burla, sino que en muchas ocasiones daban en el clavo con lo que realmente sentía, habían varios de desamor que hacían que me doliera el corazón. Otros que hacían que quisiera gritar de emoción, claro estaba, no podía hacerlo así que simplemente lo hacía en mi interior. Algunos que me parecían muy dulces e inocentes que hacían que sonriera también, aaah, es tan difícil explicarlo, después de todo, las emociones son difíciles de expresarlas con palabras. Por eso admiro a las personas que se dedican a la poesía, el cómo embellecen todo con palabras, es algo increíble.

Pase tanto tiempo leyendo que perdí la noción del tiempo, me di cuenta de esto hasta que una de las encargadas de la biblioteca me toco el hombro diciendo que ya iban a cerrar, me levante rápidamente de la silla y vi por la ventana ¡maldición! ya estaba obscureciendo, me disculpe con la encargada tome mis cosas, me levante del asiento, estaba a punto de salir corriendo de la biblioteca, claro, no estaba permitido pero ya saben, entre en pánico por lo tarde que era, así que no estaba para entrar en razones en ese momento. Pero me percate de la persona que estaba en frente de mí, con una hermosa sonrisa, está bien ya, ¿tal vez el haber leído tantos poemas cursis estaba haciendo que lo imaginaria? ¿De verdad estaba allí?, pero vamos, ¿cómo no pude darme cuenta de su presencia? Bien, es eso, lo estoy imaginando, y no es momento para hacer eso, tengo que llegar a casa. Tome mis cosas y me di media vuelta, siento que comencé a caminar demasiado rígida, parecía un robot. Detrás de mi escuche a mi imaginación decir

-¡oye!, vamos juntos a casa-

No voltee a ver, solamente asentí con la cabeza, después de ello Kei comenzó a caminar a la par mía, aaaaah, por favor díganme que es mi imaginación y si no es así, que alguien me entierre viva por favor. No sé cuánto tiempo estuvo allí sentado. Espero que se haya dedicado a su tarea, por favor, por favor, que no me haya visto leyendo ese libro. Aaaah, quiero llorar.

Ambos salimos de la escuela, me sentía tan incómoda, cuando le daba un pequeño vistazo al rostro de Kei podía ver pequeñas sonrisas las cuales me parecían lindas. Si esto sigue así creo que hasta yo podría comenzar a escribir poemas. En la entrada de la escuela pude ver a mi hermano, comencé a acelerar el paso, lo codee por la espalda diciendo

-¿no me digas que vienes por mí?-

-por quien más, mamá me mando ya que no llegabas y tampoco contestabas tu teléfono-

-lo siento, estaba en la biblioteca haciendo una tarea-

¿Eh? escuche a Kei reír en ese momento, no me digas que si vio que leía un libro de poemas cursis. ¡Por favor! que alguien me entierre viva.

-al menos deberías de enviar un mensaje, no asustes a mamá así, ya sabes cómo es-

-está bien, no volverá a pasar-

Aunque pensándolo bien, era la segunda vez que lo hacía. ¿Eh? ¡Esperen! es extraño que mi hermano haya aceptado venir por mí, pude ver a alguien que estaba detrás de el

-hola Enmi-

-hola-

Ya se me hacia extraño que hubiera aceptado venir por mí, Rena estaba con él, al parecer también venia por Kei.

Pude ver a Kei disculparse con Rena varias veces, diciendo que no volvería a pasar.

Los cuatro nos fuimos a casa. Claro mi hermano y Rena iban adelante platicando quien sabe de qué, Kei y yo nos quedamos atrás. Nosotros, bueno, íbamos en silencio. Después de varios minutos Kei hablo

-no sabía que teníamos tarea de poesía-

¡Por favor!, ¡alguien sálveme!

No tenía nada que decir, así que simplemente sonreí incómodamente. Aun sigo sin entender esa sonrisa de Kei, pero lo más seguro era que se estaba burlando de mi.