Capítulo 18.

Capítulo 18.

NOLAN ROEBOOK. 

NOVIEMBRE 3, 2018 – SIETE DÍAS PARA LA BODA.

En lo único que había pensado Nolan desde que se encontró con Blake Marsden, era en cómo impedir que ese idiota dejara a Eleanor en paz. Y también en lo sorprendente que había sido su repentino cambio, ¿se sentía así de bien volver a ser el héroe? Con razón Loki era uno de los personajes de Marvel más amados, todos querían a un villano redimido, y Dios sabía lo mucho que Nolan adoraba ser amado. 

Lo siguiente que pensó fue en cómo diablos lograría contactar a Eleanor. Pensó en llamar a los otros chicos, a Aiden, Nicholas o Tristan, pero quizás ellos estarían en la misma estúpida posición de Blake, siendo completamente ilusos. 

Así que, por mientras, se lanzó a la enorme cama de su habitación de hotel. Mirando al techo, puso altavoz en su celular, que marcaba el número de su hermana Allen. 

—Acabo de ir a buscar a Peggy a la escuela e hizo una hermosa casa para pájaros —le contó Allen apenas contestó. 

—¡Es azul y tiene flores amarillas pintadas en el techo! —escuchó que Peggy le contaba. 

—Ah, qué bonito —murmuró Nolan—. Pero hay cosas más importantes de qué hablar, Peggy.

—¡Nolan! ¡Es tu sobrina de diez años! —Allen chilló—. Sé más comprensivo.

—Mamá, tío Nolan tiene razón. Es más importante saber cómo va el plan…

—Exacto, además, Peggy sabe que es mi favorita —dijo Nolan sonriendo. Su sobrina tenía una personalidad casi igual que la de él, a diferencia de que ella no era una niña malcriada—. Y va como la mierda. No sé cómo encontrar a Eleanor.

—¿Nunca pudiste encontrarla por redes sociales? —le preguntó Allen. 

—No. Además, esa búsqueda fue en vano, Eleanor siempre detestó el internet…

—Tiene sentido, yo tampoco tengo ninguna red social. ¿Has intentado contactar a sus padres?

—Nunca los conocí, ni siquiera sé cómo se llaman —Nolan se encogió de hombros—. Mi única opción son los otros.

—¿Los otros ex novios?

—Sí.

—Entonces intenta hablar con alguno… ¿Quién crees que tiene sentido común?

—No lo sé, aún intento pensar sobre cuál de todos ellos es menos raro.

—Bueno, tú serías el último en la lista. Estás volviéndote algo loco.

—Gracias, Allen.

—De nada. Intenta averiguar quién es el más normal y entonces llámalo. Y si no lo logras, haz que entren en razón de alguna manera… Ahora vas por el camino correcto, hermano.

Luego de despedirse de ella y de Peggy, quien se aseguró de que Nolan le enviara saludos a Eleanor cuando la encontrara (a pesar de nunca haberla conocido), terminó la llamada. 

Y gritó antes de volver a tirarse en la enorme cama.

Nunca se había sentido responsable por alguien como lo hacía por Eleanor. Necesitaba encontrar una manera de verla y saber que ella estaba bien. Podría usar sus contactos como chico rico, pero no tenía ganas de usar sus privilegios. A veces se cansaba de tener tantos.

Así que luego de beber un vaso de agua para tranquilizarse, marcó el número del que le parecía menos extraño de los otros cuatro: Nicholas Lee.

—Buenas tardes, habla Nicholas.

—Buenas tardes… —murmuró Nolan frunciendo el ceño. Quizás Nicholas era el más raro. —Soy Nolan Roebook, uno de los ex de Eleanor.

—Ah, ya, uno de los ricos, ¿no?

—Sí… aunque soy más rico que Blake, sólo para aclarar.

Lo escuchó bufar. 

—¿Y eso en qué aporta?

—Eres muy… peculiar, ¿cómo es que Eleanor se enamoró de alguien con tan poca simpatía?

—Mira, Nolan, estoy estresado buscando una forma de encontrarla, si no tienes nada importante qué decir, me disculparé por ser grosero y entonces colgaré la llamada.

—¡Espera, espera! —chilló—. Necesito encontrarla también.

—Todos queremos.

—Lo sé, pero esto es importante. Yo… la quiero encontrar porque quiero asegurarme de que es feliz.

Nicholas se mantuvo en silencio por varios segundos.

—Yo también.

—¿Cómo sé que lo dices sinceramente y no para engañarme y así te ayude a encontrarla para luego arruinar su boda? —Nolan casi sintió como Nicholas rodaba sus ojos. 

—¿De qué hablas? ¿Estás loco? ¿Cómo sé que ese no es tu plan?

—Porque yo te llamé. Como sea, ¿sabes dónde encontrarla?

—No, no conozco a nadie aquí que pueda encontrarla… Pero conozco a alguien. Aunque no hablo con ella desde hace mucho tiempo.

—¿Quién?