Capítulo 6.

Para Damián la llegada a la manada Luna llena era lo mismo de cada año, pero, era una nueva oportunidad de encontrarla y a pesar de ser ya un adulto que había tenido su transformación hace tiempo aún le emocionaba muchísimo.

Damian era el Alfa de Luna plateada, una de las manadas más grandes y fuertes, un hombre fuerte de carácter frío y un excelente empresario en el mundo humano, era considerado uno de los licántropos más sanguinarios y por lo cual era muy temido y respetado.

Era un hombre guapo de piel marfil, cabello castaño y ojos verdes, era bastante alto y su cuerpo era tonificado ya que trabajaba mucho en el. 

Para el está fiesta significaba mucho, nunca había perdido la esperanza y jamás había pensado en buscar otra Luna que no fuera su mate. A pesar de la paciencia del Alfa, había algo que realmente le preocupaba, los lobos más jóvenes lo llamaban estrés, ser el líder de una manada debía ser difícil, pero, los mayores se temían lo peor, aunque Damián prefería no pensar en eso, pues "eso" no era nada bueno.

La manada lo notaba, su Alfa tenía cambios de actitud muy repentinos, se irritaba con facilidad, pero aún así, no creían que fuera algo tan malo.

El día en que llegó a la manada una gran tranquilidad invadió a Damián, su lobo ronroneaba de lo bien que se sentía, ese mismo día justo al caer la noche se dirigió a la fiesta, todo estaba tranquilo, pero entonces un inquietante olor invadió el ambiente.

"Es ella...- Dijo su lobo Aziz con emoción.

Tal como lo había imaginado su olor era delicioso, pero lamentablemente había desapareció muy rápido, a pesar de estar conversando con los Alfas sus otros sentidos buscaban con desesperación a su Luna.

Vaya sorpresa la que se llevó al ver a una extraña pelinegra sentada junto a la barra de bebidas, al principio le pareció interesante, al pasar de la noche pudo notar que ella lo miraba de forma disimulada, al poco tiempo Damián pudo ver cómo los ojos azules de está se cerraban en ocasiones, minutos después la vio salir y por impulso la siguió.

"Que iba a hablar con ella?"

Su mente estaba trabajando demasiado rápido buscando una idea y la primera que se le ocurrió fue preguntar por el baño. Al principio creyó que la había asustado, ya que no le respondía, pero al llamarla por segunda vez, y escuchar su voz una extraña sensación recorrió su cuerpo.

Al notar que su pregunta había sido respondida se marchó. Al entrar a la mansión la sensación había desaparecido y un sentimiento de nostalgia comenzaba a surgir, cuando salió del baño, que, después de todo su pregunta no había sido mentira, chocó de nuevo con el rico olor de su mate "Vainilla"si a eso olía ella y al verla tan cerca de el no se pudo a partar, al sentir sus labios sus dudas había sido resultas, ella era su Luna.

El lobo estaba demasiado feliz, pues ella había correspondido el beso. Amanda no sé imaginaba cuánto le había costado a el separarse de ella y cuánto le había encantado que alguien los encontrará, pues no solo estaba besando a su Mate, así también su tío lo dejaría en paz, ya que el pensaría que había encontrado a su Luna y no era mentira.

Después de ese encuentro a Damián le había costado mucho controlar a Aziz, le comenzaba a preocupar lo fuerte que era últimamente, hasta ahora aún lograba controlarlo, pero temía que llegara el día en que ya no pudiera más.

Muchos cuentan que, cuando un licántropo no encuentra a su Mate, no está completo, se sienten tristes y solos, de tal desconsuelo y desesperación comienzan a ser salvajes hasta que la parte humana desaparece y su lobo interior toma el control absoluto, convirtiéndose en lobos, completamente en bestias salvajes.

Eso era lo que más temía Damián, el sería paciente con su Luna, no quería forzarla, pero ese tiempo solo empeoraría la situación de su lobo, si, era tonto, por qué arriesgar su humanidad por ella? Supongo que eso es a lo que ellos llaman  "Conexión".

❤️✨✨