- Y así damos por concluidas nuestra exposición, apuesto que no tienen preguntas así que gracias por todo. – Dijo Pablo.
- Jajaja, muy buenos trabajos hicieron todos ustedes, o al menos la mayoría. – Dijo la profesora. – Solo tengo una duda, ¿Por qué no pasaste a exponer José?
José solo agacho la cabeza.
- Nunca fui de reprobar a los alumnos, pero creo que esta vez no me queda de otra, José no hace falta decirlo. – Dijo la profesora. – Respecto a los demás, supongo que no los tendré que ver en regularización, felicidades.
Nos sentamos en nuestros lugares y guardamos nuestras cosas, ya era la ultima hora, solo esperamos el toque, ya que lo dieron bajamos a la cancha.
- ¿Qué piensan hacer con la cartulina y toda la basura? – Preguntó Pablo.
- Si, no la vamos a cargar hasta nuestras casas. – Dijeron Nicolás y David.
- Solo tírenla en un bote de basura. – Dijo Antonio.
- ¿Incluyendo la cartulina? – Preguntaron los chicos mientras iban al cesto de basura.
- Incluyendo la cartulina. – Respondió Antonio. – Y nos vemos mañana, ya vinieron por mí.
- Oye, Pablo y yo fuimos a investigar acerca de los artilugios que dijo el viejo el otro día. – Dijo Alberto.
- ¿Ah sí? – Pregunté.
- Sí, el nombre me parecía familiar y fuimos a la biblioteca. – Dijo Antonio.
- Así es, descubrimos cosas bastante curiosas, al parecer son bastante antiguos, son varios mitos, podemos ir un día para que revisemos el libro, lo mas interesante es que… - Dijo Pablo.
- ¿Qué sucede? – Pregunté.
- ¡¡MARCOS!! – Gritó, era el, claro, como no pude pensar que vendría a tomar venganza.
- ¿Qué hacemos? – Dijo Alberto.
- Nos va a alcanzar si corremos – Dijo Pablo.
- Aquí es donde te quería tener. – Dijo José mientras ponía sus brazos alrededor de los hombros de Alberto y los míos. – Saben que no los puedo golpear aquí, así que síganme tranquilamente a la salida, a los maestros no les importa lo que hagamos afuera.
- ¡¡Oye inútil!! – Gritó Nicolás, mientras venía David detrás de él.
- Ustedes no se metan, tengo un asunto con estos dos. – Dijo José.
- ¿Dos?, pero si Marcos fue. – Dijo Alberto.
- Gracias Alberto. – Dije.
- Lo siento, pero mi padre me regañara si llego a la casa moreteado.
- El punto es que alguien tendrá que pagar por que reprobé en Español. – Dijo José.
- Nadie va a pagar nada. – Dijo Nicolás.
- ¿Qué van a hacerme tu y el gordo? – Preguntó José. – ¿Me aplastaran?
- Te mostraré lo que vamos a hacer… - Dijo Nicolás.
- Oye Marcos. – Dijo un profesor, al momento todos se detuvieron.
- ¿Si profesor? – Preguntó José, con cara molesta.
- Apostaría que tu no te llamas Marcos, así que suéltalo del cuello o empezaran a pensar otra cosa de ustedes dos. – Dijo el profesor, José quito su brazo de mi y me dio un empujón hacía el profesor. – Y mas vale que no se pelean hoy, ni aquí y menos allá afuera o a todos les pondré un reporte, ¿está bien?
- Ok. – Dijeron todos de mala ganar y empezaron a salir de la escuela.
- Y respecto a ti Marcos, te tengo una mala noticia.
- Dudo que sea peor que saber que José un día de estos me va a golpear.
- Bueno, yo diría que el que te va a golpear va ser otro o otra, mejor dicho. – Dijo el profesor, al momento abrió la carpeta que tenía entre manos. – Verás, no tengo ningún trabajo tuyo desde hace dos meses, ¿Tienes problemas en tu casa o algo así?
- No, no tengo ninguno. – Dije, todavía recuperándome de la noticia, mi mamá iba a golpearme y todo por esa maldita televisión.
- Entonces, ¿Entiendes los temas?
- Sí. – Dije, a secas.
- ¿Entonces qué sucede? – Preguntó, yo solo mantuve la cabeza abajo. – Bueno, ya debes de estar averiguando lo que eso significa, solo queda esperar la entrega de calificaciones para hablar con tu mamá, ¿Quieres que te acompañe a la salida?
- No, gracias, nos vemos mañana. – Le dije, con algo de tristeza. – Tenemos clases, ¿No?
- Así es, no olvides tu tarea. – Dijo el profesor, con una ligera sonrisa con sarcasmo.
- No lo haré. – Dije, mientras bajaba las escaleras.
Editado: 30.01.2019