Un problema del pasado.

Cuando sugirió que deberían descansar, realmente se sentía seguro de que era necesario. Pero la afirmación de Hotaka lo convenció de lo contrario. La verdad es que si era un capricho; o quizá no un capricho pero era egoísta. Ryoshi recordaba una misión con el equipo 13. Mejor dicho, el equipo Hana. Hacía ya unos cinco meses desde aquello.

Como todas las mañanas Ryoshi había salido de su casa temprano. Solamente se había tomado un vaso de leche. Antes de salir su madre le ofreció hacerle un desayuno de verdad pero tenía prisa. Le dijo que se compraría unos takoyaki en el camino y se fue corriendo sin darle tiempo de alegar.

Llegó antes que nadie como siempre, a pesar de que iba comiendo. Aún le quedaban un par de takoyaki cuando llegó Koko y supo que ya era la hora acordada. Ella siempre llegaba a las reuniones con una puntualidad exacta. Como si tuviera un reloj en el cerebro. En aquel momento ya se conocían bien, pero la Uchiha nunca fue muy habladora. Ryoshi le ofreció una de las volitas, solo por pura cortesía. Ella lo rechazó con un ademan y siguió en silencio. Poco después, cuando su desayuno ya era un recuerdo, llegó Hotaka.

—Koko. —Dijo como saludo a la kunoichi acompañado de un cabeceo. Luego miro a Ryoshi.

—Senju. —Pronunció su apellido como si le dejara un mal sabor de boca.

Ryoshi no sabía porque le caía mal a Hotaka. En el pasado habían tenido diferencias... Bueno siempre tenían diferencias pero no era para tanto... ¿O si? En aquel momento el equipo 13 no era realmente un equipo. Así que esperaron en silencio, cada uno metido en su mundo hasta que llegó Hana sensei. Esa fue la primera vez que la vieron sin sus ninken. Llegó andando muy tranquila. La verdad es que muy pocas veces se apresuraba. Al menos fuera de una misión.

—¡Ohayou! —Los saludó agitando una mano.

—¡Ohayou! —Respondieron Koko y Hotaka casi al mismo tiempo, pero Ryoshi siempre había sido más curioso que sus compañeros.

—Hana sensei. ¿Y los hermanos? ¿Les pasó algo? ¿Por qué no vienen con usted?

La capitana lo miró sorprendida, paseó su mirada por los tres genin y luego, recuperando su sonrisa, respondió.

—Ellos no siempre andan conmigo. De hecho tienen su propio equipo de vigilancia. En eso están justo ahora, por eso no vienen conmigo.

Koko levantó una ceja, como si estuviera viendo a un gato aullar. Hotaka aparentaba indiferencia aunque no se había perdido ni una palabra. Pero Ryoshi aún estaba intrigado.

—Y... ¿Que hacen? —Preguntó con cara de confusión.

—¿Qué van a hacer? Pues vigilar idiota. —Contestó Hotaka con tono burlón. Ryoshi quedó boquiabierto por un momento, luego, molesto, se defendió.

—Eso ya lo se. Me refiero a ¿Que vigilan?

—Pues, habla bien.

—Yo habló bien. "Aliento de perro".

—Sí. Apuesto a que haces tu mejor esfuerzo.

—¡Basta! —Exclamó Hana dándole un ligero coscorrón a cada uno. Apenas lo suficientemente fuerte para que le pusieran atención. Los dos genin la miraron ofendidos y sobándose la cabeza.

—¿Qué les he dicho sobre pelearse?

Ambos se miraron, como echándole la culpa al otro. Ryoshi respondió primero, seguido de Hotaka.

—Pensar antes de hablar.

—La ira se debe usar, no dejar que te use.

—Bueno, al menos tienen buena memoria. Ahora pueden discutir.

Nuevamente los dos se miraron sin ganas de ser el primero en arriesgarse a meter la pata. Hotaka tomo la palabra por fin.

—Deberías... No. Sugiero, que formules bien tus preguntas, para que sean claras.

—Lo tomaré en cuenta. Gracias. —Respondió Ryoshi a regañadientes.

—Bien. Eso estuvo un poco mejor. Respecto a lo que hacen los hermanos; es clasificado. Lo siento pero no puedo decirles más.

—Ya veo. —Dijo Ryoshi medio decepcionado medio aliviado por dejar el regaño atrás.

—¿Tendremos una misión? —Preguntó Koko yendo al grano, como siempre.

—Algo así.

—¿Algo así?

—De hecho es una misión extra oficial, Hotaka.

Ahora los tres prestaban total atención a su capitana. Si algo compartían era el gusto por la acción.

—¿Será de rango "S"? —Preguntó Ryoshi emocionado. A Hotaka le entraron unas ganas locas de soltar una respuesta ácida, pero se contuvo y dejó que su sensei hablara.

—En realidad no tendrá ningún rango. Así son éste tipo de misiones.

—Y. ¿De que se trata? —Ésta vez habló Koko. Hana Estaba a punto de responder pero se lo pensó mejor.

—Koko. ¿Sabes qué hora es?

La chica entre cerró los ojos.

—Vamos Koko. Se que sabes qué hora es. —Hana hizo un puchero del que no estaba completamente consciente y Koko cedió con un suspiro.

—Las siete y cuarto.

Inuzuka estalló de felicidad. Luego agitó la cabeza y se calmó.

—Esa es una muy buena habilidad Koko. Es bueno que la practiques. Por eso siempre te pido la hora. —Dijo asintiendo magnánima con la cabeza.