JOHANSI
- El anuncio que queremos hacerles de conocimiento es que a partir del lunes de la siguiente semana, todos los estudiantes sin excepción alguna portarán de manera obligatoria un uniforme único que saldrá a la venta hoy por la tarde en diversas tiendas de uniformes en toda la ciudad. - Pinche vejete cretino. ¡UNIFORME! Toda mi santa vida había usado ropa de calle para asistir a clases.
Vi como Holden se acercaba al escenario. ¡ALELUYA! Tuvo que aparecer el delegado de clase.
- Disculpe joven Rooney, la decisión ya fue tomada y no será revocada. - Maldición, ni el estudiante favorito del director tuvo palabra alguna para poder revocar la decisión. - Esta petición fue hecha por los padres de Jhonatan Gardner. - Instantáneamente toda la escuela dirigió su mirada hacia él, y a decir verdad, no era una mirada de agradecimiento, sino una de odio y la de Holden, no fue la excepción. - Además, vendrán dos estudiantes de intercambio a nuestra escuela. - Escuché bien, ¿Estudiantes de intercambio? ¿A una escuela pública?
En cuanto el director terminó de dar el anuncio, pidió que nos retiráramos instantáneamente, no quería que nadie lo fuera a ver a su despacho y le recriminara aquella decisión.
Charlotte, Belén, Charles, Adrián y yo nos alejamos de Jhonatan, ya sé, eso no hacen los amigos, pero es que de verdad que estábamos enojados, a causa de sus padres y su estúpido estatus social quería que vistiéramos "Elegantes y con clase, como señoritas y caballeros", como suelen decir ellos, esa era la principal razón por la que ninguno quería ir a casa de Jhonatan, sus padres nos criticaban por nuestra forma de vestir, claro, como a su hijo lo mandaban como a príncipe a la escuela.
De pronto vimos como Holden lo acorraló y tenía su antebrazo en el pecho de Jhonatan, de inmediato nos acercamos y Holden posó su mano en el cuello de Jhonatan.
- Aléjense, esto no es asunto suyo, engreídos. - Nos señaló a todos. - En cuanto a ti estúpido. - Dirigió su mirada nuevamente a Jhonatan. - Tenemos asuntos que resolver. - Y así lo tomó de la parte trasera del cuello de su camisa y se lo llevó a rastras hasta no se donde.
Nosotros decidimos retomar nuestro camino rumbo a nuestras casas.
En cuanto llegamos al paradero para ir a nuestras casas, cada uno tomó camino propio.
En cuanto llegué a mi casa no dudé ni un segundo en tirar mi mochila al sofá e ir a la cocina por un bocadillo en la refrigeradora, las criadas solo me miraban expectantes, en mi casa sabían que cuando andaba de malas iba a la cocina, abría la refrigeradora y comía helado y gelatina.
- ¿A cuántos chicos les has roto el corazón el día de hoy hermanita? - Esa dulce, melodiosa, pero odiosa voz, era de mi hermana mayor, en teoría somos tres hermanas, así es, soy la menor de las tres.
- A ninguno en esta ocasión April. - April, la mayor de las tres, tiene 19 años, alta, cuerpo esbelto, cabello negro y rizado, ella estudia en la universidad de Oxford en la ciudad homónima. - Y no se supone que tú deberías estar en Oxford hermanita.
- Tú misma lo dijiste, se supone, pero me fugué. - Dijo con toda tranquilidad.
- Espera a que se lo diga a mis padres. - Se lo dije con sorna cerrado la refrigeradora con mi pie llevando en mano potes de helado y gelatinas, para de esta manera colocarlo en la isla en el centro de la enorme cocina de nuestra casa.
A ver si les cuento un poco sobre mis hermanas mayores.
April, como dije, tiene 19 años, cuerpo esbelto, cabello negro y rizado, estudia arquitectura en Oxford, siempre ocupó los primeros lugares en la escuela, siempre me compararon en la escuela con April y Amber, por supuesto salía mal adrede para que hablasen con mayor razón, lo sé, algo muy estúpido, pero era la única manera de que me dejaran en paz.
Amber, ella es tan solo un año mayor que yo, así es, tiene 17 años y cursa el último año de bachillerato en mi escuela, lo reitero, de las tres, el caso perdido, soy yo.
Creen que a las justas si terminaré el bachillerato, si es que primero no quedo embarazada, pues por el camino en el que voy, hasta los vecinos creen que en cualquier día de estos salgo con el domingo siete.
Mis padres ya han pensado comprometerme con los hijos de uno de sus socios, claro, para evitar que termine en domingo siete, claro, desháganse de la tonta de la familia.
¿Quieren saber quién es una de las familias candidatas?
La familia Müller, una familia alemana, su única hija, Alessa Müller tuvo dos hijos con un hombre de estatus social media, cuyo nombre los medios desconocen, sus nietos, ¿Nombres? Nadie sabe, tras la muerte de Alessa Müller su viudo e hijos han sido todo un misterio, nadie sabe como son o cuales son sus nombres, solo se sabe que sus dos hijos eran varones, y aunque suene estúpido, dicen que su hijo mayor, que en aquel entonces tenía dos años, causó el accidente automovilístico que conllevó la muerte de Alessa y su hijo saliendo ileso, lo sé, demasiado estúpido, no es posible que un niño de dos años sea el causante de la muerte de su progenitora, a veces pienso que los medios no saben ni que inventarse.
No es que realmente no sepa ni donde este parada, por supuesto, gracias al estatus social es que en un principio llevaba clases de economía para principiantes y demás.
Digo, ella y mi hermana Amber eran sus hijas prodigio, las favoritas, mientras que yo era considerada un caso perdido, y que una de ellas se escape, eso sería un delito para mis padres, y uno muy grave que se castiga con la mesada.
- Ni te preocupes Johansi, mis padres ya lo saben, yo se los dije antes de venir. - ¡Mierda! Ahí se fue una oportunidad para arruinar a una de mis hermanas.
- ¡Qué odiosa eres!
- Ay querida, por favor, Amber me dijo que últimamente no has hecho de las tuyas desde que iniciaste el penúltimo año de tu bachillerato. - Amber chismosa. - Así que dime de una vez quien es tu víctima a engatusar.
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Editado: 06.08.2022