Los colores del alma|lg(b)tq+

Capítulo 64. Detrás de una llamada.

—En realidad lo siento. No tenía idea del por qué habías actuado así y…te pido perdón, amigo. —Dice Robert detrás de nosotros, haciéndonos saber que nos ha escuchado todo el tiempo. —Perdón Jimmy. —Pide.

 Jimmy lo ve, rápido se limpia las mejillas y asiente.

Robert se acerca con cautela y lo abraza. El frío Jimmy vuelve y se ve algo indeciso al sentir que Robert lo abraza, no sabe cómo reaccionar.

-

Esperábamos fuera de la habitación que Jimmy nos había prestado, los tres estábamos recargados en la pared, escuchando a Joanne llorar, tenía todo destrozado dentro de mí, ella era un ser puro, bueno y que la lastimaran me hacía perder la cordura.

Las miradas de los demás que estaban en la fiesta no se van de mí, debido que estoy sin camiseta y es realmente incómodo.

—Necesito ir a verla. —Exigí, moviéndome de mi lugar y obteniendo a esos dos como escudo para impedirme entrar. —Muévanse. —Dije con la voz quebrada y los ojos cristalizados al escuchar a Joanne llorar. —Necesito estar con ella.

—Tranquilízate, Jackson. —Dice Robert. —Ya oíste a Jess, necesitas darle tiempo. Esto no es fácil para nadie.

Tragué el nudo y exhalé. Me mantuve inquieto algunos minutos y entonces la puerta se abre.

Jess y Mery salen de la habitación, mirándome y asintiéndome.

Haciéndome saber que ya podía entrar a verla, sin esperar entré rápido y la vi.

Ella estaba aún con mi camiseta puesta, sobre la cama y cubriendo su cuerpo con una almohada. Sus mejillas estaban rojizas de tanto llorar, al igual que su nariz y el contorno de sus ojos. Todo se oprime dentro de mí.

Intento acercarme lo más tranquilo que puedo, me coloco frente a ella y tomo sus mejillas en mis manos, mientras que ella no podía parar de llorar con mucho sentimiento y la entendía.

—Todo está bien, cielo. —Trato de decir como consuelo, pero soy un idiota, sé que no estaba bien porque ella se sentía acosada y perturbada.

Ella niega y como puede hablar. —N-No lo está. ¡¿Qué va a pensar mi abuelo?! —Dice entre el llanto y comienza a llorar más. —¡Lo va a matar saber que alguien me tomó una fotografía así y que tú y yo…! —Dice y comienza a llorar.

Por sus palabras sé que nadie le ha dicho que pudimos recuperar la fotografía.

Negué y uní mis labios a los de ella, quizá como una reacción de que no quería verla así, me partía el corazón. —Eso no va a pasar, mi amor. —Le susurro. —Lo encontramos y le quitamos todo, lo prometo. —Su mirada se vuelve más tranquila. —Todo está bien.

Ella se tranquiliza y sorbe su nariz.

—¿H-Hablas en serio? —Me pregunta y asentí. —Jackson te juro que no es divertido si estás mintiéndome.

Una pequeña sonrisa aparece en mis labios, debido a que no me creía. —¿Crees que podría mentirte con algo tan serio? —Le susurro, acariciando sus orejitas.

Ella parece tranquilizarse más y se sume de hombros. —No lo sé…quizá para hacerme sentir mejor. —Dice en un hilo de voz, lo que me parece algo tierno, tiré una carcajada.

—Estoy hablando con la verdad. —Le susurro, meto mi mano en mi pantalón, sacando la polaroid. —¿Será prudente quedármela? —Reí en broma, ella mira la fotografía. —Me será de más ayuda que esas revistas.

—¡No! —Dice y me la arrebata. —¡Estás loco! ¡No! —Grita apenada.

Comencé a reír y una pequeña sonrisa se asoma en sus labios.

—Eres un tonto. —Dice queriéndose reír después de haber llorado.

Mordí mi labio.

—Sólo quería hacerte reír y lo he logrado. —Le dije en un tono tranquilo. Exhalé. —Lamento haberte abandonado de esa manera, el coraje me cegó. —Comencé, sentía que la había abandonado cuando más me necesitaba, pero sólo quería evitar que se escapara.

Ella asiente y se acerca algunos centímetros más. —Lo entiendo. —Dice en un susurro y besa rápido mis labios, mientras sus dedos acarician el cabello que está detrás de mi oreja.

—No, en verdad lo siento. —Digo arrepentido, sintiendo aún culpa, ahora dándome cuenta de que sólo actúe, debí haberme asegurado de que ella estuviera bien, sé por ella que fue difícil la primera vez que le pasó, eso nunca se supera. —Sé que todo esto es difícil para ti y debió ser más duro el que no haya estado para ti…después de lo de México. —Recordando lo del verano cuando estaba con Milton.

Sus ojos obtienen un cierto brillo y niega.

—Las cosas son muy diferentes ahora. —Me dice y toma mis manos. —Te amo. —Susurra y corta nuestra distancia. —¿Me llevas a casa? —Me pide en un susurro.

Apreté mis labios y asentí, como gesto dulce. —Por supuesto que sí, preciosa. —Le digo, besando su mejilla. —Vamos. —Le digo.

-

Joanne me da una última mirada, estábamos nerviosos debido a que nos habíamos pasado de la hora que nos dijo su abuelo, sabía que traería repercusiones, quizá me correría o le prohibiría a Joanne verme.

Debo admitir que estaba muy nervioso, no te le tenía miedo a nada, sólo al abuelo de Joanne enojado.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.