Los caminos que salen de Roma (poesía)

XXV. A lo Monroe

Como esa actriz

del verdadero Hollywood.

Esas películas

en blanco y negro,

que evocan a una magia

que parece

que el cine ha perdido.

Con ese rojo pasión

en los labios,

el cabello rubio,

casi albino

y una curvatura de cuerpo

que se resalta

con vestidos bien ceñidos.

Ya no solo en eso

te le pareces,

ahora contemos los amores

prohibidos, fugitivos y trágicos

que la marcaron

y que compartes.

Quizá no fueran tan fugitivos.

Ni prohibidos

y mucho menos trágicos.

Puede que fueran justo al revés,

porque su muerte

prematura

conmocionó a un planeta entero

y está más que idealizada.

Como tú por mí.

Hay una gran diferencia,

Monroe era mucho Monroe,

no solo por lo que significaba,

sino porque podía apañárselas sola

perfectamente.

Quizá fue el egoísmo

lo que la llevó

a disparar el gatillo de un arma

que la convirtió en un mito.

En un icono al que tú

no puede aspirar.

Nadie puede.

Aunque bueno,

quizá estas letras

sirvan para algo,

como esa peli casera

en la que disfrutaba de ella

Kennedy.



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En el texto hay: poesia, amor, relatos cortos

Editado: 26.09.2024

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