—señor Miller— digo a modo saludo— vaya, sorpresa— digo mordiéndome la lengua para no decir lo que realmente pienso.
—por favor dejemos las formalidades en la oficina— dice sonriendo ladino—en estos momentos soy Liam— ya para cuando dice eso he acabado mi cerveza.
— no estoy acostumbrada a socializar con el jefe a menos que sea de trabajo— el arquea una ceja divertido. ¿Por qué sonríe tanto? le parezco graciosa.
—¿es enserio? — dice burlón— no recuerdo que dijeras eso en el estacionamiento— cuestiona sonriendo.
—y yo no recuerdo que sonrieras tanto— digo irritada— es más yo misma me encargue de borrar toda expresión de tu cara dejando solo una— le digo mirándolo a los ojos sin una pizca de gracia—sorpresa—esto pasa cuando bebo. Hablo de más.
Sinceramente no quería hablar, pero en mi defensa, él empezó.
—vaya—ríe mostrándose sorprendido por mi comentario— necesitas relajarte— dice muy tranquilo con una sonrisa— ¿bailamos? — propone.
—No— digo cortante —necesito otra cerveza —susurro para mí misma y llamo a Nick. Él llega enseguida.
—¿necesitas algo? — mira a Liam y luego a mí. No sé a quién se lo está preguntando por eso respondo.
— una cerveza—respondo sin más.
—cielo— sostiene mi mano en cambio, Liam arquea una ceja—te estas excediendo—Nick responde preocupado. Iba a contestar, pero Liam se me adelanto.
—es mejor que haga su trabajo— dice muy serio, demasiado serio. El ambiente se vuelve tenso y Nick suelta mi mano, deja de ponerme atención para mirar a Liam, quien se le fue la sonrisa que tenía en el rostro.
—y sabes que también sería mejor—Nick sonríe con malicia— que yo te parta la cara— okay. Eso no me lo esperaba. En mi opinión los que están excedidos son ellos. Ninguno de los dos deja de mirarse esperando el movimiento del otro.
—no, eso no es lo mejor— digo con toda la calma del mundo— lo mejor sería que los dos se callaran de una maldita vez— esta situación comenzaba a fastidiarme.
Esto de estar fastidiada todo el tiempo comienza a inquietarme y esta semana no ha sido la mejor que digamos y cuando lo aparenta todo se va al caño con la cita y ahora este show exclusivo que no lo pedí.
Los dos se me quedan viendo esperando mi próximo movimiento. Respiro profundo.
—Karen— Liam llama mi atención— podemos hablar un minuto— mira a Nick —a solas —Nick lo mira incrédulo.
—¿qué crees que haces? — pregunta Nick enojado.
—por si no te has dado cuenta, aquí estorbas— sonríe con superioridad —y si esperas propina —saca una buena cantidad de dinero de sus bolsillos y se lo tira en la cara.
Mis ojos en cualquier momento van a salirse de su lugar por el descaro de Liam.
Nick de un ágil movimiento salta la barra y si pensarlo dos veces impacta su puño en la cara de Liam asiendo que reviente su labio inferior y comience a sangrar, pero Liam no se queda atrás y se abalanza sobre Nick. Todo signo de alcohol se va de mi sistema y me pongo en alerta. Les grito que se detengan y ni caso me hacen. En estos momentos ya nos rodean las personas del local, ya cansada de que no me hagan caso, me alejo de la pelea y salgo del local.
Me abrazo a mí misma cuando siento el aire chocar contra mi piel, comienzo a caminar por las oscuras calles de la ciudad buscando la parada más cercana para subirme al bus e irme a mi casa, pero mi andar y tranquilidad son interrumpidos cuando me sostienen el brazo. Mi alarma mental se enciende.
Bajo la guardia cuando veo a Nick, pero no tanto, tiene un ojo con un leve moretón que de seguro mañana empeorara, le sale sangre del labio y otro golpe sobre la ceja. Me duele verlo así.
—Nick... — mi vista se nubla con las lágrimas que amenazan con salir— mira cómo te dejaron —lleno mis manos a mi boca cuando se escapa un sollozo.
—te sorprenderás más cuando veas al otro—sonríe arrogante, pero hace una mueca de dolor sosteniendo su abdomen.
—no tenía que ser así— sollozo —se supone que esta semana todo mejoraría, no que iría de picada—paso una mano por mi pelo desesperada.
—oh vamos cielo— sonríe tratando de calmar el ambiente— no te lamentes— se acerca para acariciar mi mejilla—mejor llévame a mi departamento, no vas a dejar que a este pechito se valla así— sonríe burlón, creo que le dieron un fuerte golpe en la cabeza, tal vez por eso sonríe tanto.
—te golpearía si ya no lo estuvieras—se hace el ofendido. Suspiro—vamos— respondo para comenzar a caminar de vuelta para buscar su auto. No sé cómo puede estar tan calmado y yo aquí como un manojo de nervios. Me pregunto cómo estará el señor Miller me preocupa un poco, aunque también de solo recordar cómo le tiraba el dinero en la cara a Nick me enoja mucho— ¿dónde está Liam? —lo llamo por su nombre en cambio Nick frunce el ceño —el que te dejo así— lo señalo, el en cambio me da una mirada de reproche.
—hablaremos de eso más tarde— gruñe.
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