La temporada de clases comenzaba en la universidad, recorrí el estacionamiento con esperanza de que no sea tan tarde para recoger mi horario, tenía una chaqueta puesta y una de tirantes abajo, hacía frío, mis uñas estaban moradas a consecuencia del frío, debí abrigarme más, pero nunca se me pegaba la costumbre de levantarme temprano.
La universidad estaba rodeada de un bosque, y eso lo hacía aún más frío. Este año habían reunido todas las carreras, haciendo que llevaran algunas clases juntas para que el coste de maestros y del personal fuera menos.
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Estaba sentado, haciendo de todo menos prestando atención, cuando alguien interrumpe la clase y todas las miradas se dirigen a ella.
—Lamento tanto interrumpir, ¿Usted es el señor Walle?
—Así es. —Dice mirándola y acercándose el viejo con cabello gris por las canas, lentes y bigote— Pasa, cielo.
Ella entró al salón de clase, una chica de altura por lo menos de 1. 65, cabello castaño claro y largo. Era el cabello más largo que había visto en todo Londres, las chicas de aquí suelen dejarlo a los hombros, pero su cabello era a la cadera.
Ella le entrega una hoja y el maestro la observó.
—¡Una chica latina! —Dice con emoción— Bienvenida toma asiento, cielo.
La chica sonríe y asiente.
Todos la miran y sonríen ¿Por favor, porque lo hacen? Es solo una chica más. Rodeé mis ojos y comencé a hacer apuntes, no podía creer que estuvieran tan interesados en ella, la chica tiene lo suyo, pero no tiene bonito cuerpo.
Sin querer la vuelvo a mirar, y comienzo a recordar que ella es la misma chica del café de hace dos semanas. La mesera.
Por eso se me hacía familiar su rostro. Sentí una sensación rara dentro de mí, era algo que nunca antes había sentido.
Cuando la clase terminó, todos salieron excepto el maestro, ella y yo que aún seguía guardando mis cosas. La miré de nuevo, ella tomaba sus cosas, y me mira un segundo, me sonríe y hago lo mismo, pero sin enseñar los dientes. Tomo mi mochila y salgo.
Alex, estaba esperandome para almorzar, no habíamos tocado en las mismas clases como el semestre pasado, sólo en una bendita clase.
—No me gusta mi nuevo horario.—Dice sentándose en la mesa y dejando su bandeja de comida.
—¿Por qué no?—Digo y muerdo de mi manzana.
—Por qué no estoy contigo amor—Dice en un puchero.
Sonreí.
—Estás conmigo en Historia.—Dije.
— Si pero no es suficientemente amor, necesito tenerte más tiempo.
Comencé a reír y negué.
—Te fastidiaras de mí, y volverás a terminar conmigo como el semestre pasado. —Digo y lo miro.
—Lo del semestre pasado fue un <<desliz>> amor. —Dice— Además ya me disculpé.
—Un desliz llamado "Byron"—Dije y seguí comiendo.
—No empieces, por favor.—Dice y toma mi mano— Yo te amo.
Lo miré y solté su mano, cuando vi que los chicos se acercaban.
—Vienen los chicos. —Dije rápido y los miré.
—¡Hey Jackson, y Alex! —Dijeron ambas chicas.
—¿Qué tal Jessica y Mery? —Saludé.
Nuestro grupo de amigos estaba conformado por Jessica, Meredith (Mery), Jimmy, Frank, y Robert.
—¿Ya supieron de la chica nueva? —Dice Robert.
—¿Que chica nueva? —Dice Alex.
—La chica latina de la que todos hablan. —Dice Jimmy.
—Ella está en mi primera clase de hoy.—Digo y sigo comiendo sin interés alguno.
—Me gusta su cabello—Dice Jessica.
—¡Sí!—exclama Mery— ¿Qué tipo de shampoo crees que utilice?
Los miré a todos hablar de ella, solo bastó un par de horas para que todos supieran de ella ¿A quién demonios le importaba?
—Veo que le prestan mucha atención a esa chica. —Dice Alex, en una escena de celos.
—¡¿Que acaso no la has visto, Alex?! ¡Es preciosa! –Dice Frank.
—No, no lo es, Frank. —Niego y Alex pela los ojos.
—¿Eso significa que ya la viste? —Dice riendo tratando de disimular su enojo.
Rodeé los ojos.
— Tienes que estar ciego, ella es muy linda, Jackson—Dice Robert, con respeto debido a que Mery estaba presente.
—¿Por qué todos babean por ella? —Digo— No es nada fuera de lo normal.
Jimmy se ríe y niega.
—¿Has visto sus ojos?—Pregunta— Son los ojos más lindos qué hay por aquí cerca.
—Vaya, pensé que estabas en busca de otros ojos—Dije refiriéndome a Jessica.
Jimmy comienza a sonrojarse y comienza a comer.
Esa chica comenzaba a fastidiarme sinceramente, era el único tema del que se hablaba.
—Como sea, dejemos de darle importancia a esa chica. —Dice Alex, comiendo su comida sin importancia.
La verdad es que esa chica me intrigaba, pero no quería darle tanta importancia.
—¿¡Ya vieron!? —Dice Jessica— Allá está la chica. —Dice algo emocionada de encontrarla comiendo en una mesa sola en el fondo.
Jimmy miraba a Jessica con una admiración y casi saliéndose la baba de verla, sinceramente no entendía, hace unos segundos él había elogiado a la chica nueva y ahora babea por Jess. ¡Qué complicado es el amor!
—Iré por jugo de naranja. —Dije levantándome de la mesa, algo fastidiado realmente, Alex no paraba con sus estúpidos celos, y eso es un gran fastidio. Continúe hasta llegar a la barra de comida—Hola—Mostré una sonrisa— ¿Podrías darme un jugo naranja?
—Claro que sí, Jackson. —Mostró una sonrisa— ¿Cómo ha estado tu padre? —Dice la señora Wakehome.
La señora Wakehome es una vieja compañera de mi padre de Colegio, fueron buenos amigos, siempre estaban juntos hasta que mi madre murió y ella enviudó.
—Bien, Bien, algo de mal humor, pero todo bien. —Sonreí.
—Es normal, Jackson, la pérdida de tu madre debió haberle dolido mucho, es la manera en que él puede sacar ese dolor. —Sonríe.
—Si tiene razón. Pero bueno, ya se le pasara... ¿Cuánto es?
—Un dólar.